La inseguridad y violencia que vive Sinaloa sumen al estado en un mayor rezago económico del que ya se tenía; crisis profunda y de largo plazo, dice experta

Situaciones de inseguridad y violencia que se viven en el estado han limitado la vida económica y ganancias de las empresas, lo cual desafortunadamente sumen a Sinaloa en un mayor rezago del que ya tenía en temas de crecimiento económico, opinó la doctora Cristina Isabel Ibarra Armenta, economista de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

La presidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa explicó que el estado cuenta con un crecimiento económico más bajo que el resto del país, algo notorio por el crecimiento del empleo en el estado, ya que existen dos sectores que han sido muy golpeados: la construcción y el área de agricultura y actividades primarias, perdiendo más de dos mil empleos en el primero y aproximadamente nueve mil en el segundo con respecto al año anterior, y en cuanto a la actividad total, comparada al 2023, ya existe una pérdida de cuatro mil doscientos empleos.

“Cada año esperaríamos que creciera más porque esperamos que haya crecimiento económico, en el caso de Sinaloa, no es así tenemos un decrecimiento con respecto al año anterior, entonces, que va a pasar, todavía no podemos entender a nivel familiar por ejemplo las pérdidas de los autos robados, personas que han desaparecido y quienes han sido asesinadas; yo creo que esta crisis económica la vamos a vivir de una manera profunda y de largo plazo, es decir, al menos de aquí a un año todavía no podríamos ver el completo de todas esas consecuencias”, señaló.

De igual manera, mencionó que con más de cuarenta días desde que inicio este conflicto, en Culiacán se puede observar lo que denominan un paro técnico, que significa que las empresas empiezan a reducir sus días y jornadas laborales, pero en otros municipios más pequeños por su actividad limitada, sus afectaciones económicas serán mayores al tener que cerrar por completo sus negocios y servicios, sin embargo, no se tiene conocimiento de las afectaciones totales porque no hay datos del INEGI que indiquen cuáles han sido los efectos de está “narcopandemia”.

La profesora investigadora expresó que no hay que cerrar los ojos al hecho de que el lavado de dinero también mueve mucho dinero en Sinaloa, con actividad ilícita en plazas comerciales, departamentos de renta, boutiques y todo tipo de servicios que eligen para invertir, los cuales, sin duda, también se verán afectadas por esta crisis.

“Vamos a ir viendo estos efectos conforme vaya avanzando la situación, que esperemos al menos en términos de seguridad pudiera controlarse pronto, como no lo sabemos, hay gente que se ha ido, que ha dejado el estado; (…) son situaciones que nos han limitado la vida económica, la ganancia de las empresas y que desafortunadamente sumen a Sinaloa en un rezago mayor del que ya venía en el tema del crecimiento económico”, concluyó.

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