Energías limpias en México: así ha sido el difìcil recorrido hacía fuentes renovables
Alejandro Castro
El 26 de enero se conmemoró el Día Internacional de la Energía Limpia, fecha que la ONU eligió para conmemorar la fundación de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) en 2009.
Se trata de un día en el que buscan movilizar a la sociedad hacia una transición energética justa e inclusiva, así como apoyar a los países en sus esfuerzos por adoptar energías renovables y fomentar la cooperación internacional.
México es uno de los países latinoamericanos que hasta hace unos años estaba en la ruta correcta para comenzar a adoptar algunas de estas soluciones, aunque con la llegada de la llamada Cuarta Transformación, hubo un cambio de timón.
“Es bien conocido que tuvimos un freno hace seis años, una pausa en la exploración y potencialización del uso de las energías renovables en el país, que hizo que nos quedáramos lejos de lograr nuestra meta”, asegura Aidana Velázquez, Gerente de Relaciones Institucionales de Enlight.
En entrevista con El Sol de México, la especialista considera que la política energética durante el sexenio anterior significó un alto en la integración de energía renovable a la matriz energética.
“Fue como un alto, un ‘esperemos o evaluemos de qué va toda esa parte de las energías renovables’ y eso fue como tal un freno. Basta con ver los datos de que la CRE (Comisión Reguladora de Energía) reportó no más permisos de generación de energía eléctrica. Recientemente ya se han empezado a aperturar otros permisos. Pero en su momento sí fue un freno o por lo menos una pausa, un cambio de ritmo; tan es así que la CREE va a dejar de existir, ya es parte de las reformas que se tienen.”
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Desde 2018, México estableció metas graduales para aumentar la participación de las energías limpias en la generación eléctrica. Sin embargo, la meta del 35 por ciento para 2024 no se alcanzó.
De acuerdo con Aidana Velázquez, esto sucedió al mismo tiempo que muchos países de Europa y algunos latinoamericanos, como Chile y Brasil, estaban creciendo y apostando por las energías renovables.
México y el futuro de las energías renovables: retos y oportunidades hacia 2030
Sin embargo, el panorama para la también Ingeniera Industrial y de Sistemas es positivo, ya que hay una parte cada vez más creciente de la sociedad que está buscando la implementación de las energías renovables.
“Además está la generación distribuida, y ese es un rubro en el que sí se siguió avanzando, quizá no a nivel macro, pero todas las estadísticas nos dicen que ahí sí se ha seguido colaborando, es por ello que tenemos que aprovechar para seguir avanzando de otras formas”.
Velázquez añade que a esto se suma la tendencia de que se está abaratando el costo de algunas tecnologías, así como la promoción que hay del tema a nivel global.
Se está abaratando el costo de algunas tecnologías, así como la promoción que hay del tema a nivel global
En lo que se refiere a México, destaca que se trata de un país con una posición privilegiada en cuanto a recursos naturales, con una de las mejores radiaciones solares sobre metro cuadrado y con buenos vientos, los cuales también se pueden aprovechar de distintas maneras.
De acuerdo con un comunicado de Enlight, actualmente México tiene una nueva oportunidad para reflexionar sobre sus logros y desafíos en la construcción de un sistema energético sostenible.
“Con metas ambiciosas al 2030, como alcanzar el 45 por ciento de generación de energía limpia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 22 por ciento, el país enfrenta un escenario desafiante”, sostienen.
Según la empresa, si se comparan el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2023-2037 y el de 2024-2038, se observa que el porcentaje de energías limpias generadas decayó.
“En 2022, de una generación total de energía eléctrica de 340,713 GWh, 31.2 por ciento correspondió a energías limpias; mientras que en 2023, de una generación total de 351,695 GWh, el porcentaje de energías limpias disminuyó a 24.32 por ciento”, detallan.
Para la empresa, que se especializa en la integración de soluciones energéticas renovables, microrredes inteligentes y almacenamiento de energía, este panorama refleja la dependencia del país a los combustibles fósiles, los cuales continúan dominando la matriz energética.
Por su parte, la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) señala que existe una brecha significativa entre los anuncios políticos y las políticas energéticas realmente implementadas.
Producir la energía que se consume
La vocera de Enlight destaca también la tendencia de los llamados prosumers —consumidores que producen su propia energía—, los cuales, asegura, están transformando el panorama energético.
“Gracias a tecnologías como los paneles solares y sistemas de almacenamiento, los prosumers pueden generar electricidad para su consumo y, además, inyectar excedentes a la red”, asegura.
Gracias a tecnologías como los paneles solares y sistemas de almacenamiento, los prosumers pueden generar electricidad para su consumo y, además, inyectar excedentes a la red
En México, dicho modelo ofrece una solución innovadora frente a la creciente demanda energética, porque así se contribuye con lo que se denomina “flexibilidad del lado de la demanda”, ajustando el consumo y generación de energía en función de las necesidades del sistema eléctrico.
Sin embargo, en nuestro país esta figura aún requiere ser más aprovechada y promovida.
México y la transición energética: desafíos y oportunidades hacia la sostenibilidad
En 2024, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) revisó a la baja su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo, lo que supone una tendencia hacia la reducción del consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, una oportunidad para que México acelere su transición.
No obstante, el informe de IRENA advierte que, aunque se implementaran completamente los compromisos asumidos hasta hoy, aún sería necesario cerrar una considerable brecha de emisiones de CO₂ para el año 2050.
“Este llamado a la acción resalta la urgencia de acelerar las políticas y las inversiones en energías renovables en todos los niveles”, señalan.
Para la especialista, el reto de acelerar esta transición es responsabilidad de todos: sociedad y empresas, para que cada quien, desde su trinchera, haga lo que esté a su alcance.
Asegura que, en su experiencia, son varios sectores —desde el automotriz hasta el farmacéutico, pasando por el hotelero y el de manufactura, entre otros— los que cada vez requieren de más soluciones para cambiar sus procesos y comenzar a producir con energías renovables, ya sea instalando paneles solares, almacenando energía o incluso con las microrredes.
“Cada vez es más notorio cómo está sucediendo y vemos también un crecimiento bien importante en toda la franja norte del país, con el nearshoring, aunque ahí estamos limitados a nivel de red de infraestructura eléctrica”, detalla.
Sobre el cambio de timón que recientemente dio Estados Unidos en lo que se refiere a energías limpias, Aidana Velázquez considera que, aunque las políticas del nuevo presidente de Estados Unidos tendrán una incidencia a nivel global, estos cambios deben verse como un área de oportunidad:
“Recordemos que esto ya es la segunda vez que pasa; y desde la primera vez se mantuvieron sólidos otros puntos y los demás países continuaron en su camino de mitigación del cambio climático y de seguir apostando por los objetivos del Acuerdo de París, así que más bien tendremos que ver cómo capitalizar todo esto en la parte de la innovación y en la parte tecnológica”.
“Yo creo que el gobierno mexicano también está haciendo lo propio y que ya hay varios incentivos que hay que analizar, como las deducciones en cuanto a la parte de la innovación y de la capacitación, que son medidas que quizá en mayor o menor medida van a seguir apoyando”, añade.
Para concluir, la experta señala que la transición energética debe verse como una oportunidad para transformar al país en un referente de innovación y sostenibilidad.
“Con un compromiso colectivo y una estrategia clara, México puede encaminarse a cumplir sus metas energéticas y sentar un precedente en sustentabilidad”, puntualiza.