Lluvias y calor extremo agobian a México; La Niña amenaza con agravar la situación

Daniel Flores
La mayoría de las regiones de México enfrenta un escenario climático cada vez más extremo, en el que las olas de calor, las lluvias torrenciales y la contaminación atmosférica se han vuelto parte de la vida cotidiana.
El pronóstico de autoridades ambientales federales, estatales y locales es desalentador: en los próximos años las lluvias, ondas de calor y los índices de contaminación serán cada vez peor.
Según el “Balance de la Temporada Seca-Cálida 2025” presentado por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y otras dependencias gubernamentales revelan que las temperaturas seguirán en ascenso.
Los datos recopilados detallan que solo en este 2025 se registraron cinco ondas de calor, lo que generó que la calidad del aire empeorará en los últimos meses y se activaran varias contingencias ambientales. Aunque el registro no rebasó a lo acontecido del año anterior.
La radiografía de calor en el país confirmó esto: en meses anteriores se registraron temperaturas máximas y, en algunos casos, picos históricos. Por ejemplo, entre marzo y junio se alcanzaron valores de hasta cinco grados por encima del promedio en algunas zonas de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Como muestra en el Aeropuerto Internacional de Querétaro se rompió un récord de temperatura vigente desde 2011, al registrarse 37 grados.
En total, se contabilizaron 40 días de calor extremo, los cuales fueron definidos como jornadas con temperaturas por encima de los valores históricos, y cinco ondas de calor con una duración promedio de siete días, siendo la más extensa en mayo de este 2025.
“La señal de calentamiento es clara. Estamos viendo temporadas cada vez más cálidas y persistentes, con efectos directos en la calidad del aire y la salud de la población. Necesitamos actuar con responsabilidad y coordinación”, advirtió el coordinador ejecutivo de la CAMe, Víctor Hugo Páramo Figueroa.
Drenaje colapsado, una de las consecuencias
Tras superar la temporada de calor, millones de personas ahora se enfrentan a lluvias masivas que se han registrado en las últimas semanas. En los casos más extremos, municipios de varias partes de la República mexicana han quedado bajo aguas negras.
Desde hace años, una de las principales demandas de la ciudadanía es la sustitución de las redes de drenaje, que tienen más de 50 años y presentan múltiples fugas o están en completa ruina.
Solo en la Ciudad de México, la capacidad del sistema ha sido superada en cada temporada de lluvias, donde las precipitaciones pluviales han roto los récords, según estudios elaborados por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).
En 2025, el volumen de agua registrado en las principales ciudades de México, especialmente en la capital, fue mayor que el de las últimas tres décadas, de acuerdo con estimaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La intensidad de las lluvias ha generado que decenas de colonias se encuentren inundadas ante la incapacidad de la tubería de drenar el agua que ingresa al subsuelo.
Pronostican La Niña
Las autoridades ambientales advirtieron que existe un 56 por ciento de probabilidad de que el fenómeno de La Niña se desarrolle hacia el último trimestre de 2025, lo que podría modificar las condiciones climáticas del país en esa temporada.
“En octubre, noviembre y diciembre, los modelos indican un aumento de probabilidad por encima del 50 por ciento para condiciones frías de La Niña”, explicó Fabián Vázquez Romaña, coordinador general del Servicio Meteorológico Nacional.
El Servicio Meteorológico Nacional adelantó que, si la tendencia se mantiene, el comportamiento podría repetirse el próximo año.
La Niña, un fenómeno caracterizado por el enfriamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, suele estar asociada con cambios en los patrones de precipitación y temperatura, con impactos que varían según la región del país.



Respecto a la contaminación del aire, la Comisión de la Megalópolis informó que, en lo que va de este año se han presentado cinco contingencias ambientales por ozono, una cifra menor comparado al año anterior cuando se activaron 11.
En resumen, autoridades como la CAMe, Conagua y el Servicio Meteorológico coincidieron que las lluvias, las ondas de calor y la contaminación es probable que persistan en los siguientes años debido a diversos factores.
Desplazados por sequías e inundaciones
De forma paradójica, miles de personas han comenzado a desplazarse de varias regiones del país debido a sequías y desabasto de agua que enfrenta cada año. Un fenómeno que parece agravarse con el paso del tiempo.
De acuerdo con Monitor Sequía, más del 60 por ciento de la República mexicana ha experimentado algún grado de sequía, mientras que la mayoría de los acuíferos se encuentran sobreexplotados o a punto de desaparecer.
José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua, señaló que tanto la capital mexicana como otras urbes del país carecerán cada vez más de agua potable lo que ocasionará desplazamientos de poblaciones a zonas con todavía este servicio público.
Es así que el país enfrenta varios contrastes por un lado, miles de personas padecen de agua durante el primer semestre del año, mientras que otras ciudades se encuentran anegadas en la temporada de lluvias.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer este 2025 que debido a la sobreexplotación de los mantos acuíferos, varias zonas del territorio mexicano presentan hundimientos diferenciales, los cuales se han agravado en fechas recientes.
A ello se suma el crecimiento urbano desordenado que experimentan urbes como la Ciudad de México con más de 10 millones de habitantes y otras regiones densamente pobladas y que requieren de más agua cada año.
Un problema que empeorará
El norte es la región que más sufre por sequías. Solo en los últimos tres años, la falta de lluvias y desabasto de agua ha impactado de forma severa en la agricultura, la ganadería y la disponibilidad de agua potable en comunidades rurales.
Por ejemplo, Chihuahua, Sonora y Coahuila cada año padecen de niveles extremos de sequía que ha generado que los mismos ganaderos sacrifiquen los animales que tienen por falta de forraje y agua.
Mientras tanto, en Guerrero la situación es completamente distinta. La temporada de huracanes ha propiciado que cientos de familias comiencen a replegarse a otros estados de México debido a los estragos que han dejado estos fenómenos meteorológicos.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) señaló que, si bien los ciclones tropicales generan lluvias que contribuyen a la recarga de los mantos acuíferos y permiten que las presas recuperen parte de sus niveles, este beneficio no será suficiente para revertir la crisis hídrica que enfrenta el país.
De acuerdo con el organismo, la principal aportación de estos fenómenos meteorológicos es la precipitación pluvial, que representa un alivio momentáneo en distintas regiones del territorio nacional.
Sin embargo, ha insistido que el problema de la sequía persistirá, ya que la disponibilidad de agua continuará siendo limitada a causa de los bajos almacenamientos en presas, la sobreexplotación de acuíferos y la variabilidad climática.
Senadores van por agenda climática
Las olas de calor, las lluvias intensas y los altos niveles de contaminación han dejado de ser fenómenos aislados para convertirse en parte de la vida cotidiana en gran parte del país.
Ante esta nueva realidad, senadores del Partido Verde Ecologista de México coincidieron en hacer un llamado urgente al Congreso para tomar medidas legislativas que enfrenten la crisis climática.

Los legisladores afirmaron que el país atraviesa una de sus etapas más complejas en términos ambientales: Sequías severas en el norte, lluvias torrenciales en el sureste y una constante exposición a contaminantes en zonas urbanas han generado afectaciones directas a la salud, el medio ambiente y la economía de millones de mexicanos.
Detallaron que el cambio climático debe dejar de ser visto como una cuestión secundaria en la agenda legislativa y advirtieron que, si no se toman medidas estructurales inmediatas, México enfrentará consecuencias irreversibles.
Karen Castrejón, senadora y dirigente nacional del Partido Verde, aseguró que la Cámara Alta debe asumir un liderazgo firme en materia ambiental.
“Lo que hoy vivimos en México (lluvias atípicas, incendios forestales, calor extremo) es consecuencia directa de años de omisión y el Senado no puede seguir siendo reactivo; debe ser proactivo y visionario”.
Insistió en la necesidad de una Ley General de Cambio Climático actualizada, que integre nuevas metas de mitigación y adaptación, así como sanciones claras para quienes incumplan con la normatividad ambiental.
Y es que en varias regiones se han alcanzado temperaturas históricas que afectan la salud de las personas y la seguridad alimentaria. Necesitamos políticas climáticas con carácter urgente y vinculante, declaró la legisladora ecologista.
Y llamó a reforzar los presupuestos destinados a protección civil, infraestructura verde y sistemas de monitoreo climático, advirtiendo que “si seguimos actuando con lentitud, el costo humano será inaceptable”.
Abrir paso a energías renovables
Waldo Fernández sostuvo que México debe acelerar su transición hacia energías limpias, con un marco normativo que elimine los obstáculos y frene la dependencia de combustibles fósiles.
“No podemos seguir hablando de compromisos internacionales si internamente no tenemos la capacidad de implementar proyectos de energías renovables en todos los niveles. Hay que dejar atrás los discursos y pasar a la acción legislativa”, afirma.
También propuso que el Senado convoque a una sesión permanente para discutir la reforma ambiental que está pendiente desde la Legislatura pasada.
Juanita Guerra, senadora da Morena, detalló que los efectos de la contaminación atmosférica en la salud pública, en especial en las grandes zonas metropolitanas, en donde la exposición prolongada a contaminantes genera enfermedades respiratorias crónicas, cáncer y daños neurológicos, pues es una forma silenciosa de violencia ambiental que no podemos ignorar.
Pidió a los gobiernos estatales y municipales revisar los programas de verificación vehicular, transporte público sustentable y ordenamiento urbano, toda vez que “no podemos permitir que nuestras ciudades sigan creciendo sin control, afectando cada vez más a los sectores vulnerables”.