Industria de insumos para la salud, lista para colaborar con el nuevo gobierno

Gabriel Martínez Zúñiga

La industria de insumos para la salud es un pilar esencial en la planificación e implementación de políticas públicas sanitarias y de innovación. Este sector provee diagnósticos, vacunas, tratamientos, dispositivos médicos y tecnologías que permiten a instituciones y profesionales de la salud desarrollar estrategias preventivas y terapéuticas en beneficio de la población.

A finales de septiembre, en vísperas del inicio de la nueva administración de la Dra. Claudia Sheinbaum, se celebró la XXXIII Convención de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), la cual agrupa a empresas de alta especialización establecidas en México, de capital tanto nacional como internacional, dedicadas a la producción de medicamentos para uso humano y veterinario, así como de dispositivos médicos. Según datos de la Encuesta Nacional de la Industria Farmacéutica (ENIFARM) 2023 , realizada por el Inegi y CANIFARMA, este sector emplea a 285,000 personas en el país.

La convención tuvo como objetivo alinear las prioridades de esta relevante industria de cara al inicio del nuevo gobierno, en los ámbitos de investigación y desarrollo, política industrial, regulación y abastecimiento de insumos para las instituciones de salud. Se analizaron los desafíos y oportunidades del Sistema Nacional de Salud, así como las contribuciones de la industria para alcanzar la meta compartida: mejorar la salud de la población mexicana.

El encuentro contó con la participación de representantes del Inegi, la CONCAMIN y el CCE, de la Academia Mexicana de Cirugía, de la Fundación Mexicana para la Salud, consultores y especialistas, fortaleciendo así la visión y retroalimentación de la industria.

Los líderes del sector reafirmaron su compromiso social y su voluntad de dialogar, colaborar y aportar valor a las estrategias que encabezarán durante los siguientes seis años el gabinete de salud, el económico y el de ciencia, tecnología e innovación. Destacaron que la industria establecida en México tiene la capacidad para cubrir las necesidades de insumos del país, con condiciones óptimas de calidad, asequibilidad y resultados positivos para los pacientes de las instituciones de salud públicas, privadas y sociales.

Durante la Convención, CANIFARMA presentó los resultados del trabajo realizado a lo largo del último año, que culminaron en un documento con propuestas y recomendaciones para optimizar los procesos regulatorios, la compra pública y el abastecimiento de insumos. El documento fue compartido con actores prioritarios en la transición gubernamental, que a partir de octubre han tomado posesión de los diferentes espacios de decisión en las Secretarías de Salud, de Economía, de Ciencia y Tecnología, así como de diversas instancias involucradas en la provisión de servicios de salud.

Con el objetivo de facilitar el acceso oportuno de los pacientes a estos insumos y apoyar a las instituciones de salud, la industria se comprometió a compartir con las autoridades su experiencia en planificación, logística, proyección de necesidades y fortalecimiento de la cadena de valor.

En este encuentro se abordaron también los elementos necesarios para implementar una política nacional farmacéutica que promueva la producción local de fármacos basados en procesos químicos y biotecnológicos, y facilite el ingreso de insumos innovadores al mercado mexicano aprobados previamente en países con altos estándares regulatorios.

La industria se mostró dispuesta a colaborar con el gobierno para impulsar políticas que atraigan inversiones y que aprovechen el potencial de los mercados internacionales para los productos mexicanos. Coincidieron también en la necesidad de fortalecer la capacidad de investigación en salud, y modernizar el marco regulatorio para asegurar el avance de la biotecnología, las terapias celulares y la medicina personalizada, la cual atiende necesidades de salud específicas en grupos de pacientes.

Además, se destacó la necesidad de fortalecer la colaboración entre la industria, la academia y los centros de investigación para desarrollar nuevos tratamientos y tecnologías sanitarias. Se resaltó el potencial de la inteligencia artificial y las herramientas digitales para optimizar la gestión de la salud pública, mejorar diagnósticos y diseñar estrategias de prevención y atención más eficientes. También se acordó promover una política industrial que apoye la infraestructura para la innovación, a través del financiamiento compartido entre todos los actores involucrados.

Para alcanzar estas metas, es esencial fortalecer la confianza y el diálogo entre gobierno e industria, basados en principios de ética, integridad y congruencia, que brinde certeza tanto a los proveedores de insumos como a los gestores de recursos públicos y de los procesos institucionales.

La plataforma de campaña de la Dra. Shainbaum ratificó la importancia de la industria de insumos para la salud como un sector estratégico para el desarrollo de México, no solo por su impacto sanitario sino también por su contribución al crecimiento económico y a las oportunidades que presenta en el contexto del nearshoring.

De esta forma, la industria se declaró lista para aportar valor y ser parte de las soluciones, comprometiéndose a trabajar de la mano con las autoridades, superar prejuicios y colaborar en beneficio de la salud de los mexicanos y la competitividad del país.

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