Los damnificados y el contrato social del PAS
Richard Lizárraga Peiro
El humanismo es la fuerza con la que el Partido Sinaloense se propone perfeccionar la participación social y democrática en la entidad. Dar sin esperar nada a cambio, sobre todo en los momentos de desgracias masivas distingue al Partido Sinaloense de otras “fuerzas” políticas.
Con su presupuesto colectivo encaminado a ayudar a la gente más necesitada, a los humildes, a los flagelados por huracanes, pandemias o la ancestral marginación, el PAS le da otra cara a una sociedad egoísta y despreocupada de su propio entorno. El humanismo convierte a los pasistas en actores positivos de la sociedad.
Como partido político, el PAS está dispuesto a darlo todo para recordarle a los sinaloenses y el mundo que la participación por la democracia solo es útil a la sociedad cuando es ejercida con valores y poniendo siempre en primer lugar la dignidad humana.
El humanismo es luz, fuerza, pasión, entrega y esperanza. Es acción para tenderle la mano a quienes menos tienen o que están en situación de desgracia.
Desde su nacimiento –hace 9 años- el PAS firmó un contrato con los sinaloense, en el que se comprometió a trabajar los 365 días del año y apoyar, bajo un pacto social, ubicando en el centro de sus acciones el ser humano, sin dejar a nadie atrás, con el compromiso de buscar un cambio profundo que lleve a todos, justicia social, alimentos, vestidos, medicinas, etc.
Así, bajo ese contexto y a raíz del paso del huracán “Nora” por tierras sinaloenses, desde el miércoles 1 de septiembre, el presidente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, instaló Centros de Acopio en Ahome, Guasave, Culiacán y Mazatlán con el propósito de recabar víveres para la población damnificada. El llamado a la militancia y a la sociedad en general fue concentrar en esos espacios alimentos no perecederos, agua embotellada, material y productos de limpieza en general y de higiene personal, pañales, ropa y calzado limpios en buen estado.
El Centro de Acopio de Culiacán estuvo bajo la responsabilidad de la diputada Angélica Díaz Quiñonez y el presidente del Comité Directivo Municipal de Culiacán, Gerardo Valencia Guerrero. La respuesta de la gente fue extraordinaria; al final de cada día se hacía un conteo para llevar un estricto control de las donaciones.
El sábado, el cuarto día de arduas labores de acopio, las brigadas de voluntarios del PAS habían logrado juntar ya cerca de 30 toneladas de víveres, 4 toneladas de ropa y zapatos, y 25 mil litros de agua embotellada, artículos que con los que se elaboraron alrededor de 3 mil despensas, que fueron repartidos el domingo entre la población flagelada por “Nora” en comunidades como Higueras de Abuya, Emiliano Zapata, Costa Rica, Quilá, Pueblos Unidos, Eldorado y algunas colonias afectadas del sur de Culiacán.
En Mazatlán, Guasave y Ahome, en cuyos centros instalados se lograron acopiar otras tantas toneladas de alimentos el reparto se llevó a cabo en las poblaciones con reportes de inundaciones y de casas dañadas, sobre todo de las áreas rurales.
La lógica del Partido Sinaloense, además de una concepción integral hacia la persona humana, de su dignidad y su destino temporal y eterno, es su estilo de participar con base en ese contrato social con la sociedad, con características propias, específicas, que hacen que este partido sea distinto y distinguible.
Para el PAS que los 365 días del año realiza actividades de altruismo y filantropía sin esperar nada a cambio, el humanismo como una filosofía de participación colectiva conlleva una visión de la ciudadanía como un conjunto organizado de personas humanas que aspiran a la realización del mayor bien posible para toda comunidad: el bien común.
En sus acciones, el PAS reconoce al ser humano como persona, con aspiraciones y anhelos, con necesidades e ideales, con miedos y esperanzas; para el partido estatal cada persona es importante, porque en el interior de cada uno radica la dignidad esencial que hermana a una comunidad vinculada por lazos que van más allá de intereses políticos.