¿Por qué no hay pena de muerte en México?; la historia de su abolición

Wendy Vega
Después de que las autoridades mexicanas trasladaran a 29 líderes del narcotráfico a Estados Unidos, y la posible condena a la pena capital por parte de la justicia estadounidenses, surge la duda ¿por qué en México no hay pena de muerte?
A pesar de que México se opone a la pena de muerte por temas de principios al tratarse de un castigo cruel e inhumano, en algún momento se consideró esta condena para quienes fueran traidores a la patria en guerra extranjera, y otros delitos contra el orgullo nacional.
En México la pena capital data desde la época prehispánica, y se utilizaba para castigar crímenes como adulterio, fornicación, aborto, calumnia, estupro, encubrimiento, falsificación, homicidio, incesto, pederastia, robo, traición y la mentira. Esta información es de acuerdo con la investigación de la Universidad de la Salle Bajío.
Dependiendo del delito que se había cometido, las medidas aplicadas podían ser: la hoguera, ahorcamiento, ahogamiento, lapidación, azotes, golpes a palos, degollamiento, empalamiento o desgarramiento del cuerpo.
Después de la evangelización, las culturas que conformaban el territorio mexicano dejaron de ejercer sus propias políticas para adecuarse a lo que los conquistadores españoles exigían, sin embargo, la pena de muerte siguió siendo parte de los castigos ejecutados por las cúpulas de poder de la Nueva España, siendo la iglesia la institución que se encargaría de esta medida “culminante”.
La pena de muerte dentro de la Constitución Mexicana
Tras la guerra de independencia y la formación de un nuevo gobierno del naciente México, los políticos conformaron las leyes que regirían al país, siendo la Constitución de 1824 el primer documento oficial que tomara a la pena de muerte como un castigo para los criminales, y posteriormente se retomaría en la Carta Magna de 1842.
Este método no pasó mucho tiempo dentro de la Constitución Mexicana, pues en el documento de 1857 se perfilaba la extinción de este castigo. Como se señala en el documento archivos jurídicos de la UNAM, en el artículo 22 establecía que la abolición de la pena de muerte quedaba a cargo del poder administrativo e implementada para delitos políticos y no podrá extenderse a otros crímenes más que traidores a la patria.
Dicho artículo se trasladó a la Constitución de 1917, donde se explicaba la prohibición de la pena de muerte por delitos políticos y solo se podrá imponer a traidores a la Patria en guerra extranjera, parricidas, homicidas con alevosía y premeditación, así como asaltantes de caminos, piratas y reos de delitos graves del orden militar.
Fue hasta 2005 que este artículo fue reformado y se retiró la mención de la pena capital en el Código de Justicia Militar.
México elimina la pena de muerte
Después de que México eliminara la pena capital como un castigo para los traidores a la patria, se adhirió al Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, quienes desde 1989 se han dedicado a abolir la pena de muerte a nivel mundial.
Aunque México decidiera volver a incluir la pena de muerte dentro de la Carta Magna, le sería imposible ya que la Convención Americana sobre los Derechos Humanos establece que los Estados que hayan abolido la pena capital no pueden restablecerla en el futuro, en este caso, el gobierno mexicano no puede aplicar este método de “justicia”.