El error de Rocha: romper con Cuén

Jose Luis López

Generalmente todos los políticos cometen errores, pero indiscutiblemente hay algunos que son rutas y hasta destino de sus trayectorias y desempeños, como el que creo que ha cometido el gobernador Rubén Rocha Moya con respecto a Héctor Melesio Cuen, que de aliado estratégico electoral pasó a convertirse en enemigo y después en razón de su gobierno.
Dicen que cuando se nubla la vista, después del primer error vienen otros hasta convertirse en una cadena de errores que su vida la convierten en un calvario, como si ese fuera el motivo de su existencia.
Así parece que esta ocurriendo con haber convertido a Héctor Melesio Cuen, de amigo y aliado al enemigo predilecto cuando muy bien pudo el gobernador haber unido esfuerzos y liderazgos para resolver los problemas de Sinaloa y no andar como anda ahora, por ejemplo, el secretario de salud.
Si, el que no encuentra dinero por ningún lado, rogando a dios que le den del gobierno federal y el secretario de finanzas de Sinaloa, para poder concluir los hospitales, tanto el General como el Pediátrico de Culiacán, que dejó Quirino Ordaz, quien inauguró puros cascarones, pero claro, fueron incapaces de decirle nada.
¿Ud. cree que esos hospitales seguirían igual si Héctor Melesio Cuén se hubiera mantenido como secretario de salud y no lo hubieran expulsado el gobernador del cargo?
¡Pues claro que no! Es casi seguro que ya estarían funcionando desde hace rato, tanto por el conocimiento de la cúpula nacional de gobierno como por el activismo del ex-rector y no andar atendiendo a medias la secretaria de salud.
Perdió el gobernador Rocha un aliado político por su debilidad de líder al acceder al canto de las sirenas y sirenos que lo rodean y no evaluar el costo beneficio de su decisión, un líder social y un funcionario de primer nivel.
No, prefirió que le ganaran las fobias y los rencores ajenos acumulados por múltiples frustrados, incapaces e incompetentes que arribaron al poder como si esa fuera la meta de una lucha social que encabezó el gobernador.
Perdió la cabeza y perdió el horizonte, al extremo que prefirió abrir una guerra con la UAS que ha resultado la peor ruta política en la que tendrá los peores resultados.
Pero ademas comete el error de creer que tiene el tiempo de cuatro años mas, cuando sabe perfectamente que solo restan seis meses donde se puede sellar el destino de su sexenio.
Pareciera que pretendió engullirse el pastel de un solo bocado, como si no hubieran cientos de frentes de trabajo y esfuerzos donde necesitaba de todos, como para no confrontar con nadie e incorporar todos las fuerzas.
Quizás contribuyó demasiado a ello la vocación del PRI con el que se alió, quizá la fracción mas voraz de aquel partido y menos creativa y hábil en el ejercicio del gobierno. Muy buenos para hacer fortunas personales pero muy malos para construir sociedad.

Así las cosas, el gobernador de Sinaloa dentro de cinco meses ya estará cumpliendo el primer tercio de su gobierno y si le fuera posible recapacitar de lo que ha ocurrido y no, ojala y no profundice mas la ruta y destino que ya ha trazado.

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