‘Continuum’ subnacional

Javier Rosiles Salas

Si las elecciones de 2018 fueron de realineamiento electoral, de discontinuidad, las de 2024 serán de prolongación. Los comicios de 2018 significaron múltiples alternancias en los estados, en tanto que las de 2024 se caracterizarán por la continuidad de las marcas partidistas en el poder. No se asoman en el horizonte cambios radicales en los grupos dominantes que actualmente gobiernan las nueve entidades cuyos mandos ejecutivos están ya en juego.

En el nivel federal todo apunta a la continuidad del proyecto de la llamada Cuarta Transformación. Andrés Manuel López Obrador impulsó un movimiento que finalmente triunfó hace cinco años y que se ha caracterizado por un gobierno sostenido en un ABC: austeridad, combate a la alta burocracia y corrupción. La narrativa sigue siendo atractiva.

Claudia Sheinbaum no es, desde luego, López Obrador, pero la inercia del líder carismático corre en su favor. En los dos polos que disputarán la Presidencia en 2024 hay fracturas e inconformidades, pero está claro que las fricciones afectan más al conglomerado opositor, una unión de por sí ideológica e históricamente antinatural.

En las nueve entidades en las que se disputa la gubernatura es posible pronosticar la continuidad en los gobiernos. Esto da como resultado cinco estados y la Ciudad de México para Morena, dos entidades para el PAN y una para Movimiento Ciudadano. La ciudadanía le dará su respaldo mayoritario a las actuales configuraciones de poder en el nivel subnacional.

Morelos se convirtió en un punto rojo para Morena cuando la senadora Lucy Meza renunció, acusando al gobernador del extinto partido Encuentro Social y exdelantero del América Cuauhtémoc Blanco de vetarla para sucederlo en el cargo. El asunto para la oposición es que es de tal manera débil y falta de figuras en ese estado, que convirtió de inmediato a su otrora rival en su candidata. La exdirectora de la Lotería Nacional Margarita González Saravia mantendrá Morelos para Morena.

Además de Morelos, Veracruz es la otra entidad en donde una mujer se colocó en el primer lugar del ejercicio estadístico que realizó el partido del presidente. Ahí la exsecretaria de Energía Rocío Nahle garantiza la continuidad morenista tras el gobierno de Cuitláhuac García.

Hay tres casos en donde Morena colocó a una mujer pese a que no fue la mejor posicionada en las encuestas, esto para cumplir con la cuota de género establecida por el INE y ratificada por el Tribunal Electoral. En Guanajuato, Ricardo Sheffield cedió su lugar a Alma Alcaraz, en tanto que en Jalisco la serie de encuestas fue ganada por Carlos Lomelí, pero tuvo que dar su lugar a Claudia Delgadillo. Ambos estados no serán ganados por Morena: el PAN acumulará casi cuatro décadas gobernando Guanajuato y MC 12 años en Jalisco.

Hay una diferencia en la Ciudad de México, cuyo triunfo es estratégico para López Obrador, la exjefa de Gobierno Sheinbaum y desde luego Morena: Omar García Harfuch triunfó con mucha claridad en las encuestas del partido: 40.5% frente al 26.5% del segundo lugar, la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada, quien finalmente será la candidata. Aunque las fricciones fueron notorias y continuarán en los meses –e incluso años– que vienen, Morena logró evitar la fractura.

No ocurrió lo mismo en el frente opositor, cuyas divisiones permiten anticipar su derrota en la Ciudad de México en 2024. Adrián Rubalcava, alcalde con licencia de Cuajimalpa, renunció al PRI una vez que se supo que sería el panista Santiago Taboada el próximo candidato de la alianza a la jefatura de Gobierno.

Los señalamientos de Rubalcava estuvieron subidos de tono, no sólo en contra del líder nacional de su partido, Alejandro Moreno, sino también en contra del PAN y PRD y su virtual candidato: “no entiendo cómo se prestaron, teniendo un candidato triunfador, en una negociación en donde impulsarán a alguien que tiene vínculos con el crimen, que tiene imputaciones y que lamentable hoy sabemos que ya aquellos que han sido detenidos han reconocido su culpabilidad de la construcción de inmuebles irregulares”. La Ciudad de México acumulará 33 años de gobiernos electos de izquierda.

LO ÚLTIMO

Puebla fue también un estado complicado para la dirigencia nacional morenista. Los resultados de las encuestas fueron muy cerrados y acabó ganando el senador Alejandro Armenta, quien había sido descartado por el consejo estatal y tuvo que ser “resucitado” por Mario Delgado para que pudiera ser considerado en el proceso de selección. Pese a todo, habrá continuación.

Chiapas, gobernado por Rutilio Escandón, y Tabasco, por Carlos Manuel Merino Campos, son dos estados del sur del país en donde el triunfo de Morena aparece como garantizado. En el primero fue el senador Eduardo Ramírez quien se posicionó como el mejor candidato según las encuestas, con un 16.2%, mientras que en la tierra del presidente y de su exsecretario de Gobernación Adán Augusto López la candidatura será para Javier May, exdirector de Fonatur y exsecretario de Bienestar.

Yucatán, por otro lado, será uno de los pocos logros que podrá presumir la dirigencia nacional panista encabezada por Marko Cortés. Morena decidió que su abanderado sea Joaquín “Huacho” Díaz Mena, quien competirá por tercera vez por la gubernatura: ya lo hizo en 2012 por el PAN y en 2018 por Morena. La continuidad del gobierno de Mauricio Vila Dosal, sin embargo, aparece como el resultado más probable.

Las elecciones de 2024 darán continuidad a todos los gobiernos subnacionales que están ya en pugna: seis de Morena (Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz), dos del PAN (Guanajuato y Yucatán) y uno de MC (Jalisco). Esos son los pronósticos; no se avizoran sorpresas. Ojalá que las hubiera.

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