Equipo de comunicación incurre en errores en la proyección de la imagen de Enrique Inzunza

Álvaro Aragón Ayala
La figura del Senador de la República, Enrique Inzunza Cázarez, va in crescendo en el escenario político rumbo al año 2027. No es tiempo de establecer que tiene el camino despejado. Esa coyuntura sólo se podría registrar e identificar a finales del 2026 y principios del 2027. En la brega, el jurisconsulto y político de Batequitas manda lecturas de que integra un equipo para que proyecte y le construya una imagen política que le permita llamarse disponible para la contienda por la gubernatura de Sinaloa
Bien. El equipo de comunicación y marketing política de Enrique Inzunza no es perfecto, pero si perfectible. Un primer diagnóstico determina que justo y necesario, que incorpore mejores especialistas en periodismo político para no incurrir en gazapos publicitarios que le perjudiquen su imagen por errores en la “propaganda”. En ocasiones el exceso de lisonja “truena” el mejor trabajo de proyección de imagen. Desde diferentes connotaciones, la alabanza no es el mejor camino para construir una candidatura.
“Rumbo al 2027: Enrique Inzunza: una figura clave en la ruta por el Poder en Sinaloa”, artículo producto de una estrategia de marketing política, firmado por Jorge Lozano y publicado en las páginas y las plataformas digitales de El Debate, no le ayuda en nada al Senador de la República, porque no lo arraiga, no lo enraíza ni lo identifica con el pueblo, sino lo sube a las nubes, y lo mueve en lo alto de los círculos del poder, anclándolo en el nuevo término de “constitucionalista del Bienestar”.
No lo instala como un político vinculado con el pueblo que es en primera y última instancia el generador de los votos en los procesos comiciales, no expresa el artículo la querencia e identidad de Enrique Inzunza con la sociedad, con las fuerzas vivas de Sinaloa, sino que lo eleva al grado de “superhéroe” con el estatus de “Magistrado Supremo”, que si bien tiene un perfil construido “desde la técnica jurídica”, sus propios apologistas le restan el don de la popularidad.
En la Carta Astral de Enrique Inzunza, Jorge Lozano lo define como un político-jurista “con una gran inteligencia emocional encapsulada (…) Sugiere un liderazgo no carismático, sino cerebral. Su fuerza está en su estructura: puede ascender dentro del sistema sin sobresalir a nivel popular”. Lo dicho, pues, en las reuniones que sostiene semana tras semana con la raza de las colonias, pueblos y rancherías, la imagen de Inzunza va in crescendo, pero la narrativa usada para su proyección política lo jala hacia atrás. Lo atasca.
Lo peor del artículo publicado en El Debate no es que se le publicite como “superhéroe” ni que se le exhiba que “desde los tribunales hasta el gabinete (de Rubén Rocha) y el Senado, su influencia se extiende como un sistema nervioso invisible por el aparato estatal”, sino que en el capítulo de “estilo de combate” especifique “que no usa la fuerza bruta”, que “su batalla es en los pliegues del Estado de Derecho. Sus enemigos no lo ven venir hasta que están atrapados en una sentencia, una reforma o una estrategia de gobernabilidad. Sus armas: un dictamen impecable, una jurisprudencia precisa, una moción de orden demoledora”.
Del análisis del artículo se desprende la lectura de la necesidad de que Enrique Inzunza Cázarez incorpore a su equipo de comunicación, no tanto especialistas en marketing, sino a periodistas con experiencia como lo hizo el hoy gobernador Rubén Rocha Moya, que antes de la campaña y en pleno ejercicio comicial, sumó a estrategas “colmilludos” en proyección de imagen y especialistas en contrainformación y contrapropaganda, que lo blindaron y lo ayudaron a mantener a raya a quienes lo atacaban desde diferentes tribunas periodísticas, hoy domadas con contratos de publicidad y propaganda.
En la campaña, Rubén Rocha no contó con un equipo numeroso de publicidad ni de asesores de imagen ni de periodistas afines, pero los pocos logró agregar y que se coordinaban con Adriana Margarita Ochoa del Toro, hoy coordinadora de comunicación social del Gobierno del Estado, destilaban inteligencia, visión y una larga experiencia en el área de la comunicación política…