Disminuyó la sequía, pero persisten problemas de manejo del agua y altas temperaturas

Regina Alcántara

Las fuertes lluvias registradas en el centro del país en los últimos meses lograron la disminución del 35.83% de áreas con sequías. Sin embargo, expertos advierten que los efectos medioambientales y económicos derivados de las últimas sequías y del aumento de temperatura en México siguen presentes; y, entre otras cosas, son producto del mal manejo del agua.

Se considera que hay sequía cuando llueve menos del promedio durante varios meses o años, y de acuerdo al último reporte del Monitor de Sequía en México del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), 40.13% del territorio nacional registra sequía de moderada a excepcional, mientras que en la CDMX ya no se registran áreas con sequías.

Sin embargo, esto sólo pasó por las intensas lluvias registradas a mediados de junio e inicios de julio; donde según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este año tuvimos el junio más lluvioso desde 1941.

Un mes antes, 75.96% del territorio nacional resintió los efectos de las intensas sequías, que aunque se les atribuye a la falta de precipitación, el doctor Víctor Magaña, experto en meteorología, señala que además de la falta de lluvias, las sequías son consecuencia del mal manejo agrícola y socioeconómico que el ser humano le da a los recursos naturales, principalmente al agua. 

Disminución por huracanes

De acuerdo al reporte de clima de junio 2024 del SMN, ese mes llovieron 148.7 mm a nivel nacional, lo que representó un superávit de 48.9 mm respecto al promedio climatológico de junio. 

“Esta reducción en la sequía está ligada a las lluvias propias de la temporada y las provocadas por diversos fenómenos meteorológicos ocurridos entre el 15 de junio y 14 de julio”, según el informe del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, de la Conagua.

Entre los principales fenómenos meteorológicos del 2024 se encuentran los remanentes de la tormenta tropical Chris en Veracruz y el paso del huracán Beryl por Quintana Roo a principios de julio; más la formación del huracán Alberto en el Golfo de México a mediados de junio. 

Crisis hídrica, altas temperaturas

Según el coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), Francisco Estrada Porrúa, el pasado abril fue el mes más cálido en la historia, no sólo en México, sino en 47 países, y sugiere que el 2024 ha sido el año más cálido del que se tiene antecedentes.

Esta situación provocó la disminución significativa de los niveles de agua en presas y cuerpos de agua naturales de los estados. Desde 2023, Nuevo León, Chihuahua y Sonora han enfrentado restricciones en el suministro de agua potable para toda su población. Menos de la mitad del territorio no registra una escasez de agua, de acuerdo al reporte de la Conagua y del SMN.

El doctor Magaña señala que la distribución y mal manejo del agua, como las concesiones no monitoreadas y la falta de cultura del agua, generan condiciones de crisis que hacen que cualquier disminución de lluvia genere una sequía. “La crisis hídrica, más un episodio de sequía, pueden alcanzar niveles extraordinarios”, explica el meteorólogo.

Por su parte, José Iván Zúñiga, gerente de bosques del Instituto de Recursos Mundiales México (WRI por sus siglas en inglés), advierte de la caída de la producción de granos, la cual se ve afectada por los cambios en la temporada de floración y la escasez de agua. 

Esto no sólo ha provocado el alza de los precios en frutas y verduras, sino que tiene un impacto significativo en los pequeños productores, quienes dependen directamente de sus productos.

No sólo hay una afectación a la industria agrícola, sino también en la industria ganadera, ya que a falta de agua, los pastos dejan de crecer. El especialista Zúñiga menciona que cada vez hay condiciones más difíciles para criar ganado en un sistema tradicional de pastura libre, que es la técnica más usada en México. 

Aún más, en lo que va del año se han registrado 7,694 incendios forestales, superando así a los 7,611 del año pasado; el especialista en bosques se lo atribuye a que cada vez hay menos humedad en los ecosistemas y mayor temperatura por más tiempo. 

“El cambio climático exacerba las variaciones climáticas, y las hace más pronunciadas; conforme se modifican los ecosistemas se tiene menos resiliencia ante los impactos del clima”, asegura el especialista Zúñiga.

¿Qué se necesita para disminuir el efecto de sequías? 

Aunque las temporadas de sequías se ven agravadas por el fenómeno global del cambio climático, los especialistas aseguran que falta en el país una estrategia de adaptación a las variaciones climáticas actuales.

El experto en meteorología sostiene que hay diversas acciones que todavía se pueden llevar a cabo para contrarrestar los efectos de la crisis hídrica en el país. “Este año es de lluvias muy abundantes. Se puede resolver este problema; México es un país con mucha agua, pero el problema es su gestión”.

Además de insistir en exigir acciones a las autoridades, el doctor Magaña enfatiza en la importancia de la cultura del cuidado del agua, principalmente en las áreas urbanas del país, ya que su población es la que más gasta este recurso. 

Por su parte, el especialista Zúñiga insiste en invertir en comunidades y organizaciones del campo, ya que los agricultores, ganaderos y jornaleros son los que se ven más afectados por las temporadas de sequías.

“Hace falta fortalecer las instituciones públicas que ayuden a los ejidos a lidiar con las plagas en bosques, que puedan detener la deforestación; falta inversión en prevención y manejo de incendios: sin esto no se puede mantener la base ecológica”, concluye el especialista en bosques. 

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