Nuevos montajes anti-universitarios. Terminó la borrachera colectiva

Álvaro Aragón Ayala

Pasó el sopor de la fiesta de la carne y Mazatlán despertó con una cruda espantosa. Resulta que el Carnaval no fue la solución de nada, menos de la crisis de seguridad que vive la población ni la opción para rescatar de la marginación y el olvido a miles de familia que viven en la pobreza extrema, sumidos en el desempleo o el subempleo en el puerto y sus sindicaturas.

Encerrada en su burbuja celestial, la alcaldesa Estrella Palacios Domínguez echó los números al vuelo insultando a Pitágoras de Samos y a la sociedad mazatleca. Informó a medias sobre sus resultados -no de los resultados reales- que arrojó, a su juicio, el pachangón callejero, pero no precisó ni cuanto se invirtió ni cuanto arrojó de utilidades el susodicho Carnaval. Es el nuevo estilo de gobernar: la no transparencia.

Estrella, que se estrella con sus propias cifras, además de insultar a la Reina Infantil para quedar bien con “la Banda del Recodo” que no le invierte ni un centavo a Mazatlán, inventó que durante los seis días las fiestas del rey momo tuvieron una afluencia de un millón 231 mil personas que generaron una derrama económica de mil 143 millones de pesos, que ser cierto, debieron de caer en las manos de los hoteleros, restauranteros y los dueños de los expendios cerveceros ¿Y Mazatlán? Bueno. La cruda es espantosa.

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No hay credibilidad. El reporte de la ola de violencia que se registra en Sinaloa, principalmente en Culiacán y Mazatlán, frisa ya los mil asesinatos y mas de mil 200 desaparecidos, cientos de desplazados, casas quemadas, cientos de negocios cerrados y más de mil 400 vehículos robados.

Los funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal ofrecen un dato que nadie cree: que en Sinaloa sólo se han asesinado 30 niños, niñas y adolescentes, desde el día 9 de septiembre de 2024 a la fecha. Cifra que nadie cree.

Hay otros números que también se ocultan: niños y adolescentes que pertenecieron a algún bando criminal que cayeron muertos abatidos por las balas en los enfrentamientos ¿Son estos también victimas colaterales de la violencia? Sí. Si se toma en consideración que son producto del Estado/sistema penetrado por el crimen. O del llamado Estado Profundo.

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Especialistas en montajes, en la difamación y la mentira, en recreación de falsos escenarios mediáticos, emprendieron, de nuevo, una furiosa campaña de criminalización en contra del Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina, intentando –lo dicen abiertamente- cerrarle la posibilidad y la probabilidad de que alcance la reelección.

La campaña -sostenida en una serie de subterfugios-, recoge también retazos de las infamias que fabricaron en el pasado reciente, en el marco de la locura y la contracultura universitaria, para pretender doblegarlo con el propósito de que dejara los espacios libres para “reventar” la autonomía de la UAS y que pasara el control de la institución a un grupo que obedece a los intereses del “cartel de los jubilados”. No lo lograron.

La nueva conspiración informativa/periodística detalla el perfil malvado de la camarilla mafiosa que intenta tomar por asalto a la UAS. Saltan rostros y nombres. Son los mismos, enemigos declarados de la Universidad y sus directivos, que apoyaron la creación, a espaldas de los universitarios, de la Ley Estatal de Educación Superior, inaplicable a la Casa Rosalina, ley mediante la cual se pretendía ceder el dominio administrativo-académico-cultural-financiero a un grupo de diputados y a la Secretaría de Educación Pública y Cultura.  

Esos traidores volvieron con ropaje de falsos redentores universitarios. Con un amplio apoyo informativo (cobertura periodística) y con la creación de una red de Facebook falsos, insultan, mientan la madre, fabrican mentiras, violan la Ley Orgánica de la UAS, pretendiendo desacreditar al Rector Jesús Madueña, encolerizados, al borde de la locura, porque los procesos legales que se enderezaron contra él no prosperaron. Los Jueces locales determinaron lo mismo que los jueces federales: Madueña no cometió ningún delito. No incurrió en ningún daño patrimonial.

La cruzada de criminalización contra el Rector no tiene basamento jurídico ni bases lógicas. Rayan en la locura. En la contracultura del odio, del insulto, la calumnia y la difamación. Exonerado de toda culpa, reconocido incluso por las autoridades de la SEP como un Rector ejemplar y con las cartas credenciales del magnífico manejo del presupuesto universitario extendidas por la Auditoría Superior de la Federación, Jesús Madueña responde con trabajo y más trabajo a las falsas acusaciones, convirtiéndose en el Rector aliado de los académicos y de los trabajadores administrativos de la universidad, desatando aún más la locura de quienes han decidido, por decisión propia, ser sus adversarios.

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