Estamos en riesgo fiscal latente: Héctor Cárdenas

Álvaro Aragón Ayala

La Reserva Federal de los Estados Unidos no subió su tasa de interés y lo más seguro es que en diciembre tampoco la aumenten. La “parálisis” repercutió en el aumento de demanda por nuestras inversiones donde continuamos siendo los que mejor pagamos, todavía 11.25 por ciento, situación que vuelve a fortalecer nuestro “superpeso”, quedando el viernes en 17.46 pesos y en Banamex 17.89 pesos, declaró Héctor Cárdenas Rodríguez, quien, además, planteó el riesgo fiscal latente que se vive en México.

El delegado en Sinaloa de la Asociación Nacional de Centros Cambiarios dijo que la decisión de no incrementar la tasa de interés en EU estuvo propiciada principalmente porque las nóminas no agrícolas aumentaron menos de lo esperado, y el desempleo, allá, subió a casi un 4 por ciento, por lo que el crecimiento de los salarios se desaceleró, lo que produjo una leve demora de su economía. “Aun así la economía de EU sigue creciendo, y nos jala, nos levanta”, expresó.

Estableció que a la par de la “parálisis” de las tasas de interés “también el dólar se depreció frente a las 6 divisas con las que se compara de países desarrollados. En el índice Bloomberg igual bajó 0.7 por ciento; el peso mexicano sigue sobrevaluado y perjudicando nuestra economía”.

Sin embargo, Cárdenas Rodríguez puntualizó que “el señor de señores” presumió lograr un peso fortachón, y alardeó de los números macroeconómicos logrados, cuando éstos los traemos desde hace varios sexenios, y con peligro de desestabilizarlos el próximo año por tanto despilfarro y con más deuda.
“Presumió también un crecimiento del PIB de 3.3 por ciento. Sí, es cierto, pero no especifica que esto es gracias a que se toma en cuenta la construcción del tren maya y la refinería, obras completamente improductivas”, añadió.

“Y si estas obras llegan a producir dividendos será mínimo a 20 años, pero por lo pronto estarán en duda. Solamente el AIFA ya gasta un subsidio de más de mil millones de pesos al año. Y no menciona el sector terciario o de servicios que es el más importante donde sólo se crece un 0.6 por ciento, y esto es grave ya que es el que marca la fortaleza del PIB. En manufactura también estamos estancados, ésta disminuyó -0.6 puntos respecto a septiembre”, explicó.

Pero hay más- dijo- pues “las exportaciones han caído en los últimos doce meses. Con lo anterior nos damos cuenta que el superpeso en lugar de ayudarnos, nos perjudica. El paquete presupuestado para el próximo año solo representa un grave desequilibrio y peligro para las finanzas públicas y para nuestra economía. No representa ninguna esperanza de crecimiento, ni de mejorar la economía ni la vida de sus habitantes”.

Consideró que “se deberían de aumentar las infraestructuras productivas, y distribuir los gastos sociales sólo a donde sean necesarios. También se debe de disminuir la dependencia del petróleo. Hasta hoy PEMEX no ha caído en impago por tanto subsidio del gobierno. Pemex es el principal daño de las finanzas públicas, y seguirá siendo mientras no le pongan atención a su reestructuración. Solo la refinería que no produce se lleva todos los recursos, y nos deja un riesgo fiscal latente”.

El delegado en Sinaloa de la Asociación Nacional de Centros Cambiarios sostuvo que “mientras en México no tengamos una reforma fiscal que estabilice y de confianza a los inversionistas nuestra economía no mejorará. Aunque ya por los tiempos electorales que ya están, esto sería lo primero que se debe tejer en el próximo sexenio. Ya que si los gastos predominan si corre mucho riesgo nuestra estabilidad macroeconómica”.

Para colmo, agregó Héctor Cárdenas, “tuvimos a Otis en Acapulco; el gobierno no sabe que hacer, no se asesora con los que saben, con los que ya han vivido estas catástrofes, con los mejores arquitectos, con los mejores empresarios, etc. La recuperación de esta destrucción, costará más de 300 mil millones de pesos, no tanto como el tren maya, y menos que dos bocas, pero para esta devastación, no hacen nada valioso o sustantivo, puro show”.

“Las viviendas de la gente pobre deberían de financiarlas a fondo perdido, no cobrar prediales, mínimo por unos dos años, en general llevar a cabo un trabajo social por parte del gobierno y ciudadanía, diseñar un programa real y especifico de recuperación y reconstrucción, y actuar rápido. Hay mucho que hacer, pero se necesita voluntad”, finalizó

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