Pandemia + Guerra = Robo de Famélico

Eduardo García Anguiano

Los jinetes del apocalipsis se aprestan para cabalgar de nuevo.

Andy Cooke, exjefe de policía de Merseyside, ahora Inspector Jefe de Policía, es el jefe del asesor independiente de las fuerzas policiales en Inglaterra y Gales, mismo que afirmó: “Los oficiales deben tener discreción sobre robar para comer”.

Asimismo, el Inspector jefe de Policía dice que los delitos de pobreza deben ser “tratados de la mejor manera posible”. https://www.theguardian.com/uk-news/2022/may/18/officers-should-use-discretion-over-stealing-to-eat-says-uk-police-watchdog

Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas advirtió que la guerra en Ucrania ha ayudado a acelerar una crisis alimentaria mundial que podría durar años si no se controla. Por su parte, el Banco Mundial anunció un financiamiento adicional de 12,000 millones de dólares para mitigar los “efectos devastadores” de la crisis.

Estos ingredientes de la ecuación reviven como resultado el concepto de “robo de famélico”, delito que se presenta cuando una persona sin emplear violencia física o moral se apodera una sola vez de los objetos estrictamente indispensables para sus necesidades personales o familiares del momento.

Esta figura jurídica tiene su origen en la desigualdad social existente en muchos países, sin embargo, no todas las legislaciones la contienen como una necesidad. La justificación consiste en que el legislador comprendió que la libertad –su pérdida si correspondiere– es un bien jurídico más importante que el protegido por el delito de robo o hurto.

Se trata de una figura juiciosa, pues si alguien debe responder de que existan hechos de este tipo es el Estado que, en su propósito de salvaguardar la estructura económica-política sobre la que descansan sus principios, deja de lado el reparto de la riqueza, lo que deviene en pobreza material.

Los elementos de este robo son la conducta típica, el apoderamiento, modo de ejecución: sin violencia ni engaño y, que sea cometido por una sola vez. Se considera que aun cuando no existiese penalidad, deberá haber denuncia y proceso para que, llegado el caso, se establezca si vuelve a robar por la misma causa de necesidad, haya el antecedente y por consecuencia no existiría tal necesidad.

El objeto material del “robo de famélico” debe ser mueble, es decir, alimento, medicinas, agua, dinero, cobijas o ropa. Este tipo de robo tiene una naturaleza diferente al de los delitos cuya motivación es el enriquecimiento, como es el caso de la delincuencia organizada.

El novelista francés Alain-René Lesage expresó: “A todos les gusta apropiarse de lo ajeno; éste es un sentimiento general; únicamente es distinta la manera de hacerlo”.

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