El PAS, Cuén Ojeda y las tragedias
José Luis López Duarte
No sé yo quién, además del PAS, PRD y los ayuntamientos de Culiacán y San Ignacio, reaccionaron en tiempo y forma ante los daños que provocó el ciclón Nora a los sinaloense, y tan solo por ello son meritorios los esfuerzos de estás instituciones y líderes.
Es espectacular el resultado que han presentado el PAS y su líder Héctor Melesio Cuén, como modesto es el que presentó el PRD, sin embargo los dos son valiosos porque cuando se trata de ayudar lo que sea es bueno, como decía mi madre.
Nunca piense que a cualquiera le va a resolver sus problemas, porque a nadie podrás, pero siempre piensa que con lo que aportes en algo vas a ayudar a todos, así es la solidaridad y que bueno que el PAS y el PRD, así como los presidentes de Culiacán y San Ignacio, Jesus Estrada Ferreiro e Iván Ernesto Báez, lo promuevan.
Lo triste de este cuadro somos todos los que faltamos y no aportamos nuestro granito de arena, actuando, en el mejor de los casos, como simples observadores y, en el peor de los casos, como se dice coloquialmente, “buscándole chichis a las culebras” denostando contra el PAS y Héctor Melesio Cuén, o burlándose algunos del PRD cuando hacen esfuerzos extraordinarios de sus flaquezas para levantarse y sobrevivir.
Hoy en día, en buena medida, la vida es una tragedia permanente por tanta necesidad insatisfecha, ante la que duelen conductas como la de nuestro presidente López Obrador, que ante 17 enfermos ahogados en un hospital del IMSS en Tula, Hidalgo, no hay la sensibilidad de agarrar un helicóptero y de inmediato colocarse allá, ver la tragedia y, por lo menos, tomar las manos de las familias que sufren. O la de muchos como nosotros, que en las redes dedicamos tiempo y espacio para la sorna y los malos chistes de unos y otros.
No nos da vergüenza no hacer nada y, además, la crítica politizarla de manera interesada sin ir a la sustancia de los hechos, tan concretos como la vida misma.
Lo digo de manera pública y directa: Hay un enorme dolo cuando no se reconocen los esfuerzos de los demás, como los que ahora realizan el PAS, el PRD, Cuén, Estrada y Báez.
En la vida hay quienes creen en el gran sueño de realizar lo nunca hecho por nadie y son incapaces de ver qué la vida es siempre la acumulación de las pequeñas cosas, que quizás nunca sabrá nadie de qué tamaño fueron, por eso todo lo bueno que veremos en la vida de las personas debe reconocerse, aunque no nos agraden o nos hayamos sentido agraviados alguna vez.
En una ocasión me preguntaron que si sabía el nombre de “El Pípila”, y dije que no lo sabía, pero si sabes quién fue y qué hizo, me volvieron a preguntar, pues sí, contesté, y siempre se me grabó que todos podemos hacer grandes cosas, y a los que las hagan hay que reconocérselo.