Caerán mandos policiacos. El escaparate de Javier Llausán, el pago por pisar Mazatlán y Bernardino Antelo
Álvaro Aragón Ayala
Para que los operativos federales de combate a la delincuencia en Culiacán, en los que participa la Guardia Nacional, la Marina y la Sedena, alcancen grados de óptima eficiencia y eficacia se tienen que registrar cambios profundos, relevos de mandos y despidos de “personal señalado” en la policía preventiva y en la Policía Ministerial Investigadora. A esa conclusión fue a la que se llegó en la más reciente reunión nacional del gabinete de Seguridad.
Así, pues, con información sensible, con la radiografía encarnada de las corporaciones policiales de Sinaloa, producto de profundas pesquisas de los órganos de inteligencia, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, estará en Culiacán máximo tres días para planchar las purgas necesarias, y supervisar que las tareas para pacificar Sinaloa dictadas por la presidenta Claudia Sheinbaum se cumplan al pie de la letra.
LA REUNIÓN CON LA FISCAL GENERAL
La información que posee Omar García Harfuch sobre la Policía Ministerial provino de los propios agentes limpios, de las labores de inteligencia y del contenido de una serie de investigaciones de los sucesos del 25 de julio realizadas por la Fiscalía General de la República. Con esos datos duros, sostuvo una reunión con la Fiscal de Sinaloa, Claudia Zulema Sánchez Kondo, a quien habría de pedir la “limpieza” de la corporación. Hasta donde se sabe, las redes de comunicación la Fiscalía están “intervenidas”.
El encuentro del titular de la SSPC y mandos militares con Sánchez Kondo se desarrolló al filo del mediodía de hoy miércoles 4 de diciembre. La Fiscal llegó poco después de las 11:20 horas a las instalaciones de la Novena Zona Militar y se retiró una hora después. Salió por un “carril lateral” rumbo a la Calzada Heroico Colegio Militar para escapar de las preguntas de los reporteros que la esperaban para entrevistarla.
EL ESCAPARATE DE JAVIER LLAUSÁN
Arropados por la estrategia del lamento – ¿o tienen otra? – organizaciones civiles acuerpan el “El Gran Acuerdo” para la construcción de espacios de paz, aunque hasta ahora todo se reduce a la impartición de “cursos de inducción”. Javier Llausán Magaña, director de “Construyendo Espacios para la Paz”, es jefe de esta iniciativa que busca -hasta ahora es puro discurso- generar un movimiento para cambiar el contexto en Sinaloa, partiendo de la idea de que la ciudadanía se debe sumar a las acciones (no pistola en mano, que conste) para generar un gran cambio y mejorar los indicadores de seguridad.
Hasta el momento alrededor de 90 instituciones ya tomaron el curso de inducción, sin embargo, son más de 300 las que formarán parte de “El Gran Acuerdo”. El movimiento es presidido por Isidro Cavazos, segundo de a bordo del proyecto. El rollo que destilan es que “en paz positiva hemos trabajado en la dirección correcta y en paz negativa tenemos que mejorar todavía, estamos a la mitad del camino a pesar de estos meses que estamos viviendo tan difíciles; gracias a los habitantes que desde hace años trabajan en la paz se puede amortiguar un poco el golpe durísimo que estamos viviendo en Culiacán”.
TURISTAS PAGARÁN POR PISAR MAZATLÁN
Los turistas extranjeros que ingresen a aguas nacionales, vía cruceros, y que deseen pisar Mazatlán y otros puertos, están obligados a pagar 42 dólares – o su equivalente en pesos mexicanos-. La tarifa viene contemplada en la nueva Ley Federal de Derechos y ha despertado la inconformidad de restauranteros y hoteleros. Antes, los cruceristas estaban exentos del pago de este Derecho de No Inmigrante porque al bajar de los barcos se supone que compran productos en comercios, restaurantes y artesanías, además de que contratan guías de turistas.
Pero resulta que, con base a un estudio, se determinó que el 50 por ciento de los turistas -sobre todo los de la tercera edad-, bajan a los puertos mexicanos (Mazatlán, Cozumel, Mahahual, Puerto Vallarta, Acapulco, Ensenada, Puerto Madero; Puerto Progreso, y Cabo San Lucas), y en ocasiones no adquieren nada, ni una pastilla, porque todos los servicios vienen incluidos en el crucero. Así que los extranjeros descienden de las embarcaciones sólo para usar los baños sanitarios y para practicar el “turismo visual”. Ahora van a pagar por orinar y defecar en tierras nacionales.
REDUCCION PRESUPUESTARIA EN SINALOA
Prendida del morbo político -ese que despierta el rumor de que si fulanito cae o no cae- y de la hipnosis y letargo que genera la nota roja o policiaca que describe las matanzas que se registran en Culiacán, la raza, el pueblo, no puso atención a una información importante para la vida socio-económica de Sinaloa: la reducción de 2 mil 600 millones de pesos al Presupuesto de Egresos 2025, considerado preocupante por una voz crítica del gobierno rochista, el diputado Bernardino Antelo Esper.
El legislador local que le imprime a su dinámica un tono sui géneris, reveló que la Secretaría de Agricultura y Ganadería tendrá un 12.3 por ciento menos de presupuesto que el año actual; la Secretaría de Obras Públicas pierde el 75.3 por ciento y en cambio se eleva en un 42 por ciento los recursos a la Secretaría de las Mujeres. El campo, al que durante el régimen obradorista le quitaron entre 18 y 24 programas de apoyo, ahora se le arrebatarán más recursos para, de plano, zambutirlo en una crisis irreversible.
El escenario es crítico, pues la diputada local Irma Moreno Ovalle denunció que los apoyos del “Bienestar para la producción” y el “Procampo” no han sido entregados y los temporaleros viven en un estado de abandono, en tanto Miguel Ángel López Miranda, dirigente de lo que queda de la Liga de Comunidades Agrarias, lamentó que se reduzcan los presupuestos a los programas de contratación por seguro catastrófico, el cual permite garantizar al productor hacer frente a un problema de sequía, plaga o alguna otra circunstancia.
La noticia no sacudió a nadie porque la raza no la leyó o estaba concentrada en las narraciones periodísticas en torno a la violencia y la criminalidad en Sinaloa o jugado a las apuestas del que cae o no cae.