Labastida: Movimiento Ciudadano debe definir si está con la oposición o es “esquirol”

Dalila Escobar

La sucesión presidencial en 2024 exige definiciones que aún podrían causar sorpresa. En ese contexto Movimiento Ciudadano (MC) se ha convertido en pieza codiciada por la alianza opositora en busca de acercarse en votos a Morena, así lo advierte el excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa. 

“Movimiento Ciudadano tiene una responsabilidad con la oposición o tiene que reconocer que sí le está haciendo el juego a López Obrador, que es el esquirol”, considera.

Quien asegura haber atestiguado la indolencia del presidente Andrés Manuel López Obrador ante los desastres naturales en otros momentos de sus gestiones de gobierno, Labastida pasó a la historia como el primer candidato del PRI en perder una elección presidencial después de 70 años de ese partido en el poder.

“(MC) está yéndose, no con el mejor postor, se está suicidando. Le está haciendo daño a las fuerzas, digamos, independientes o a la oposición. Y se está haciendo daño a sí mismo. Entonces, que de una vez declare su compromiso con Morena y que se vaya para allá”, expone quien fue el secretario de Gobernación y de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en el gobierno de Ernesto Zedillo. 

También secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal con Miguel de la Madrid, y gobernador de Sinaloa (1987-1992), Labastida recuerda que el partido del senador Dante Delgado Rannauro, por el momento, sólo ha planteado dos posibilidades para competir por la Presidencia: Samuel García, quien recientemente solicitó licencia a su cargo de gobernador de Nuevo León, o Marcelo Ebrard, quien perdió la encuesta interna de Morena ante Claudia Sheinbaum.  

Labastida. Reflexiones incómodas sobre López Obrador. Foto: Eduardo Miranda

El político sinaloense recibió a Proceso en su casa en Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, donde lo primero que muestra es una hoja con los resultados de la elección de diputados federales por bloques en 2021, donde se observa que, si MC, que tuvo tres millones 449 mil 981 votos, se hubiera sumado al PRI, PAN y PRD, que lograron 19 millones 477 mil 887, habrían ganado a Morena y aliados, que obtuvo 21 millones 25 mil 742 sufragios.  

“¿Qué hubiera ocurrido en 2021 si Movimiento Ciudadano se suma a la Alianza?, tiene 48.4% de votación y súmele 8% de lo que se llama el ‘bono de gobernabilidad’, que se le dan al grupo que tiene el mayor el porcentaje de voto efectivo”, contra 44.3% con el que ganó Morena… Por supuesto que le hubieran ganado” en la Cámara de Diputados, dice.  

Para el exmandatario sinaloense lo anterior significa que la oposición hubiera tenido mayor fuerza para dificultar la aprobación de las reformas que Morena impulsa, sobre todo en un contexto en el cual el presidente López Obrador busca ganar las dos terceras partes del Poder Legislativo en 2024.

De lo contrario, advierte, la próxima Presidencia, de ser de Morena, quedará atada de manos para avanzar en reformas, por ejemplo, la judicial y la electoral –con algunos pendientes– y la de la Guardia Nacional que no pasaron en este sexenio.   

Crítica y defensa al PRI

Francisco Labastida defiende a su partido, el PRI, y celebra que busque la alianza con el PAN –partido ante el cual el priato por primera vez perdió la Presidencia­–. 

Sobre esta unión que algunos califican como la del agua y con el aceite, el excandidato presidencial justifica que es “por la necesidad, porque están escogiendo el mal menor”.

Labastida también reconoce a un PRI que se hundió y está tratando de mantenerse mediante esta alianza opositora a Morena. Así que ve a un PRI que cometió errores y excesos. 

“Pero si quiere ser un partido vigente y presente, tiene que pasar por un proceso de autocrítica”, que a su vez debe ir por la actual dirigencia nacional, la de Alejandro Moreno Cárdenas, asegura. “Después de que (Alito) toma el poder y hace lo que hace, lo hunde; ahora lo está sacando (al partido) gracias a esta alianza”. 

Ebrard o Samuel. Las cartas de MC. Foto: Miguel Dimayuga y Germán Canseco

Francisco Labastida también destaca las instituciones creadas por el PRI: “¿No hicimos algo bueno? ¿No creamos las grandes instituciones?, el Infonavit, el programa de vivienda, el programa del seguro, la calidad y extensión del sistema educativo, la construcción de la infraestructura, etcétera, etcétera… ¿No lo hicimos? También lo hicimos. Entonces, hemos hecho cosas buenas y malas”.  

Tras esa reflexión, Labastida regresa a la posición de Alito: “Es muy mal presidente (del partido), y lo he dicho públicamente en varias ocasiones. Le quitó facultades al Consejo Político Nacional y él las asumió; por ejemplo, el Consejo Político Nacional tenía las facultades de decidir quién iba a ser el candidato, ahora es el presidente del partido; además prolongó su periodo como dirigente, pero al margen de eso tuvo un acierto: unirse con el PAN y con el PRD. O sea, es que en política no todo es bueno, no todo es malo”.  

Además de la autocrítica, Labastida insiste en que también se le debe cuestionar al gobierno federal sobre los resultados que está dejando, más allá de sólo intercambiar descalificaciones. 

Alito. “Mal dirigente”. Foto: Montserrat López

 “López Obrador ejerce una influencia, y me parece que los partidos de oposición están jugando una estrategia o están utilizando una estrategia equivocada. Se concentran mucho en la discusión del personaje en lugar de lo que es importante: ¿cómo es el gobierno? 

“Porque si uno dice: a ver, cómo estamos en seguridad pública, es un rotundo y total fracaso; el gobierno va a cerrar con más de 250 mil homicidios, nunca se había presentado esto en México, es muy grave, con una exportación de drogas que está causando más de 100 mil muertes por sobredosis en Estados Unidos al año”, sin mencionar, agrega, la inflación en diversos territorios de México que causan las extorsiones del crimen organizado.

El séptimo año del sexenio

“Los partidos están cayendo en una trampa mediática (del presidente), es decir, concentrar la discusión sobre el personaje y no sobre los problemas del país. Al final de cuentas, ¿qué le importa a los mexicanos? Estar mejor, y no si el señor le sacó la lengua a alguien o habló mal de alguien, o si le dijo que era de la mafia o cosas por el estilo, o si defiende a Movimiento Ciudadano porque este no quiere hacer alianza con nosotros”.  

Sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador, el priista de 81 años tiene una serie de opiniones sobre su gobierno, su persona y sobre cómo pasará a la historia.  

En la misma oficina donde Labastida ofreció la entrevista a Proceso, y donde muestra con orgullo la bandera que su familia ha atesorado por décadas y que “fue rescatada de manos de los franceses por mi bisabuelo”, fue donde cenó López Obrador en tres ocasiones, cuenta.  

Labastida negó que fuera él quien intentara convencerlo de aceptar el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). “No, quien manejó todo eso fue el secretario de Hacienda, José Ángel Gurría”, dice. 

También recordó la anécdota por la que consideró nunca más volver a reunirse con el tabasqueño, en 1998.  

“Él (López Obrador) cenó en esta mesa en tres ocasiones junto con Cuauhtémoc (Cárdenas, entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal) y con el director de la Comisión Nacional del Agua porque teníamos una discusión muy fuerte sobre un riesgo muy grave que existían en el Gran Canal. 

“Después de la primera sesión de cuatro horas y media, en la que no llegamos a ningún acuerdo, yo traté de establecer un clima más propicio y le propuse a Cuauhtémoc que nos reuniéramos cuatro personas nada más, y para mi sorpresa llegó con él (López Obrador)”.    

AMLO. “El séptimo año, el más difícil del presidente”, advierte Labastida. Foto: Octavio Gómez

En ese entonces la posición del hoy presidente fue lo que Labastida consideró un argumento erróneo: “Venían las lluvias, y entonces eso iba a generar un problema, se iba a romper el Gran Canal, se iba a inundar Chalco y parte de Nezahualcóyotl e Iztapalapa. 

“Calculaban que el agua podía llegar hasta el Zócalo de la Ciudad de México. Entonces, (AMLO) dijo: ‘Bueno, pero también llueve en el Estado de México, pues que lo arreglen ellos’, y los técnicos del Departamento del Distrito dijeron: ‘Oigan, es que son nuestras bombas y es nuestro canal; ellos (los del Edomex) no tienen por qué meterse a hacer obras aquí’. Entonces, les dijo el director de la Comisión del Agua: ‘Oigan, si se meten ustedes, los pueden hasta demandar, no son bienes de ellos’”.  

Labastida recuerda que se impresionó mucho por “la falta de humanidad, por el que no le preocupara que iba a haber muertos, que iba a haber heridos, que se iban a perder casas, coches, muebles. Y que fuera tan terco y discutiera de cosas que no sabe y que no cambiara, que no escuchara”. 

Ante ese escenario, y después de las tres sesiones y una más en su casa, decidió no volverlo a ver o reunirse con él “nunca más”, asegura el priista.  

Para Labastida, López Obrador es “un mago en desviar la atención, en negar los problemas. Tiene un programa dentro de las mañaneras que le llama Impunidad Cero, ¿sabe cuánto tenemos de impunidad? 99% y le llama impunidad cero”, además de que afirma tiene un manejo de medios muy eficiente con las mañaneras que, sin duda, ha sido importante.

El secretario de Energía con Miguel de la Madrid, dice que la gestión de López Obrador podrá evaluarse hasta que se vaya. “Hay una frase muy usada en política: el año más importante de un sexenio es el séptimo, porque es cuando lo juzgan y ya no tiene poder, ya no está. 

“Yo creo que se le va a recordar el millón de muertos del covid-19, los muertos por la inseguridad; además del retroceso en salud, etcétera. Ese va a ser, digamos, un recuerdo de él, de su gobierno”.  

En torno a la popularidad de López Obrador, lo comparó con Carlos Salinas de Gortari: “¿No ha ocurrido antes en México? ¿Qué ocurrió con Carlos Salinas?, estaba acá (arriba) en popularidad y cayó. Ahí me tocó decirle a Carlos Salinas y a Zedillo el problema que van a tener al inicio del gobierno”. 

Labastida también habla del presunto pacto que el político tabasqueño hizo con su antecesor: “Peña hizo un acuerdo con López Obrador para que llegara López Obrador”.

–¿A cambio de qué? 

–De impunidad. 

–¿Por los actos de corrupción en su gobierno?

–Pues sí… ¿o no?  

Un hecho que le reconoce al mandatario mexicano es que ha cumplido con uno de los cuatro elementos que define Naciones Unidas para que la población suba su nivel de vida: “El salario tiene que crecer más rápido que la inflación, que esa política es, quizá, la única que este gobierno ha tomado bien. 

“No se lo discuto, por honestidad intelectual hay que reconocerlo”, pero Labastida afirma que AMLO incumple con la calidad en el sistema de salud y educativo.

El excandidato presidencial cuestiona “la injerencia de López Obrador en el proceso de sucesión, que llega a tal nivel que no sólo va a decidir quién es, sino que además –como también lo hacía el PRI– le está haciendo el plan de gobierno”.

Aunque considera que el próximo mandatario o presidenta no va a seguir al pie de la letra las órdenes del tabasqueño. “Las gentes cambian en el momento en que se ponen la banda presidencial”, acota.

Finalmente, Labastida sentencia: “Hemos tenido cuatro presidentes muy malos en los últimos 50 años: (Luis) Echeverría, (José) López Portillo, (Enrique) Peña Nieto y el actual (López Obrador)”.

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