Alejandro Higuera: traición en el gobierno estatal

Álvaro Aragón Ayala 

Alejandro Higuera Osuna usa al gobierno del Estado para aparecer públicamente con la figura de “demócrata” de la Cuarta Transformación. Lo saca de sus casillas la idea del debilitamiento o el desafuero de Guillermo Benítez Torres ya que la caída del alcalde de Mazatlán acabaría con su impunidad y lo colocaría en riesgo de ser demandado por el caso Nafta Lubricantes y por el falso dragado del Estero El Infiernillo. Es a Higuera Osuna a quien más beneficia un enfrentamiento entre “El Químico” Benítez y Rubén Rocha Moya. El conflicto lo aleja de los reflectores.     

Transado con el alcalde Guillermo Benítez Torres, el ex alcalde y ex diputado local panista Alejandro Higuera Osuna se convirtió en un lastre en el Tercer Piso y en la “pieza clave del rompecabezas” que mantiene tirantes las relaciones entre “El Químico” y el gobernador Rubén Rocha Moya. Higuera opera como “asesor externo” del munícipe mazatleco para efectos de desafiar disposiciones del gobierno del estado. 

Higuera Osuna aparece en el centro de una red de complicidades, a cuyos personajes les interesa “fortalecer” a “El Químico” Benítez para que opere de manera independiente y que el ayuntamiento de Mazatlán quede fuera del imperio de la ley, como un gobierno encima del gobierno del estado. El plan es el saqueo de las finanzas municipales. El secretario del gobernador no solo lleva una parte de la rebanada del pastel, sino que “agitando las aguas” y orientando al alcalde se salva de dos demandas penales. 

Sobre el ex munícipe panista rondan dos demandas, la primera por el caso Nafta Lubricantes, con la que se desfalca con 141 millones 800 mil pesos al ayuntamiento de Mazatlán, en la que aparece operando en beneficio de los hermanos Arellano Hernández del Grupo Arhe, y la segunda por un peculado o fraude al ayuntamiento por 155 millones de pesos descubierta por la ASE en el falso dragado del Estero El Infiernillo. 

Bajo el riesgo de que sobre él recaigan las dos demandas que corresponde al ayuntamiento de Mazatlán interponer y encauzar, el actual secretario de Rocha Moya pactó en el 2018 con Guillermo Benítez Torres. Sin posibilidad de ganar por cuarta ocasión la presidencia municipal, Alejandro Higuera Osuna se disfrazó de candidato municipal del PAN para trabajar a favor de la candidatura morenista de “El Químico” abriéndole paso a la victoria al lanzarse con furia contra el candidato del PRI, Fernando Pucheta, quien había amenazado con demandarlo y meterlo a la cárcel.    

Si se jalan las hebras de la maraña que oculta el caso Nafta Lubricantes que terminó con un desfalco de 141 millones 800 mil pesos al Gobierno de Mazatlán, se llega hasta Alejandro Higuera, tres veces alcalde de Mazatlán, que después de estar “congelado” “revivió” en el 2021, poniendo a disposición de Morena el santo y seña, parte de la estructura e información clave de las operaciones políticas de su partido, el PAN.  

La traición de “El Diablo” al blanquiazul tuvo su raíz en el miedo a un posible triunfo de Fernando Pucheta y a la necesidad de proteger los negocios de los hermanos Arellano Hernández, cabezas visibles del Grupo Arhe. 

El trinquete de la gasolinería 

En la mitad del tercer trienio municipal del gobierno de Alejandro Higuera, en el 2012, fue firmado un documento-permiso a favor de la empresa Nafta  Lubricantes S. C. de R. L., de los hermanos Arellano Hernández, para construir una gasolinera en la Colonia Palos Prietos, en la esquina de la Avenida Cruz Lizárraga y calle Rafael Domínguez, a sólo unos pasos de la Avenida del Mar. 

La aprobación de la edificación violó el Artículo 6 del Reglamento de Gasolineras del Gobierno de Mazatlán que prohíbe la instalación de gasolineras en el paseo costero, desde el Escudo de Sinaloa hasta la glorieta de la Avenida Rafael Buelna, y a una distancia de por lo menos 100 metros del malecón.  La construcción no contó nunca con el consentimiento por escrito de los vecinos en un radio de 100 metros  

Debido a la arbitrariedad, vecinos de la Colonia Palos Prietos, emprendieron una lucha legal para detener la construcción de la estación de combustible que finalmente parecía rendir frutos en 2014, cuando un juez concedió un amparo y la suspensión definitiva de la obra. Después, los Arrellano Hernández demandaron al gobierno municipal por los “perjuicios” ocasionados al aprobar la gasolinera que nunca se construyó.  

En octubre de 2019, un año después de haber llegado al poder municipal con el apoyo de “El Diablo” Higuera Osuna, Guillermo Benítez Torres reveló que el juicio se había perdido y que no había más que hacer. Un juez ordenó pagar al gobierno municipal, por los “daños” a los hermanos Arellano, 141 millones 800 mil pesos.  

Quien fuera en aquel entonces director Asuntos jurídicos del ayuntamiento de Mazatlán, Luis Antonio Aguilar Colado, exigió demandar a Higuera Osuna y otros personajes que intervinieron y dejaron correr el caso Nafta Lubricantes. En vez de actuar, “El Químico” lo despidió. 

Nafta Lubricantes ya realizaba negocios con el alcalde Benítez Torres: en septiembre de 2019, el ayuntamiento pagó a Nafta 926 mil pesos. El 26 de marzo del 2020, otros 483 mil pesos por facturas varias, a pesar de que el alcalde Guillermo Benítez Torres anunció que el Municipio dejaría de ser cliente de la gasolinera de los hermanos Arellano. 

“El Diablo” Higuera contra Pucheta 

Sin posibilidad de ganar y temeroso de que Fernando Pucheta repitiera como alcalde, en el 2018 Alejandro Higuera Osuna se elevó en candidato “patito”, por el PAN, a la presidencia municipal de Mazatlán, no para ganar la elección, sino para ayudar al candidato de Morena –El Químico- Benítez a derrotar Pucheta, quien había anunciado una investigación a fondo y una demanda penal contra “El Diablo” por el millonario desvío de recursos que se registró en el falso dragado del Estero El Infiernillo. 

En el 2013, durante la administración del ex alcalde panista, Alejandro Higuera Osuna, este indicó que había invertido 155 millones de pesos en los trabajos del “dragado fantasma”. Dicha limpieza y dragado se haría para mitigar los efectos de las lluvias y que las zonas cercanas no se vieran afectadas, pero nunca se realizó. 

“Vamos a darle para adelante a la investigación del dragado del Estero del Infiernillo por más de 155 millones de pesos”, dijo Pucheta. 

El dato es contundente: En el 2021, “El Diablo” volvió a apoyar a “El Químico” contra Fernando Pucheta, pero ahora bajo la figura de político “demócrata” que se incorporaba al proyecto de la Cuarta Transformación, cuando la realidad el único objetivo que persigue es quedar a salvo de dos posibles demandas: una por el caso Nafta Lubricantes y otra por lo del “dragado” del Estero El Infiernillo. 

Al secretario del gobernador Rubén Rocha Moya y a “El Químico” Benítez los liga el cordón umbilical de los negocios armados por los hermanos Juan José y Erick Arellano Hernández –Grupo Arhe- que aparecen en la agenda de la Unidad de Inteligencia Financiera y del Servicio de Administración Tributaria. Los carnales, que se han convertido en los principales inversionistas de Mazatlán, son la cabeza de un consorcio de más de 100 empresas reales y “fantasma”, dedicadas al “lavado de dinero” público y de particulares.  

Los hermanos Arellano fueron contratados por Quirino Ordaz Coppel para ocultar las transas fraguadas con dinero del erario estatal. Higuera Osuna pretende convencer a funcionarios de primer nivel del gabinete de Rocha de que es “es muy benéfico” trabajar con los dueños del Grupo Arhe, sin importarle poner en el filo de la sospecha al gobierno de la Cuarta Transformación de Sinaloa. 

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