La advertencia del turismo aéreo a México
Víctor Piz
En agosto pasado llegaron a México un millón 507 mil turistas de internación vía aérea, lo que representa un retroceso de 6.2 por ciento o de 99 mil pasajeros menos comparado con el mismo periodo de 2023.
Dicho número de entradas es 7.6 por ciento menor a los turistas de internación vía aérea captados en igual mes de 2022, según los resultados de las Encuestas de Viajeros Internacionales publicados por el Inegi la semana pasada.
El problema es la tendencia descendente del indicador, pues en mayo registró un incremento de 3.4 por ciento anual, que se redujo a sólo 0.1 por ciento en junio y pasó a terreno negativo en julio, cuando reportó un 3.6 por ciento menos.
En agosto de 2024, el ingreso de divisas referente al gasto de los turistas internacionales alcanzó mil 950 millones de dólares, de los cuales 86.1 por ciento derivó de turistas de internación vía aérea.
Esa proporción corresponde a casi mil 680 millones de dólares, ingreso que tuvo un retroceso de 2.1 por ciento comparado con el monto de agosto del año anterior.
El hecho de que haya menos entradas no es menor, pues en 2023 el ingreso de divisas por turistas de internación vía aérea representó prácticamente 90 por ciento de todo el gasto realizado por los turistas internacionales en el país.
Recientemente, el Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible Anáhuac Cancún o STARC por sus siglas en inglés, publicó un reporte actualizado del tráfico de pasajeros internacionales en aeropuertos seleccionados, que son Cancún, Los Cabos y Puerto Vallarta, que refleja una caída significativa en el tercer trimestre del año, en los tres casos de doble dígito a tasa anual.
En Cancún el retroceso es de 13.6 por ciento contra julio-septiembre de 2023; en Los Cabos, de 11.8 por ciento, y en Puerto Vallarta, de 11.7 por ciento.
Por esos tres aeropuertos ingresan dos terceras partes de los turistas internacionales, de los cuales, Cancún es el más importante por el volumen de tráfico de pasajeros que moviliza.
Francisco Madrid, director del STARC, acotó que, para el caso de Cancún, del 13.6 por ciento que está abajo, quizás 3 o 4 puntos se compensan con el tráfico que está llegando a Tulum como un aeropuerto emergente, pero en todo caso son caídas realmente fuertes.
El experto en turismo dijo a este reportero que el principal mercado emisor de turistas internacionales a México es el estadounidense.
“Los norteamericanos cuando más viajan al exterior es en junio”. Por eso “junio es alto, julio es un poco menos alto y agosto es un poco menos que julio”.
En todo caso, “lo que preocupa es la tendencia, no solamente es el dato en la comparación interanual, ese 6.2 por ciento (menos) en las llegadas de turistas aéreos (en agosto), sino que este es el segundo mes en que tenemos datos negativos”.
Madrid aseguró que es previsible que “con los primeros datos que tenemos ya de la operación en los aeropuertos, que son los principales puntos de acceso de los turistas internacionales, en el mes de octubre también tendremos nuevamente una desaceleración”.
La pregunta es porqué hay una clara tendencia descendente en los viajes a los destinos turísticos de nuestro país en los últimos meses, justo cuando los estadounidenses están viajando más que nunca, pero no sólo ellos, también los turistas internacionales de otros mercados.
Ante la caída en la llegada de turistas de internación vía aérea, “preocupa mucho la falta de promoción turística en México, preocupa mucho el trabajo que hacen los competidores que sí invierten en promoción turística y bueno, tal vez no es el tema central, pero no ayuda mucho la visibilidad mediática de hechos de violencia e inseguridad” en el país, advirtió el director del STARC.
De los dos últimos meses sobre los que hay datos oficiales, julio y agosto, las llegadas de turistas internacionales por vía aérea al país se sitúan por debajo no sólo de los niveles de 2023, sino también de 2022.
La razón es que México está siendo menos competitivo que otros destinos.
Como dice Madrid, esto no quiere decir que sea un derrumbe ni que estemos perdiendo millones de turistas, pero sí muestra señales muy claras de advertencia de que podríamos tener una contracción para el cierre del año y, sobre todo, para la temporada más alta del turismo internacional, que empieza en noviembre y concluye en marzo.