Los pilares económicos del país en suspenso

Gabriel Nava

Las variables que dinamizaron la economía nacional durante los últimos meses buscarán consolidarse como un nuevo motor de crecimiento ante pronósticos y un panorama internacional que solo ofrecen incertidumbre para 2024.

El consumo interno, la vinculación con el exterior, la inversión tanto privada como pública y las remesas figuraron como los grandes impulsores de la actividad económica mexicana y fueron el soporte del ingreso de millones de familias en el país, registrando niveles récord y estableciendo un nuevo paradigma de crecimiento como consecuencia de las grandes tendencias macroeconómicas y comerciales.

Sin embargo, los pilares económicos del país se encuentran en un estado de incertidumbre al enfrentar factores externos e internos que obstaculizaran la posibilidad de alcanzar el mismo resultado registrado en 2023, aunque se prevé que puedan conservar una relativa fortaleza, explica a Reporte Índigo, Rodolfo Ostolaza, subdirector de Estudios Económicos de Citibanamex.

Al respecto, el miedo latente porque Estados Unidos, aún considerado como el centro económico del mundo, desacelere de manera pronunciada su actividad productiva, y que se reflejen los efectos de la política monetaria implementada por una gran cantidad de bancos centrales figuran como las principales limitantes para un mayor crecimiento a nivel global en este año, como lo advierte el Banco Mundial; un escenario que, paradójicamente, dio pie a que la economía nacional encontrara impulso en su interior.

“Cuando se comenzaron a realizar pronósticos del 2023, por ahí del 2021, los analistas creían que México crecería alrededor del dos por ciento; un año después, disminuyeron sus perspectivas para dejarlas cerca del uno por ciento, lo que tenía que ver principalmente con el hecho de que muchos esperaban una recesión en Estados Unidos el año pasado, que no se dio, en contraste, lo que dinamizó a la economía nacional fue el mercado interno”, señala Ostolaza.

Así, con un desempeño notable por parte del consumo, la vinculación al exterior, la inversión y las remesas, México ha logrado crecer al tres por ciento, de manera sostenida, durante los últimos tres trimestres; un resultado destacado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la calificadora Fitch Ratings y hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI), que posiciona al país en el doceavo lugar de las economías más avanzadas a nivel internacional.
Consumo interno, la clave.

El principal efecto de un mercado laboral que registra mínimos históricos en cuanto a desocupación se refiere, es el dinamismo del consumo que se realiza con el ingreso disponible, tal como sucede en el escenario mexicano; donde producto de contar con casi 60 millones de personas ocupadas, entre formales e informales, se ha logrado consolidar un gasto considerable por parte de millones de mexicanos que se refleja en un Indicador de Confianza del Consumidor posicionado en los niveles más altos de los últimos años, según se observa en los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“Anticipamos que la demanda interna continuará mostrando dinamismo en 2024, impulsada por las mejoras en ingreso laboral, el crecimiento del empleo formal, y el cambio en los patrones de comportamiento de los hogares hacia un menor ahorro financiero”, anticipa BBVA Research sobre el consumo en el país.
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