Enojo ante la propuesta de nuevo periodo en la ASE
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
¿Descaro o como se le puede llamar la propuesta de un periodo más en favor de la Auditora Superior del Estado?
Ema Guadalupe Félix Rivera dejó de ser confiable desde el momento que protegió el saqueo desmedido a las finanzas estatales de Quirino Ordaz Coppel. Una alianza de complicidad con la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado.
La legislatura estatal se perdió desde el momento que llegan a la dirección de la Mesa Directiva del Congreso una persona sin visión ni malicia política como Ricardo Madrid y un acreditado inmoral como Feliciano Castro, que se ha encargado de desplazar la autoridad de la Directiva congresista, convirtiéndose en un aliado de las ambiciones de poder del Ejecutivo Estatal.
Hay mucho que hacer en la revisión de la cuenta pública correspondiente al periodo gubernamental de Quirino Ordaz, pero se ha detenido en la ASE por instrucciones del Ejecutivo y de Feliciano Castro seguramente.
Se solapó el grave desvío de los impuestos recaudados por el convenio celebrado con el Sistema de Administración Tributaria (SAT). Impuestos que eran propiedad de la federación pero que el Estado les dio una aplicación diferente.
Esa conducta dolosa postra las finanzas estatales por un total de mil setecientos millones de pesos más los intereses que se causen, sin que el responsable sea castigado. Deuda que el Estado tendrá que pagar.
También se realizaron diversas obras y compras millonarias con dinero del Gobierno estatal y la ASE no ha dicho si hubo desvíos de los dineros públicos y tampoco se han presentado las denuncias por delitos cometidos por servidores públicos.
En el Congreso del Estado se perdieron de la oficina de Feliciano Castro un paquete de cheques que amparaban la suma de poco más de cien millones de pesos, pero la Fiscalía Estatal no ha dicho que por ese motivo haya sido llamado a declarar Feliciano Castro porque fue en su oficina donde el ladrón entró y se apoderó de los cheques.
La Auditora Superior del Estado, se prestó también a participar en el Acuerdo de la Comisión de Fiscalización para que los gastos por consumo de alimentos en restaurantes de los funcionarios del gobierno estatal permanecieran en reserva por dos años para que los particulares interesados en saber quién, donde y cuanto se gastó, quedaran sin la posibilidad de conocer esa información. Es presupuesto público y la ASE solapa su gasto.
La Fiscalía Estatal al parecer, tampoco ha llamado a declarar a Feliciano Castro sobre lo que ocurrió en el homicidio de Atilano Román, porque por ahí también se le investigaba de un cuantioso frade denunciado por el propio Atilano y que finalmente parece que ese hecho fue lo llevó a la muerte.
Una Auditora que actúa por consigna no merece que se le premie con un nuevo periodo de siete años por los legisladores estatales, ya que se ha prestado como instrumento de ataque contra las autoridades universitarias de la Universidad Autónoma de Sinaloa, llegando incluso a denunciar por delito de abuso de autoridad al Rector Jesús Madueña Molina y Robespierre Lizárraga Otero, cuando a todas luces sabe que es un delito que no tiene sustento legal y así fue declarado en la sentencia de inconstitucionalidad en los artículos impugnados de la Ley de Educación Superior de Sinaloa..
Una servidora pública que integrada en el grupo comandado por el Poder Ejecutivo conocido como la “Mafia del Poder”, que mucho daño le ha ocasionado a la moral pública del Rector y de otras autoridades de la Casa Rosalina sin fundamento legal alguno.
No merece un nuevo periodo, porque han sido mucho más los males que ha ocasionado que los beneficios a la transparencia de los recursos públicos estatales.
A servidores públicos con esa moral no se les debe premiar, porque también puede ser involucrada en asuntos de tipo penal por las denuncias que presentó ante la fiscalía estatal en contra del Rector y el entonces Abogado General de la UAS, por hechos que no eran constitutivos de delito y aun así los calificó como abuso de autoridad. Ya se verá.