Propone investigador decretar al Cerro de la Virgen como área natural protegida
Investigadores y egresados de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) plantean que se decrete como área natural protegida de jurisdicción municipal al Cerro de la Virgen, el cual se encuentra al norte de la ciudad, y que tiene un poco más de 900 hectáreas, por lo que representaría un pulmón para la urbe y con ello se mantendría el equilibrio ecológico.
Gilberto Márquez Salazar, investigador de la unidad académica, expresó que son varias las razones por las cuales se hace esta solicitud a las autoridades, una de ellas es que en este espacio confluyen una variedad de especies de flora y fauna, así mismo se busca que sea un lugar recreativo donde se interactúe con la naturaleza.
“Un sitio donde se mejoren las condiciones existentes, donde se proteja la fauna de servir con múltiples propósitos, uno de los más importantes es que quienes habitamos aquí necesitamos de la naturaleza”, explicó.
Otro motivo que se contempló para esta toma de decisión, fue el estudio realizado por la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio, que consistió en conocer cuánto se pierde de bosques y selvas en un periodo de 18 años, por lo que, de acuerdo a Márquez Salazar, las cifras no son positivas, ya que poco más de mil hectáreas cambia el uso de suelo.
Indicó que en este sitio convergen 51 especies de plantas leñosas tan solo en un área de mil metros, lo que significa un 10 por ciento en una hectárea, dato que, si se compara con un estudio realizado en toda la América Latina desde Sonora, hasta las selvas secas de Ecuador y Perú, donde se encontraron cifras similares, lo que dice que es un área mayoritariamente primaria de conservación, lo que significa que está sin perturbarse.
“Parte del estudio, hicimos el listado de las especies y tratamos de aportar, en qué estatus de conservación se encuentra a dos niveles: bajo la normatividad mexicana y la internacional, encontrando la pitahaya de Martínez con estatus de protección especial, el listoncillo, la amapa y el guayacán, estas últimas en estatus de amenazadas; si pasamos a la norma internacional, de las 51 especies, 40 aparecen en el listado, entre las especies de aves las urracas, e insectos como la palomilla cuatro espejos, entre otros”, compartió.
Conscientes del cabildeo que se requiere, Márquez Salazar exhortó a los involucrados a considerar la propuesta y las razones, en razón de aportar a este urgente requerimiento de áreas naturales protegidas y con ello cumplir desde sus trincheras en el cuidado de los ecosistemas que cada vez se ven amenazados, como lo es el bosque seco que se tiene en el estado.