Sinaloa: el show de los diputados cínicos

José Luis López Duarte

Saben perfectamente los diputados de Sinaloa que no se puede reformar la ley orgánica de la UAS si no es a propuesta y solicitud del consejo universitario de la UAS y su propia comunidad, que todo lo que han hecho en días recientes, violando flagrantemente la ley nacional de educación y la propia constitución en su articulo 3º fracción 7ª, es un deplorable espectáculo con el que pretenden coronar su tremendo fracaso como legislatura y el ridículo de la batalla perdida desde el 10 de enero pasado, cuando un tribunal federal decretó inconstitucional la Ley de Educación del Estado de Sinaloa.

El periplo que realizó resultó un viaje vergonzoso para la historia legislativa y política de Sinaloa. Quienes se han erigido en los “transformadores” del país han resultado el peor fracaso, tanto por su ambición como por su incompetencia para gobernar, tanto que se han mostrado como auténticos ineptos para solucionar los problemas de la sociedad.

Ya llevan gobernando Sinaloa tres años y han resultado casi mil días de interminables y largos episodios de no saber que hacer con las instituciones de Sinaloa como no sea corromperlas y ponerlas a disposición de intereses particulares y propios absolutamente ilegales.

Han resultado una runfla de trúhanes que como horda han pisado los despachos de las instituciones y las han destrozado como los peores villanos que carecen de la más mínima conciencia de un estado de derecho y las obligaciones primeras que tienen para el.

No podían los señores diputados dar un paso atrás cuando los sentenciaron el 10 de enero como violadores de la Constitución de la República, como no lo hizo el gobernador Rubén Rocha, quien se alineo al fallo de los jueces federales y sólo quedaron los diputados quienes en tres ocasiones se inconformaron y las tres veces fueron derrotados por la UAS hasta que en una cuarta impugnación tuvieron que declinar seguir el juicio y la sentencia quedó en firme. Ya era inatacable la autonomía universitaria.

Aun así no respetaron y quien sabe de que brillante cerebro surgió la idea de que se podía cometer el desaguisado legal que lleva a cabo al violar de nuevo la Constitución y caer en desacato a la sentencia de los jueces federales, por cierto un delito que la Fiscalía General de la República, previa denuncia, habrá de abrir carpetas de investigación a todos estos diputados disidentes de nuestra carta magna y ya verán en que lugar quedan.

A los legisladores no les importó que el presidente de la República insistiera por tercera ocasión que se encausara un acuerdo conciliatorio y los diputados arremetieran con mayor fuerza. Quien sabe que cuentas le rendirán el próximo 28 de septiembre que venga a Sinaloa a despedirse con su última visita a nuestro estado.

La situación del gobernador Rubén Rocha es otra cosa, cuando Sinaloa vive una de sus peores crisis sociales de inseguridad y violencia, con la que por cierto, los diputados no le han aportado nada para su solución, si no al contrario, han enturbiado el ambiente de incertidumbre con sus conductas provocadoras contra la UAS.

Por lo que lo más probable que ocurra es que ese decreto que ayer votaron, queda en “letra muerta”, cuando el gobernador Rubén Rocha decida, muy probablemente, no firmarlo ni publicarlo, lo que seria lo mas correcto, legal y políticamente.

De lo contrario sería una convocatoria al aquelarre político y al mayor descontrol de la situación social y política que vive todo Sinaloa. Ojalá y haga lo correcto.

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