Sinaloa: radiografía del poder; Ya hay nombre para la Fiscalía
Álvaro Aragón Ayala
El contundente resultado electoral del pasado 6 de junio apuntaló una nueva redistribución del poder político en Sinaloa. La radiografía ofrece el registro del nacimiento o la reagrupación de grupos políticos que buscarán fortalecerse rumbo a la elección del 2014, año en que, otra vez en Sinaloa, se celebrarán comicios para elegir Senadores de la República, alcaldes, diputados locales y federales y de presidente de la República.
Los saldos del proceso electoral detonaron el agotamiento del PRI, el PAN y el PRD y la consolidación de Morena y el Partido Sinaloense como nuevos partidos de poder con la presencia real en el ente Legislativo, suficiente para encauzar reformas de fondo y aterrizar los programas y postulados de la Cuarta Transformación.
PRI y PAN conforman una “corriente” de sobrevivientes. A esos “zombis” se pega y cuelga el PRD. El priismo está en pleno proceso de achicamiento o atomización política con 8 diputados, unos en riesgo potencial de desertar, dado su negativa a participar en los pleitos de la cúpula nacional del PRI que le han declarado la guerra al presidente Andrés Manuel López Obrador y que planean que sus comités directivos estatales y sus legisladores locales repliquen la ofensiva en los estados con gobiernos morenistas.
Los datos son precisos y contundentes:
1.- El Partido de Regeneración Nacional, apuntalado por el Partido Sinaloense, conserva y fortalece su mayoría en el Congreso Local. 20 diputados de Morena y 8 del PAS, bastantes para aprobar leyes y apoyar y consolidar los cambios substanciales que imprima a su gobierno Rubén Rocha Moya.
2.- El PRI quedó reducido en los distritos electorales a su máxima expresión y solo se quedó con 8 diputaciones locales plurinominales (no votados), que en coalición con las alcanzadas por el PAN carecen de vitaminas y músculos para atorar el proyecto legislativo de la 4T y los futuros planes del gobierno rochista. En el plano federal el PRI-Sinaloa no tiene representante. La presencia priista de Sinaloa en la Cámara Federal de Diputados será simbólica pues la única diputada es una mazatleca con estatus de “chilanga” que no representa los intereses de los sinaloenses. Paloma Sánchez fue una propuesta de la dirigencia nacional no del CDE. Ella vive en la ciudad de México. Es dirigente nacional del PRI.Mx y secretaria general del CEN del PRI.
3.- En la redistribución del poder en Sinaloa, el PRI no solo no pudo conservar los espacios ganados en el 2016 y en el 2018, sino que perdió todo el territorio, salvo Sinaloa Municipio. En el plano distrital quedó reducido a la nada. El PAN entró en un proceso de pulverización.
El dato más significativo se localizó en la victoria de Morena-PAS con Rubén Rocha Moya a la cabeza, con un respaldo ciudadano histórico superior a los 600 mil votos. Los resultados electorales palidecieron los pasados triunfos electorales del PRI con candidatos de la talla Jesús Aguilar Padilla, Juan S. Millán y Quirino Ordaz, especialistas en mapacherías electorales. Rocha obtuvo también más votos que Mario López Valdez que llegó al poder por la ruta del PAN-PRD-Convergencia.
El amplio margen de poder de Morena-PAS en Sinaloa derivado de las elecciones del 6 de junio les abrió los espacios y capacidades de decisión política, por un lado, a Rocha, que tendría la puerta abierta para impulsar los cambios y reformas que requieren en Sinaloa para impulsar el desarrollo en áreas territoriales y sectores de la sociedad tradicionalmente marginados o vulnerables, y al líder del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, que tendrá tiempo y espacio para refrendar sus compromisos sociales y demostrar que su gente, en los 6 municipios, tienen capacidad para gobernar
La designación de Enrique Inzunza Cázarez como futuro secretario general de gobierno y el nombramiento presidencial de Juan de Dios Gámez Mendívil como nuevo superdelegado en Sinaloa, además del arribo de Feliciano Castro Meléndez como dirigente de la futura bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política de la 64° Legislatura, vigorizan el liderazgo y la capacidad operativa y de negociación de Rubén Rocha Moya.
Para consolidar el poder en su arranque de su gobierno Rocha Moya necesita los ceses o renuncias inmediatas, de Juan José Ríos Estavillo, quien ha dado sobradas muestras de irresponsabilidad e incapacidad para dirigir la Fiscalía General del Estado, que opera de manera desarticulada y con el soporte de estadísticas criminales falsas, y de Emma Guadalupe Félix Rivera que en la Auditoría Superior del Estado tapa las corruptelas del gobierno saliente de Quirino Ordaz Coppel y de alcaldes corruptos.
El control de la Fiscalía General del Estado es clave en la contención de la ola criminal y en la participación del gobierno en la búsqueda de los desaparecidos y “levantados” y para emprender investigaciones sobre los criminales que han sembrado por Sinaloa centenas de tumbas clandestinas y para llevar justicia a miles de sinaloenses víctimas directas o colaterales de la ola sangrienta de violencia que flagela la entidad.
La Auditoría Superior del Estado, como ente del Poder Legislativo, bajo la batuta de los diputados de la 4T y del Partido Sinaloense es considerada por el rochismo como fundamental para emprender una real batida contra la corrupción oficial o gubernamental. Quien pudiera sustituir al Fiscal Juan José Ríos Estavillo es nada más y nada menos que Oscar Fidel González Mendívil, con una amplia y excepcional hoja de servicio. A la Auditora Emma Guadalupe Félix, cuyos días están contados en la ASE, se le busca sustituta.
Es cuanto….