‘No hay que tocar la ley orgánica’: Raúl Contreras Bustamante

Laura Toribio

Raúl Contreras Bustamante se dice convencido de que el mecanismo a través del cual se designa al Rector de la máxima casa de estudios, establecido en la Ley Orgánica de 1945, y que le da a la Junta de Gobierno esta responsabilidad, ha generado estabilidad en la institución y no hay razón para modificarlo.

Entre 1933 y 1945 fue la época de más inquietud y la más aciaga de la historia de la Universidad, caían directores y rectores porque se politizaba, llegaban a los cargos académicos no serios, sino gente que se dedicaba a las campañas”, indicó el director de la Facultad de Derecho de la UNAM.

A los serios, dijo, no les gustaba meterse en los problemas para no involucrarse en ese tipo de cosas.

Vino después, ante esos desórdenes, una convocatoria del presidente Ávila Camacho, quien convocó a los exrectores y a un grupo de juristas y salió esta ley que está vigente. Establece a la Junta de Gobierno como un órgano de democracia indirecta, porque los integrantes de la Junta de Gobierno son electos por el Consejo Universitario; ha venido funcionado así desde entonces y la Universidad ha tenido una gran estabilidad”, sostuvo.

Contreras Bustamante, quien está al frente de un semillero de distinguidos juristas e investigadores desde 2016, –y que en 2022 fue elegido para un segundo periodo– consideró que, en una institución académica como la Universidad Nacional, la estabilidad, la paz social, y el trabajo continuado son valores que deben preservarse.

Entonces la Ley Orgánica, los universitarios la conservamos ahí como un símbolo jurídico que nos ha dado estabilidad y que consideramos que no hay que tocar”, insistió.

Con el proceso de sucesión en la UNAM en puerta, Contreras Bustamante reconoció, sin embargo, que cada cuatro años se abren las tentaciones y las “aspiraciones legítimas, y otras no tanto, de influir en el proceso”.

Lo veo como un proceso normal de cada cuatro años, siempre cada cuatro años es un proceso que genera cambios. Todos los cambios generan incertidumbre, que de alguna manera la Universidad Nacional tendrá que saber procesar dentro de su legislación autonómica y dentro de sus usos y costumbres autonómicos. Tendrá que procesarlo como siempre, haciendo prevalecer los intereses de la Universidad ante todo”, dijo.

LA AUTONOMÍA NO ES UNA DÁDIVA

El doctor en derecho expresó que la autonomía de la Universidad no es un privilegio o una dádiva, sino el atributo más importante que tiene una institución de educación superior pública, que ha costado mucho trabajo lograr y mantener, y que da las condiciones para que exista libertad de cátedra, investigación y difusión de las ideas, sin sesgo ideológico o político.

La autonomía, primero que nada, fue una conquista y no un regalo. Siempre la lucha es cuando lo que se dice o se investiga o se difunde no le gusta al poder, molesta; entonces, siempre ha sido un poco la lucha, a lo largo de siempre, que las universidades estén al servicio del poder, y la lucha de las universidades, es decir: ‘somos una institución del Estado, pero no estamos al servicio del poder, estamos al servicio de la sociedad’”, afirmó.

A pregunta expresa, consideró que las opiniones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la Universidad y su derechización, deben ser tomadas sólo como eso.

Cuando viene eso, les digo: ‘a ver, no se llamen agredidos, analicen lo que dice y a lo mejor en lo que dice lleva algo de razón y a lo mejor está equivocado y nosotros tendremos que procesar esas ideas’. Yo nunca he tomado (sus dichos) como atentar contra la autonomía; el Presidente de la República es un universitario, estudió en la Universidad y su opinión es importante, ocupa la magistratura más importante del país. Siempre es interesante escucharlo y siempre es motivo para generar dentro de la Universidad debate de análisis”, aseguró.

La autonomía, agregó, siempre estará sujeta a una relación dialéctica y, como todo, debe estar sujeta a límites y a procurar que las decisiones se puedan inclinar hacia los intereses de cada quien.

En este punto, recordó que en actual gabinete hay muchos egresados de la Universidad, como el secretario de Hacienda; la secretaria del Trabajo; el secretario de Salud; el fiscal General, quien tiene un doctorado, y el director general del IMSS, quien obtuvo una maestría.

UN RECTOR QUE DEFIENDA LA AUTONOMÍA

Hasta el momento nadie ha levantado la mano para la Rectoría. Sin embargo, ¿cómo cree que debería ser el próximo rector?

Ante todo, un férreo defensor de la autonomía universitaria: la autonomía es el valor supremo de la UNAM que le ha permitido construirse como la mejor del país y una de las primeras del mundo. Deberá impulsar que la UNAM siga forjando a los mejores profesionistas, útiles a la sociedad, con gran conciencia social, convencidos de poner sus conocimientos para tratar de resolver los grandes problemas nacionales. Seguir demostrando que podemos dar educación masiva, sin demeritar la excelencia educativa”, respondió.

Contreras Bustamante visualiza a un rector que coordine y armonice los esfuerzos de la gran comunidad universitaria para mejorar su reconocimiento y prestigio internacional.

Hay que proponerse que la UNAM llegue a estar considerada entre las primeras 50 universidades del mundo. Sí es posible; ya tenemos varias carreras de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades entre las primeras 30 del mundo y Derecho está en el lugar 26”, destacó.

Pero, además, opinó que el nuevo jefe nato de la institución tendrá que impulsar que la Universidad esté a la altura de los grandes cambios tecnológicos.

La educación híbrida y en línea nos ha demostrado que podemos atender a un mayor número de estudiantes. Para ello se necesita analizar cómo mejorar las condiciones en que estudian los jóvenes y dignificar la labor de nuestros académicos”, indicó.

También, abundó, deberá impulsar el deporte como actividad complementaria, indispensable para la salud física y mental de los estudiantes universitarios, así como un mayor acercamiento a las actividades culturales que desarrolla la UNAM, lo cual, además, fortalecerá su sentido de pertenencia a la institución.

EL FARO DE LA CIENCIA JURÍDICA

Con siete años al frente de la Facultad de Derecho, Contreras no duda en señalar que ésta volvió a ser el faro a nivel nacional de lo que es la ciencia jurídica.

Tenemos seis años estando entre las primeras 50, y hemos venido cada año mejorando y esperamos poder mantener ese ritmo, estamos atendiendo al 40% más de alumnos que cuando yo entré de director”, mencionó.

Como parte de las innovaciones, refirió que se está creando un nuevo perfil de egresados, en el que se están formando abogados más mediadores y conciliadores, en lugar de litigantes y pleitistas, tomando en cuenta que la sociedad mexicana está ya muy confrontada.

Hemos abierto muchas nuevas especialidades que tienden a que el conocimiento ya no sea tan vertical, tan jurídico, sino más horizontal, en donde participe todo el mundo. Tenemos un alumnado mayoritariamente de mujeres; quedan algunas cosas pendientes”, dijo.

Reconoció que no pueden hacer que los cambios sean tan rápidos, por ejemplo, en la cuestión de igualdad de género.

Es un tema que lo empezamos a desarrollar desde que llegué. Derecho fue la primera facultad que tuvo una Comisión de Género en la UNAM y es una facultad donde se discuten la ideas, donde las jóvenes son inquietas, donde prevalece el diálogo y la discusión más que la fuerza y la presión, porque hay la voluntad política”, resaltó.

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