Cuatro puntos clave para el impulso empresarial en el nuevo sexenio
Manuel Solano
En el umbral de una nueva etapa en la historia de nuestro país, con la nueva administración encabezada por la primera mujer presidenta, México se encuentra ante un horizonte de cambios y retos que no solo redefinen el panorama político, sino que también impactan en el futuro económico y social. El sector privado y los empresarios juegan un rol clave en esta nueva estructura con un enfoque resiliente para alinearse con las nuevas dinámicas del entorno.
En este contexto, resulta imperativo analizar cuáles son los principales impulsores que definirán el dinamismo empresarial, tales como: la transformación tecnológica, la reconfiguración industrial de la mano del nearshoring, la transición energética; así como los cambios en los hábitos de los consumidores.
En este artículo resumo cuatro tendencias clave que pueden ser catalizadores de crecimiento e innovación para las empresas que buscan tener mayor impacto en el país, de acuerdo con diversos estudios y encuestas realizados por EY.
Transformación tecnológica
En lo que se refiere al ámbito tecnológico, se debe buscar la innovación constante, y la habilidad de adaptarse a los cambios. La inversión en tecnología es vital para el aumento de la productividad de las empresas mexicanas, quienes señalan este punto como principal prioridad para su crecimiento.
La mejora de la eficiencia operativa y la automatización de procesos, seguidas de la implementación e integración de plataformas, son áreas críticas que deberán tomar en cuenta para cumplir con sus planes de digitalización. El foco en estos dos pilares demuestra que muchas empresas cuentan con la tecnología, pero requieren eficiencia para hacerla más productiva, y poderse mantener competitivas.
En México, la ciberseguridad, innovación y productividad tecnológica están en el centro de las preocupaciones empresariales; y junto con tecnologías disruptivas de data analytics, Inteligencia Artificial generativa y Cloud Computing, están redefiniendo los negocios. Está claro que los ejecutivos ya están reconociendo lo importante que es una estrategia de ciberseguridad robusta para la identificación y prevención de amenazas, así como aprovechar el análisis de datos para desbloquear el potencial de sus operaciones.
En este sentido, los datos son un activo transversal a toda la organización, y se requiere invertir en la infraestructura necesaria para mantener su debida organización, depuración, almacenamiento, y protección.
Nearshoring
En este complejo panorama empresarial, entre tantos factores que convergen destaca la entrada de nuevos competidores, tanto globales como locales, como una de las principales preocupaciones de las empresas. Este fenómeno es impulsado por el nearshoring, el cual ha dado pauta a que se diversifique el mercado.
La nueva administración propone impulsar la economía a través de una inversión gubernamental significativa en la creación de diez polos o centros de desarrollo. Este plan parece estar interconectado con cientos de programas y proyectos que podrían fortalecer nuestra posición competitiva en la captación de inversiones de nearshoring.
Para maximizar los beneficios del nearshoring, es esencial que México invierta en la educación y capacitación de su fuerza laboral. La disponibilidad de mano de obra calificada es un factor determinante para las empresas que buscan trasladar sus operaciones.
Al invertir en educación, especialmente en áreas técnicas y tecnológicas, México no solo puede atraer inversiones sino también asegurar que los empleos creados sean de alta calidad y bien remunerados. Igualmente, un reto que enfrenta la nueva administración es mejorar la infraestructura del país en recursos, vías de comunicación y energía sustentable.
Energías renovables
Invertir en energías renovables se encuentra a la cabeza de las prioridades para los mercados más grandes y los inversionistas que buscan estar a la vanguardia del desarrollo tecnológico. Esto implica identificar los mercados más atractivos y comprender la dinámica regional, el diseño del mercado eléctrico, la tecnología y el financiamiento, así como adaptarse a la volatilidad.
En general, el potencial de inversión en energías renovables en Latinoamérica es significativo. La región está experimentando un fuerte impulso hacia la transición energética, respaldada por políticas que fomentan la expansión y el incentivo de capacidades.
En tanto, México, que ha mostrado señales de avanzar en esta carrera, se vislumbra un escenario prometedor para los inversores. Podemos ver un realineamiento con las tendencias regionales tras un periodo de fluctuaciones en el sector de energías renovables, y con el nuevo gobierno, se esperan inversiones significativas en energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica. Esto coloca a los inversores en una posición crucial: tienen la oportunidad de liderar la transición energética invirtiendo en tecnologías y mercados emergentes, especialmente en Latinoamérica.
Comportamiento de los consumidores
La época en la que vivimos se ha caracterizado por crisis constantes que han llevado al aumento de los costos de vida. A pesar de esto, los consumidores han probado ser muy resilientes. La mayoría de los consumidores en México se han visto afectados por la inflación, lo que los ha llevado a cambiar sus hábitos hacia un consumo más sustentable y ahorrador. También puede verse relacionado con el cambio climático, donde los consumidores ahora priorizan productos con consciencia ecológica para reducir su impacto ambiental.
Sin embargo, los consumidores buscan una experiencia de compra completa que no solo sea económica, sino también satisfactoria en términos de valor y atención al cliente. En un contexto donde los consumidores vigilan cada peso que gastan, el esfuerzo para ofrecer una atención al cliente o servicio posventa sobresaliente puede ser la clave para que las empresas se destaquen entre la competencia y le den al consumidor un incentivo para mantener su lealtad.
En resumen; por un lado, la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles se presenta como un desafío y una oportunidad para un mercado que demuestra apetito de nuevas inversiones. Por otro lado, la colaboración entre el gobierno y el sector privado será crucial para capitalizar las ventajas del nearshoring y atraer inversión extranjera que fortalezca la economía nacional.
Paralelamente, la transformación digital y la adopción de nuevas tecnologías se perfilan como herramientas esenciales para impulsar la competitividad y la innovación en el tejido empresarial mexicano. Y, por último, los consumidores tienen un comportamiento más consciente que invita a las empresas a repensar sus estrategias de venta y sobresalir con incentivos que empoderen a la población.