“Levantón” de Luis Alonso ¡la marca registrada del gobierno de Rubén Rocha!

Álvaro Aragón Ayala

El “levantón” y desaparición de Luis Alonso García Corrales, ubicado por Enrique Inzunza Cazarez como “enemigo del Estado”, registra la marca represora y criminal de Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa proclive a la amenaza y a la violencia para imponer su voluntad política. El secretario de Organización del Partido Sinaloense representa un riesgo electoral para el gobernador por su conocimiento de las entrañas de Morena y del accionar político y judicial de la estructura gubernamental rochista.

Días atrás, mandando un mensaje de la despiadada persecución que se avecinaba contra los directivos del PAS, del PAN, PRI y PRD, Enrique Inzunza, quien fungía como secretario general de Gobierno -hoy candidato de Morena al Senado-, calificó, en una entrevista radiofónica, de “enemigos del Estado” a los críticos u opositores a los planes político-electorales y programas de gobierno de Rubén Rocha. Luis Alonso García se define como opositor al régimen rochista.

García Corrales, quien fue levantado junto con su amigo Francisco Cerón la mañana del sábado en Culiacán, tiene la encomienda de impulsar tres candidaturas, la de la abanderada presidencial Xóchitl Gálvez, la de la aspirante a Senadora, Paloma Sánchez, y la de Erika Sánchez, que busca la presidencia municipal de Culiacán, y de organizar y respaldar todas las jornadas de los pretendientes de la coalición “Fuerza y Corazón por México”. El pasista significa, pues, un peligro para los planes electorales del gobernador, de Enrique Inzunza Cázarez, y de Juan de Dios Gámez Mendívil, candidato morenista a la alcaldía de Culiacán.

El gobernador ordenó y emprendió con el apoyo de los medios de comunicación que pagan las nóminas de sus trabajadores y directivos con recursos públicos estatales, la criminalización del Partido Sinaloense y sus directivos en un intento por “desaparecerlos del mapa”, ligándolos perversamente con la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuyas autoridades también sufren la persecución política y judicial de Rubén Rocha, obsesionado con la idea de tomar el control de la Casa Rosalina.

El “levantón” fue un acto criminal estratégico planeado meticulosamente para quitarle a los directivos del PAS uno de sus principales brazos operativos e intentar, bajo la presión de este acto delictivo, distraerlo o sacarlo de la contienda electoral. Luis Alonso ya es un desaparecido político. El plagio describe claramente el modus operandi del gobierno estatal y sus cuerpos policiacos coludidos con el hampa organizada. O de una acción únicamente perpetrada por policías por orden de Rubén Rocha.

RUBÉN ROCHA PLANEA “LEVANTAR”, DESAPARECER O MATAR PERIODISTAS

Al estilo de los gobiernos dictatoriales, el gobernador planea deshacerse de los “periodistas incómodos”, ya sea por medio de la desaparición forzada o el asesinato directo, proyecta acabar contra la crítica de su gobierno para proteger a sus candidatos al Senado de la República, alcaldías y diputaciones. Lo enloquecen las acusaciones de acosador sexual enderezadas contra Enrique Inzunza.

En la estrategia contra los periodistas críticos, Rubén Rocha es apoyado por el director del capítulo México de la organización Artículo 19 y director de NOROESTE, Adrián López Ortiz, quien lincha públicamente a los comunicadores inventando que pertenecen a una “red de difamadores” con el propósito de desacreditarlos y preparar el terreno para que se atente contra su integridad física.

La estratagema publicitaria y propagandística es usada por los gobiernos dictatoriales, quienes primero criminalizan públicamente a los periodistas y personajes políticos o del mundo empresarial y luego los encarcelan, los destierran, los desaparecen o los matan, justificándo sus crímenes por los dichos esparcidos por la prensa aliada al régimen dictatorial.

RUBÉN ROCHA Y NOROESTE PERSIGUEN Y CRIMINALIZAN A 14 PERIODISTAS

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