Campaña de odio contra Rector de la UAS raya en lo demencial

Álvaro Aragón Ayala
Enemigos de la autonomía universitaria y de la educación pública superior y expertos en la promoción del desorden, revivieron su campaña diabólica, de difamación y calumnias, con información caduca, falsa, para intentar “reventar” el proyecto de reelección del Rector Jesús Madueña Molina, enloquecidos por el apoyo generalizado que le brinda a sus aspiraciones la comunidad de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La cruzada de linchamiento contra Jesús Madueña es alimentada por un grupúsculo moleculizado de universitarios, quienes, agazapados en la trinchera del odio y el insulto, reciben el respaldo mediático de una reducida facción de “analistas” trasnochados que en el pasado no muy lejano atacaban con fiereza a Rubén Rocha Moya en su estatus de candidato al gobierno de Sinaloa y que hoy gozan de ensambladura coyuntural.
De que se la jugaron en contra del gobernador se la jugaron. Y con todo. También enderezaron embustes contra Jesús Madueña, buscando, a “periodicazos” o ataques en las redes digitales y radiales, que los jueces lo metieran a la cárcel validando toda clase de mentiras y montajes judiciales. El tiro les salió por la tronera. De la persecución política y penal, el Rector emergió libre de culpa. Fortalecido. Limpio. Sin ningún antecedente. No se le pudo cargar ningún delito.
La faramalla, pues, no funcionó. Aquella campaña de linchamiento cayó en lo patético y en lo ridículo. En la estulticia. La “evidencia” y el “gran dato” que les permitía lanzar improperios contra los directivos de la UAS, principalmente contra el Rector, instalando versiones absurdas, rechazadas incluso por funcionarios de la Auditoría Superior de la Federación y de la Secretaría de Educación Pública, resultó exhibida como producto de una maquinación.
Pues bien. Al salir a flote la orquestación del montaje y luego que los jueces locales y federales declararon limpio al Rector, exonerado de toda acusación, lo más prudente y profesional es que un buen periodista y un buen medio, que coloquen la ética y la honestidad por encima de cualquier otro precepto o interés, deseche el tema. Que lo agende para la revisión histórica, ya que no hay elementos reales para rescatarlo ni generar ningún debate de altura.
Pero por la falta de creatividad, sin aportar nada nuevo, ningún dato verosímil, algún testimonio creíble, los mentirosos volvieron por sus fueros y recurren a la agenda del chisme y la fabricación de falsedades digitales e incluso usan el parloteo radiofónico para convocar a Morena y a lo que ellos llaman “fuerzas democráticas” con el propósito de intentar quebrar el proceso de Relección del Rector, rayando en el círculo vicioso que empieza, transita y termina en el “periodismo basura”.
Ese “periodismo basura”, vinculado al grupúsculo, ubicado e identificado, intenta seguir distorsionando la verdad, manipulando o inventando historias, recreando escenarios malignos, trivializándolos o personalizándolos, para derivar en relatos divorciados de la realidad universitaria con el evidente objetivo de pretender agitar y desestabilizar, ofreciendo el rostro del estéril panorama intelectual de los “analistas” y sus aliados conspiradores.
Hay que precisarlo: la campaña diabólica contra Jesús Madueña Molina no ha funcionado ni funcionará porque los universitarios no devoran, no consumen información falsa, no se dejan enganchar por falsos redentores. Así, como si fuera también una respuesta a esa cruzada de difamación y calumnias, los integrantes del Consejo Universitario, todos, respaldaron ya el proyecto de reelección de Jesús Madueña por considerarlo su líder, promotor de la academia, la ciencia, la cultura, las artes y el deporte y defensor de la autonomía universitaria.