Del “sombrero” de Faustino, de Enrique Inzunza, Sergio Torres, Paloma Sánchez y Mario Zamora
Álvaro Aragón Ayala
Una pregunta obligada: ¿El gobernador Rubén Rocha Moya se deslindará de los problemas personales que cursa su secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cazarez, o los hará suyos? Periodistas críticos, no domados, temen ser victimas de atentados criminales y perder la vida en un “asalto”, un “robo” de vehículo o “atropellados” ¿Por qué? Porque desde el Tercer Piso se soltó la versión de que Inzunza cobrará venganza contra los comunicadores que le dieron voz a la Jueza de Control Ana Karina Aragón Cutiño.
Durante la campaña al Senado de la República, Aragón Cutiño alzó la voz en defensa de su dignidad y su honra personal y reveló las denuncias que había enderezado en contra del candidato de Morena Enrique Inzunza Cázarez por acoso, hostigamiento sexual, violencia de género, etc., las cuales alcanzaron cobertura nacional. La Jueza precisó que Enrique Inzunza buscaba impunidad legislativa.
Ahora, quienes le dieron voz a Ana Karina temen por su seguridad personal y que cualquier agresión sea calificada como “normal”.
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Ya no está en el plano terrenal el periodista Heriberto -El Negro- Millán ni Walterio Medina, Nanino, para que nos orienten sobre qué terreno pisar y que no en materia de comunicación por aquello de que conocían a la perfección como se movían algunos personajes en los obscuros sótanos de la política estatal y nacional. Se la sabían de todas todas. No hay pues quien tenga la certeza de lo que ocurre en el mundillo político estatal. Así que por la falta de oficio de unos y la maldad de otros, Sinaloa es inundado por la “basura periodística” importada de la Ciudad de México provocando confusión.
Sin mayores datos a la mano, trascendió que en las catacumbas de la grilla, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa, Faustino Hernández Álvarez, el del “sombrero fino”, es blanco de dimes y diretes. Que su carrera política ya terminó, dicen sus detractores. El ex candidato en el 2021 por la alcaldía de Culiacán de la alianza Va por Sinaloa, transmutó su militancia partidista: de priista brincó a Morena, partido al que el criticaba y en el que estaba logrando cierta presencia y respeto, pero resulta que hora ya no lo quieren, pero no se lo dicen cara a cara ¿verdad Feliciano Castro?
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Todavía no inicia su administración y ya la alcaldesa electa, Cecy Ramírez Montoya, levanta polvos de aquellos lodos en Guasave. Que meterá al pícaro de Feliciano Valle Sandoval como secretario del ayuntamiento, anunció con bombo y platillo, levantando mentadas de madre de los militantes y fundadores de Morena en el municipio, quienes identifican al Chano como advenedizo, con genes priistas, pegado a la 4T para seguir lucrando de la función pública.
Pues bien, apenas bajaba el volumen de los madrazos, cuando informó que el tesorero de su administración será el corrupto y Edgar Adaír Espinoza, generador de tempestades políticas y conocido porque dejó una estela de destrucción, saqueos y terror a su paso por el ayuntamiento de El Fuerte, en donde dicho con toda propiedad, el alcalde Gildardo Leyva Ortega, es considerado por la población, también, como altamente corrupto y lépero.
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Es extraoficial, que conste. Que los ex alcaldes de Culiacán, Sergio Torres Felix, y Jesús Valdez Palazuelos, volverán a reencontrarse, pero desde diferentes trincheras, es una especie que se divulga en los mentideros políticos ¿Cuál sería el propósito de volver, posiblemente, a tejer alianzas? Uno, Jesús, mama del Partido Verde Ecologista de México a los pies de los dueños de Morena de Sinaloa. Ya demostró que su estatura es la de la sumisión política.
El otro, Sergio Torres, prepara el terreno rumbo al 2027. Acaricia, con mesura, el proyecto por la candidatura al gobierno de Sinaloa bajo las siglas del Movimiento Ciudadano, partido también ligado a Morena, en el que se mueven varios que quieren al mismo tiempo lo mismo que Sergio. Jesús ya quemó todos sus cartuchos: dejó la víbora chillando en el PRI-Sinaloa y en el ayuntamiento y fracasó en su intento por convertirse en Senador de la República. A Sergio Torres todavía le quedan varios tiros en su carrillera.
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No se sabe cual será el destino, al 2027, del actual Senador Mario Zamora Gastélum y virtual diputado federal plurinominal. En el 2021, fracasó su proyecto por la gubernatura, y después, no se le acomodó como candidato al Senado. Sí, quería ser repetir, pero sólo alcanzó una diputación que no se sabe si le servirá o no para apuntalar planes rumbo futuros para seguir en las jugadas de altos vuelos. Es difícil pues pronosticar que pasará con él.
Tampoco se sabe que informó la virtual Senadora Paloma Sánchez de Mario Zamora al dirigente nacional del PRI, Alejandro -Alito-Moreno, pues no fueron pocos los priistas que la dejaron sola con la carga de la candidatura, de cara a un megafraude electoral fraguado en las altas esferas del gobierno morenista, que por su dinamismo requería la unión y la participación de todos para hacerle frente a la campaña de Imelda Castro y Enrique Inzunza, de Morena. Zamora sabe que aquí en Sinaloa, en tierra, están los votos, y en la Ciudad de México las relaciones. Si quiere sobresalir en el 2027 tendrá bajar de las estrellas y realizar trabajo político territorial.
