Enfrenta IMSS litigios laborales por 67.9 mmdp

Alejandro Páez

La salud financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no solo está presionada por las pensiones de los trabajadores, pues ahora los juicios laborales también surgen como un problema que lo pueden poner contra la pared: esa institución enfrenta 301, 803 litigios al cierre del 2023, que representan un pasivo contingente por 67,923.1 millones de pesos y esa situación se ha convertido “en una contingencia de corto y mediano plazo” para el Seguro Social.

De esta cifra, las dos terceras partes, es decir, alrededor de 51 mil millones de pesos, corresponde a juicios laborales. Este importe equivale a 78% del presupuesto autorizado en 2024 para medicinas y suministros.

Ello según el Informe de la Situación Financiera y Riesgos del IMSS, entregado al Senado donde se advierte que el IMSS requiere aún más recursos para cumplir con sus funciones: para el escenario de riesgo de 2025 a 2037 se tendrá una necesidad de recursos adicionales del orden de 107,278 millones de pesos en valor presente respecto al estimado en el escenario base.

De esa diferencia, 34 % se atribuye al costo de los servicios de personal, ya que en dicho escenario se prevé un incremento promedio anual en el número de contrataciones de 7,43B plazas, para cubrir principalmente las necesidades de atención en salud y para el otorgamiento de las prestaciones económicas y sociales que la población derechohabiente demande.

El informe explica que la participación del IMSS en el otorgamiento de servicios médicos en programas federales como el Seguro de Estudiantes y el de Jóvenes Construyendo el Futuro, a través de esquemas que implican el financiamiento parcial de su costo por parte del Gobierno Federal así como la perspectiva de suficiencia financiera hasta 2037, obliga a desarrollar e implementar estrategias, principalmente desde la eficiencia del gasto a fin de transitar de la suficiencia financiera de mediano a otra de largo plazo.

El documento estima que el gasto por pagos a personas pensionadas y jubiladas del IMSS, derivado de las obligaciones laborales adquiridas por el Instituto en su carácter de patrón, seguirá creciendo en los próximos años.

Se advierte que al cierre del 2023, ese gasto es equivalente a 26.8% del total del gasto del IMSS.

CARENCIA DE CAMAS y PERSONAL MÉDICO

Otro “foco rojo” que se advierte en el Informe es la carencia de camas hospitalarias y personal médico lo que “crea un déficit en la infraestructura” y un impacto en las personas aseguradas.

El IMSS acusa que a diciembre de 2023, registró 0.67 camas por cada mil derechohabientes como indicador, mientras que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) registraron en 2022 un promedio de 4.3 camas por cada mil habitantes.

Advierte que para alcanzar la meta recomendada de una cama por cada mil derechohabientes, el IMSS requiere 16 mil camas adicionales.

Pero eso no es todo, pues la carencia de personal médico también se presenta como un problema que impacta en la atención de salud a los derechohabientes.

El informe establece que “la formación y disponibilidad de recursos humanos especializados en salud son indispensables para la prestación de los servicios médicos”

El IMSS—agrega—requeriría de 105 mil profesionales de medicina en contacto con pacientes y otros 380 mil de Enfermería así como 198 mil camas censables, adicionales a los recursos con los que cuenta actualmente, para ubicarse dentro de los parámetros recomendados por la OCDE.

SOBRE EJERCICIO

En ese sentido también se advierte que el aumento en el precio de las medicinas, nuevas claves médicas y las recetas surtidas provocó un sobre ejercicio de 17 mil 705 millones de pesos por encima del Presupuesto aprobado para el IMSS en el 2023.

Detalla que para el rubro de materiales y suministros, se tuvo egresos por 99,138 millones de pesos, con un sobreejercicio de l7,70S millones de pesos, lo que representó 21.7% más respecto a su presupuesto autorizado.

Dicho resultado se encuentra explicado principalmente por la recuperación del volumen de recetas surtidas a los niveles antes de la pandemia, así como por el incremento en los precios de los medicamentos y el material de curación adquirido.

EI incremento en el costo de nuevas claves de medicamentos o medicamentos innovadores para las principales enfermedades crónico-degenerativas, como es la diabetes mellitus, que impactaron en el resultado final.

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