Roxana quiso engañar a Rocha, pero le tronó
Juan Manuel Partida Valdez
Relataremos hoy la triste historia de la traidora Roxana Rubio Valdez, que quiso engañar a Rubén Rocha Moya pero le tronó.
Desde el propio consejo directivo estatal del PAN nos informan sobre el galimatías que sigue siendo lo del voto de censura contra el exgobernador Mario López Valdez, en julio pasado.
Que doña Roxana convino desde entonces su apoyo a favor de Malova, pero en lo oscurito porque el góber le había expresado públicamente su odio “jarocho”.
Versiones contradictorias vimos inmediatamente sobre esa asamblea de julio, y se acaban de repetir en otra reunión celebrada hace apenas unos días, este sábado 18.
A la hora de aprobar el acta de la sesión anterior, Roxana hizo circo, maroma y teatro para decir que durante la reunión de julio no pasó lo que pasó.
Que lo del voto de censura contra Malova debía borrarse del acta porque no había quórum.
Roxana acordó eliminar cualquier información sobre Mario López Valdez, y nombró una comisión que investigue lo que sucedió en aquella asamblea previa.
Con el detalle de que este sábado plantearon de nuevo el rechazo a una candidatura de Malova, y hubo un pronunciamiento a favor de la censura.
Dice el dicho que el que tiene dos amos con alguno queda mal, y se lo aplicaríamos a la dirigente estatal del PAN, pero por partida doble.
Los “orejas” dentro del PAN le llevaron de inmediato la información a Rubén Rocha.
Por eso le reprochan a la dirigente panista, al darse cuenta que lo único que a ella le importa es el maldito y cochino dinero.
Ahora, apaleada y con mirada triste, Roxana busca a quién culpar de sus propias incapacidades acentuadas por esa ambición desmedida que la ha caracterizado a su paso como diputada local y como dirigente del blanquiazul.
Para ser vendido y desleal también se requiere inteligencia, y en este caso está ausente.
ALEJANDRO SICAIROS, UN MERCENARIO SINVERGÜENZA
Lastima y ofende encontrar remedos de periodistas como Alejandro Sicairos, convertido en un mercenario sinvergüenza.
Igualito que el gobernador Rubén Rocha Moya, que se presume honesto, Alejandro se jacta de ser un ejemplo de moralidad periodística.
Ya hemos cuestionado su proceder en este espacio, y lo hacemos hoy de nuevo porque sería un error permanecer indiferente ante el descaro con el que Sicairos degrada nuestro oficio.
Todos tenemos derecho a cometer errores, pero los de Alejandro son perversiones con cargo al dinero del pueblo.
Una y otra vez, opera como vulgar marioneta del tercer piso.
Recuerdo que en una de sus semaneras, el gobernador repudió con dureza a la revista Espejo, de la que Alejandro es director.
Sicairos ni pío dijo.
En lugar de reclamar, recurrió a su vicio de bajarse los pantalones y agacharse.
Hoy todo es amor y paz, con una que otra simulación que a nadie engaña.
Convertido en gatillero, Alejandro asume esa misma doble moral de su patrón.
En la UAS, todos o casi todos son corruptos; si el gobernador lo dice, será nota destacada.
En el gobierno, todos o casi todos son bien honestos; y se ignoran montones de raterías, con pruebas irrefutables.
“Eres mi héroe, papá”, es la consigna de este mercenario a favor del gobernador más corrupto de la historia de Sinaloa.
Y ni tantita pena le da, al desvergonzado.