Riesgo de más apagones, por escasa inversión en energía en CFE, advierten

Claudia Juárez

En el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la inversión en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que dirige Manuel Bartlett cayó 21% respecto al sexenio de Enrique Peña Nieto, lo que pone en riesgo al país de sufrir más apagones como los que se vivieron entre mayo y junio de este año, advirtieron especialistas a La Silla Rota.

Pese al discurso del apoyo a CFE de que se invirtió más que en los tres sexenios anteriores, datos de México Evalúa revelan que durante el periodo de Vicente Fox, la inversión en términos reales de la CFE promedió 43,120 millones de pesos; con Felipe Calderón 54, 850 millones de pesos y con Enrique Peña 49,330 millones de pesos. Con López Obrador, el promedio está en 39,020 millones de pesos, un 21% menos.

Óscar Ocampo, Coordinador de Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dijo a La Silla Rota: “Vamos rezagado y el principal riesgo es satisfacer la demanda, hay urgencia de ampliar la capacidad instalada en generación. De lo contrario, queda inminente el riesgo de programar más apagones”.

Destacó que, en 2024, “México ha padecido una serie de apagones en distintas regiones del país que, en el fondo, más allá de eventos climáticos extremos, reflejan una realidad compleja, donde el Sistema Eléctrico Nacional empieza a tener problemas para satisfacer una demanda creciente. La razón de fondo es la falta de inversión tanto en la capacidad de generación como en las redes eléctricas”.

En México la demanda crece de forma sostenida, mientras que la oferta no ha aumentado al mismo ritmo, lo que pone en riesgo la seguridad energética del país.

El investigador del IMCO destacó que entre 2019 y el primer semestre de 2024 se autorizaron inversiones en generación eléctrica que equivalen a 24.5% de lo aprobado en el periodo 2013-2018. “Las inversiones en el Sistema Eléctrico están lejos de las necesidades del país dado el crecimiento de la demanda, ha habido falta de inversión en los últimos 5 años, particularmente por el cierre de puertas con los permisos a los privados”.

La apuesta de la Comisión Federal de Electricidad debería ser por la energía que el país necesita para ser competitivo y reducir su huella de carbono. Sin embargo, en la paraestatal predominan los métodos tradicionales y del total instalado en CFE, 67% requiere combustibles fósiles y 33% es energía limpia, lo cual se explica por 3 razones principales: falta de inversión y aversión a la competencia-  por un tema nacionalista- y la parte natural, las sequías, de acuerdo con expertos.

A pesar de ello, entre 2013 y 2024, únicamente Sonora, Nuevo León y Tamaulipas fueron las tres entidades donde se otorgaron más permisos para instalar nueva capacidad de generación eléctrica.

Por su parte, Eleazar Castro, consultor independiente en temas de energía destacó que algunas ventajas de las energías renovables son los contratos de largo plazo, caso contrario del los combustibles fósiles, cuando lo que se necesita es más ingresos para la generación. “Ese modelo es obsoleto, el de combustibles fósiles, de carbón, porque no alcanza para la demanda que necesitamos en este país”.

México genera alrededor del 70% de su energía de combustibles fósiles; las fuentes renovables proveen el 20% restante

Política energética, lejos de energías limpias

Ramsés Pech, especialista en el sector energético destacó que, la generación de la electricidad en el mundo es producida en su mayoría mediante combustibles fósiles, en un rango de entre 60 y 70% en promedio.

Al cierre de 2023, la generación de electricidad de Estados Unidos fue de aproximadamente 60% con combustibles fósiles, 19%de energía nuclear y 21% de fuentes renovables.

“La transición energética en cuanto a la generación ha estado siendo vinculada a un porcentaje de instalación de capacidad de energías limpias, lo que significa que hay un compromiso en los países, pero esto es virtual y un mito creado”, dijo.

En México, “el mercado de generación establece una política energética ficción en función de los siguientes datos”:

La capacidad instalada en 2014 era de 65,000 megavatios en promedio, aumentando a 89,000 en 2023. Del total disponible en 2014, 74% consumía combustibles fósiles, que en la actualidad se ha reducido a 64%.

El experto explicó que la ficción de esto indica que la forma de generar electricidad que llegaba al usuario final en 2014, era con 80% de combustibles fósiles y para 2023 era de 77%, pero en una década se experimentó una disminución de 3%. “Estos datos demuestran que la transición energética ideal dista mucho de la realidad actual de México”.

Según los datos del Prodesen de 2024-2038, existe una capacidad instalada en el mercado de generación de alrededor de 89,000 megavatios, los cuales han crecido 22% de 2018 a 2024, a un promedio de 4% anual.

“La cantidad de energía disponible para satisfacer la demanda actual del mercado oscila entre 38 y 41 mil megavatios. La tendencia indica un incremento de 2%, mientras que la demanda ha experimentado un crecimiento de 4%. No hay un equilibrio entre generar y cubrir la demanda”, dijo.

Además, la Comisión Federal de Electricidad ha reconocido que produce más energía mediante combustibles sucios o fósiles debido a las sequías. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) dio a conocer que 2023 fue el año más seco y cálido desde 1941, ya que hubo menos precipitaciones y bajas acumulaciones de flujos y alimentos. De acuerdo con una publicación de El Economista, CFE generó el año pasado 19,568 gigawatts hora a través de la fuente hidráulica, lo que significó el menor flujo desde el 2004 y exhibió la debilidad de la apuesta gubernamental por mejorar en lo inmediato la generación limpia con base en esta tecnología.

¿Qué hará Claudia Sheinbaum?

La organización México Evalúa destacó que el presidente Andrés Manuel López Obrador está mucho más vinculado a la tradición petrolera. Su política ha buscado fortalecer a las empresas del Estado con modelos de negocio tradicionales, en vez de avanzar hacia una matriz más limpia por medio de energías renovables, priorizando la quema de combustibles fósiles como fuente de energía.

Del plan de gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, se desprende que la política energética mantendría un enfoque soberanista, aunque si habla de “ampliar la generación de energías verdes” y “descarbonizar la energía”.

“La política energética de Claudia Sheinbaum se encuentra en una encrucijada entre la innovación tecnológica y la tradición nacionalista-petrolera. Su experiencia científica le brinda una oportunidad única para avanzar hacia una matriz energética más diversificada y sostenible, pero su trayectoria política le impondrán desafíos significativos”, dijo.

Se enfrentará a un entorno institucional complicado; construir nuevas plantas de energía limpia, modernizar y ampliar las líneas de transmisión, e invertir en almacenamiento, requerirá inversión significativa en un contexto de escasos recursos fiscales y creciente deuda pública. Así como la necesaria participación del sector privado en el segmento de generación eléctrica, estará limitada a un 46%, bajo reglas aún desconocidas.

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