México en desaceleración económica
Fernando Martínez González
El Indicador oportuno del INEGI apunta a una pérdida en el dinamismo de la economía en este segundo semestre del año que se reflejará hacia el 2025. Este será el entorno del ascenso al poder el próximo 1 de octubre de quien será la primera mujer presidenta de México en la historia.
Bank of América, que dirige en nuestro país Emilio Romano, señaló que el débil desempeño de la actividad económica del país en los últimos trimestres, más una perspectiva que llama sombría para la inversión, así como la necesidad de una consolidación fiscal, han aumentado la probabilidad de una recesión técnica en el país, que se define como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB, respecto al previo.
Por lo anterior nos explicamos la reciente declaración de la presidenta electa, en el sentido de que el secretario de hacienda Rogelio Ramírez de la O se queda en su gabinete, ante el nerviosismo de los mercados y rumores insistentes de que Ramírez de la O se iría en fecha próxima de la secretaría, por no sentirse cómodo al haberle sido impuestos los principales colaboradores en su área.
Se sabe que la principal condición para quedarse fue que le permitieran integrar su equipo con personas de su círculo cercano, lo cual no ha sucedido. Lo cierto es que la futura presidenta no le ha cumplido y ha dejado que le impongan perfiles en posiciones estratégicas del sector financiero.
Claudia Sheinbaum llega a la presidencia el próximo 1 de octubre con gran poder, en especial por las últimas reformas constitucionales que le dan un margen de maniobra casi ilimitado, sin embargo, deberá tomar en cuenta que la economía del país depende fundamentalmente del comercio exterior, cuyo valor equivale al 91 por ciento del PIB, que es de 1.3 billones de dólares y que nuestra dependencia mayor es con Estados Unidos.
No es casual que una vez que tome el poder, la presidenta Sheinbaum, ayudada por su secretario de economía Marcelo Ebrard, celebrará una magna reunión con representantes de las principales empresas norteamericanas y canadienses con inversiones en México, muchas de las cuales se pusieron en pausa, ante la incertidumbre generada por la reforma al Poder Judicial. En dicha reunión la presidenta explicará sus alcances y tratará de aclarar muchas dudas y lagunas que existen en torno a su redacción, en la que por cierto tuvo mucho que ver el ex ministro Arturo Zaldívar.
Nuevamente Marcelo Ebrard saldrá al rescate ante una eventual degradación en la calificación de la deuda soberana, eso sí que afectaría seriamente la estabilidad de nuestras finanzas públicas. Y aunque esperemos que no ocurra, existe el riesgo también de perder el llamado grado de inversión, con lo que el país se vería en graves problemas.
Ante la disyuntiva que presenta el problema financiero que recibirá la nueva presidenta, para poder cumplir con los proyectos prometidos, se vería en la necesidad de incurrir en indisciplina fiscal, a no ser que abra espacios importantes a la inversión privada para complementar sus esfuerzos, lo que sería deseable en un país de economía mixta como México y daría confianza al capital privado para colaborar decididamente en su gobierno.