Insultantes hipocresías de Rocha y Neto Coppel

Juan Manuel Partida Valdez

Para Ripley, las insultantes hipocresías de Rubén Rocha Moya y Neto Coppel Kelly.

Restringieron el trabajo de los músicos de banda en las playas de Mazatlán, y se les reprimió con la fuerza pública.

Los cínicos se presentan hoy como los héroes de la película.

Nomás falta ver a Neto y Rubén bailar juntas, repartiendo besos por todo el malecón.

Todo un novelón el de estas dos mujeres, al estilo de Silvia Pinal y sus casos de la vida real.

Esa historia tan repetida de zurrarla gacho y tras el escándalo nacional hacer como que se corrige.

Con los atoles de siempre de que todo mundo termina feliz, feliz, feliz.

Nadie debe molestarse por la represión de las autoridades ni por la posterior soberbia del multimillonario que en un video les dio “permiso” para trabajar.

Son calumnias acusar que se persigue el trabajo honesto y se protege a los que roban, secuestran, matan y cobran derecho de piso.

La cofradía de la mano caída ha demostrado en Sinaloa su amor a todes, todos, todas.

Puntualizo y rechazo de nuevo que asumo posturas homofóbicas.

Rubén Rocha y todo mundo tiene derecho a enamorarse de quien se le pegue la gana, y se respeta.

Lo que es ilegal e incorrecto es que por motivo de las preferencias sexuales exista un gobierno de locos y locas que acosa y abusa sexualmente.

Usan el poder y las influencias para imponerse a los demás, y lo estamos viendo con el gobernador y con el ya mencionado hotelero.

Sin que falten los que se tiran al suelo defendiendo a los poderosos.

Se ponen muy dignos los cómplices de quienes todos los días mienten, roban y traicionan.

Aplauden que en Sinaloa es malo ser bueno y es bueno ser malo.

A los criminales hay que darles abrazos y permitirles que hagan -ellos sí-, lo que se les pega la gana.

EL ESTÚPIDO NARCICISMO DE XÓCHITL

Xóchitl Gálvez quiere abarcar casi todo y termina sin apretar lo suficiente.

Le falta estrategia y no son pocas las veces en las que asume posturas tremendamente ridículas.

Pongamos uno de sus ejemplos más recientes, condenando que el presidente de Argentina responda a las constantes agresiones del payaso de palacio nacional.

Que de eso se encarga ella y nadie más tiene derecho, dijo y hasta presumió en sus redes sociales.

Un narcicismo muy estúpido, por decir lo menos.

Media neurona basta para entender que todo lo que suma sirve.

Condenas como la de Milei fortalecen la percepción de que nos desgobierna un siervo del narco.

Los enemigos de mis enemigos son nuestros amigos.

Déjese pues ya Xóchitl de seguir cometiendo burradas.

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