¡Es Rubén Rocha, estúpido!
Álvaro Aragón Ayala
Ubicando a todos en estatus de orates, Rubén Rocha Moya trata de sacar de la mente de la sociedad y de narrativa colectiva, de la vox populi, la mega relatoría de su posible colusión con los “poderes fácticos” y todos los temas que lo retratan como un gobernador inútil, dictatorial, que condujo a Sinaloa a la debacle social, económica y política.
“¡Es Rubén Rocha, estúpido!”, es una de las frases más repetidas por el pueblo y periodistas independientes, a quienes el gobernador no ha podido domeñar con el ofrecimiento de dinero público, expresión que ha dado pauta a una multitud de adaptaciones e interpretaciones.
En el Sinaloa real existen en carne viva “levantones”, incluso masivos; asesinatos, saqueo del presupuesto estatal, nepotismo, tráfico de influencias, espionaje, persecución política, dominio territorial de grupos del narcotráfico, nepotismo, feminicidios, una estructura gubernamental inoperante y el cartelrocharuiz.com, etcétera.
Sin embargo, con fajos de billetes, bajo la figura de “contratos de publicidad”, logró que la mayoría de los medios de comunicación minimicen o no publiquen los sucesos que impactan negativamente a su gobierno y que lo fotografían como un gobernador que sucumbió o que cogobierna con el crimen organizado.
Los sucesos y los análisis que desnudan al gobierno de Rubén no son tratados por las antiguas empresa periodísticas, sino que “vienen de afuera” o son abordados por comunicadores sinaloense independientes que ya superaron en credibilidad y alcance a quienes por años pregonaban ser los líderes de la opinión pública.
El estúpido manejo gubernamental-publicitario del “Culiacanazo silencioso” – https://vocesnacionales.com/2024/03/25/las-rabietas-del-gobernador/ , y de la aparición de narcomantas en Culiacán, revela el desespero del gobernador y el fracaso del plan rochista de “robotización informativa” de los sinaloenses. Así, es estúpido no pensar que Rubén Rocha no sea el responsable del estado fallido.