El oso enorme de la 4T

Rafael Cardona

Es increíble, de veras, cuesta trabajo creer la manera como personas experimentadas en tantas manifestaciones, pueden echar a perder una asamblea informativa de tan hondo significado, tan bien pensada en organización y convocatoria capaz de asustar a Trump con la fuerza del pueblo, porque ¿para ese oso grupal y desatento trajimos autobuses y camiones? ¿Para eso? ¿Para que un grupo de pazguatos ni siquiera se dé cuenta cuando la señora presidenta (con A), llega al templete y siguen con su chacota, tomándose fotos, jugando a la selfie, como si fueran chavos en el concierto de Mike Towers o David Guetta?, en verdad es el colmo, ¿no se daban cuenta?, cómo desde la defensa de Churubusco y el parque y el general Anaya no se le daba al país una oportunidad de responderle al imperio con la contundencia del pueblo reunido (jamás será vencido) en los altos términos de la dignidad nacional presentada con los recursos políticos, diplomáticos, asambleísticos, gregarios, colectivizantes, edulcorantes y todo lo de antes, de nuestra presidenta arropada por todos, todas y demás, debe ser importante o imprescindible, de inicio, mostrarle atención, respeto, exaltación si fuera necesario, porque si se quiere ofrecer a los ojos foráneos e internos una imagen nacionalista en el presidencialismo mexicano (y para colmo tras el día de la MUJER, con mayúsculas) pues por lo menos hagan ustedes el favor de concentrarse en su trabajo partidario porque a eso los llevaron, a eso los trajeron, por eso están aquí y de ese pesebre –si se me permite tan rústica expresión— triscan y mascan alimento generoso, para eso les pagan, pues, para ir al acarreo VIP; la asistencia first class, entonces no le jueguen al chiste y cuando la señora salga de sus aposentos palaciegos, desde entonces por pasillos, vestíbulos, escalinatas donde dice, La Patria es Primero con letras de oro y con alfombra roja, desde ahí la deben seguir con la mirada y ya debieron estar ustedes aguardando su arribo, su llegada, su presencia en la plaza, alineados (¿alienados?) para recibirla y saludarla con respeto a la investidura (tan noble y tan pura), con admiración y gratitud, pues además de la jefa nacional es la patrona de todos ustedes ¿o ya se les olvidó?, y si cometen este tipo de desaires, voluntarios o involuntarios, lo cual sería peor –y ahora les explico por qué–, le entregan armas, a los reaccionarios y conservadores, murmuradores, chismosos como dijo Luisita, para seguir con sus cantinelas oprobiosas y, miren ustedes, si todos en bloque decidieron hacerle la descortesía de ignorar sus pasos, cerrando los ojos dejarla pasar (Nervo dixit), pues se trata entonces de una especie de rebeldía disimulada, oblicua, lo cual resulta inconcebible en un movimiento cuya naturaleza es la cohesión, la identidad, el propósito común de transformar el país por cuarta ocasión, pero así se hizo entonces sería una asonada visual, una expresión de deslealtad, pero si la poca diligencia durante la asistencia, se exhibe en cambio con la admiración al Modus “Operandy” (Calderón dixit), promotor de la organización y el, repartito de credenciales, experto en promociones, convocatorias, acarreos y aportaciones imposibles de imposible rastreo con cuya crematística habilidad se pone a la par de las instituciones muníficas de la 4T, entonces la cosa es seria, porque desde hora temprana lo colocan en la cima del escalafón de las preferencias para el siguiente sexenio, con todo y el relajo de las iniciativas contra en nepotismo, porque él y sólo él hace campaña a mañana tarde y noche, para dejar una vez más en la cuneta a Don Marcelo quien salió indemne en este sainete normapiñesco (el gran plantígrado modelo 4T) cuyos mensajes de disculpa superaron grotescamente la descortesía, sobre todo con aquello de la emoción por el corazón de la patria, del vate tabasqueño Adán Augusto quien a cada paso muestra su disgusto…

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