Religiosos piden garantizar seguridad de los niños en Sinaloa
Jorge Salcedo
La Arquidiócesis Primada de México (APM) hizo un llamado a las autoridades a garantizar entornos seguros para los niños en donde puedan jugar, aprender y convivir; “y en los que no estén en peligro de ser reclutados por la delincuencia organizada o a morir a manos de criminales”, luego de los hechos violentos en Culiacán, Sinaloa, que resultaron en la muerte de un hombre de 41 años y dos de sus hijos de 9 y 12 años de edad.
“¿Cómo fue que llegamos a un punto en el que nos hemos llenado de noticias de asesinatos y violencia? En un principio nos sorprendían los hechos, después, cuando se acumularon tantos nos sorprendieron las cifras. Ahora vamos en camino a perder la sorpresa de que incluso son niños las víctimas de la inseguridad”, afirmó la APM a través de su publicación editorial en Desde la Fe.
Las movilizaciones por la memoria de Alexander, Gael y Antonio de Jesús tomaron las calles de Culiacán durante esta semana donde también exigieron la renuncia del gobernador del estado, Rubén Rocha Moya. El jueves 23 de enero los manifestantes acudieron al Ayuntamiento de Culiacán para que el gobernador Rocha o el alcalde los atendiera, pero ante la falta de respuesta las y los inconformes destruyeron las oficinas de gobierno.
La APM se solidarizó con la consigna “¡Con los niños no!” tras los hechos en Culiacán, Sinaloa donde señaló el nivel de la deshumanización de la delincuencia. La APM extendió su llamado de conversión a las personas seducidas por los placeres que genera la actividad criminal cuyas acciones causan el sufrimiento y daño de los niños especialmente.
“También llamamos a la conversión a todos aquellos que, seducidos por los placeres que genera la actividad criminal, han tomado la ruta equivocada del pecado, sin reparar en el daño y sufrimiento que causan sus acciones, especialmente a los niños”, convocó la APM.
El mensaje de la APM concluye con una oración a Santa María de Guadalupe en la que los religiosos piden tener la valentía de denunciar todo acto criminal que ponga en riesgo a sus familias e hijos.