En medio de mentiras, la Fiscal Sara Bruna enreda más el caso de los 66 “levantados”

Álvaro Aragón Ayala

Enredada en mentiras y verdades a medias, la Fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada alegó que las 66 personas “levantadas” en el “Culiacanazo silencioso” ocurrido el 22 de marzo ya fueron localizadas. Del grupo delictivos que perpetró el plagio masivo no dijo ni una palabra.

Así es. En conferencia de prensa acompañada del secretario de Seguridad Pública Estatal, General Gerardo Mérida, la Fiscal aportó “datos” que le abonan más a la especulación que al esclarecimiento de la verdad.

Sara Bruna dijo que del total de las personas “levantadas”, algunas de ellas podrían aún no haber regresado a sus hogares, contradiciéndose en el sentido de que “ya fueron localizadas”, aunque, para ripley, las autoridad no saben todavía dónde se encuentran.

Para aportar más a las dudas, Sara Bruna Quiñónez reconoció discrepancias tanto en la localización de personas como en las denuncias recibidas, lo cual plantea la teoría policial, según ella, que las 66 personas “localizadas” en días recientes, no fueron todas privadas de su libertad el día 22.

Incluso, deslizó la hipótesis de que algunas de ellas fueron “obligadas” a mentir a las autoridades sobre la fecha del delito, lo cual puede abrir especulaciones en el sentido de que “no todos los liberados corresponden al día 22, [podría haber] casos aislados, los liberados bajo el supuesto anterior debieron ser instruidos por sus captores para declarar que eran parte de ese evento”, expresó.

Quiñónez Estrada reconoció que tampoco han podido desactivar oficialmente las fichas de búsqueda, tanto de Alerta Amber como de Protocolo Alba de algunas de las víctimas de privación de la libertad del viernes 22 de marzo, debido a que las personas, tras haber sido, según ella, “localizadas”, no han permitido que los elementos de la Fiscalía los entrevisten o les tomen fotografías, dando a entender que la información que maneja la Fiscalía no proviene víctimas de las víctimas de los “levantones”.

La Fiscal sembró más dudas que certezas en torno al “culiacanazo silencioso”. No habló nada sobre el grupo delictivo que realizó los “levantones” ni que estuviera abierta una investigación para identificarlos y lograr su captura. Los delincuentes pueden estar tranquilos: la Fiscal no tiene interés en molestarlos, menos en detenerlos.

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