Un homicidio que lo culpa: duda que debe ser esclarecida

Alfonso Ontiveros Salas

Se comete un error: la Fiscalía estatal filtró el “rumor” de que la causa de la muerte de Héctor Melesio Cuén Ojeda había sido por un intento de robo de su vehículo.

¿Con esa versión que buscaban proteger? Que esa “teoría” fue producto de la declaración del testigo acompañante del ahora fallecido Cuén Ojeda, dicen ¿Fue para confundir a la opinión pública, a la familia y a los amigos de Héctor Melesio Cuén Ojeda? Se enrarece el ambiente.

Irresponsable y por demás desafortunada la filtración que corrió por las notas periodísticas. Ese hecho no pudo ser de otro lado que de la Fiscalía estatal ¿Quién le ordenó a la Fiscal que dejara escapar esa versión? Quien lo haya hecho, fue muy temerario porque las reacciones no se dejaron esperar. La información causó repudio y se arraigó mucho más la duda de que el homicidio pudo ser planeado y ejecutado por las autoridades estatales.

La Fiscalía se equivocó. El enojo de la comunidad universitaria rosalina, de la familia de Cuén Ojeda y de sus amigos, se manifestó de inmediato. La falsedad oficial puede ser de protección a los responsables o apostarle que la carpeta de investigación no comprometa a ninguna persona del gobierno. La hipótesis creada por ellos, de que el homicidio fue un acontecimiento circunstancial resulta muy peligroso. Un apresuramiento muy riesgoso por las repercusiones del hecho y de la víctima.

Motivos para dudar sobran. La confrontación entre el Ejecutivo Estatal y el Secretario General de Gobierno, y el ahora victimado, sonó fuerte en todo el estado de Sinaloa. Agregándole, además, la férrea persecución política en contra de Héctor Melesio Cuén Díaz, hijo del ahora victimado, en un proceso sustentado en delitos prefabricados por la fiscalía estatal.

En el caso del atentado criminal contra Arnoldo Valle Leyva, Director General de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa, le facilitaron al Gobernador del Estado las videograbaciones de los hechos, mismo que los dio a conocer en una de sus mañaneras. Una filtración que viola el principio de reserva que debe prevalecer en ese tipo de investigaciones. El Gobernador no debería haber tenido acceso a los registros y datos de prueba de la investigación criminal, por lo que se solicitó a la Fiscalía General de la República la atracción de esas investigaciones. Se perdió la confianza en la Fiscalía estatal.

Desconfianza que se arraiga por esa filtración de los hechos en que el Mtro. Cuén Ojeda perdiera la vida. Es inadmisible que la institución del ministerio público de a conocer absurda y perversamente la posible causa por la que perdiera la vida Héctor Melesio Cuén Ojeda.

La excusa de la Fiscal debería ser la obligada consecuencia y nombrar para el caso un Fiscal Especial, que tenga plena independencia para realizar las investigaciones y para interrogar incluso al propio ejecutivo estatal.

Hay un marcado conflicto de interés. Las diferencias que existieron entre el ahora asesinado, el Gobernador del Estado y el Secretario General de Gobierno, entre otros actores políticos como Manuel Luque que desde la tribuna del Congreso del Estado le deseo la muerte a Héctor Melesio Cuén Ojeda.

Hay suficientes motivos para creer que la Fiscalía estatal no está en condiciones para cumplir de manera objetiva, imparcial y profesional las investigaciones que lleven a la captura y castigo de los responsables del crimen del Mtro. Héctor Melesio Cuén Ojeda. Errores evidentes empiezan a dar señales de alerta de que la Fiscalía no cumplirá.

¿Planeado el homicidio? Al dejar sin protección policial al ahora victimado, lo ponía en una situación de vulnerabilidad. Seguro que eso fue pensado para darle mayor libertad y menos riesgos a los que ejecutarían el crimen.

¿Ya recabó esa información la Fiscalía? Deberá también hacer un estudio de fondo de las diversas grabaciones realizadas por el mismo Mtro. Cuén Ojeda en las que responsabilizaba de su muerte a prominentes miembros del gobierno.

¿Se meterá a indagar a sus propios mandantes en los procesos que se siguen en contra de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sus directivos y entre ellos al hijo del Mtro. Cuén Ojeda? ¿Como no se ha podido demostrar ninguna pizca de corrupción en la UAS y en sus directivos, fue el enojo que llevó a atacar al Mtro. Cuén Ojeda, privándolo de la vida? Desde el gobierno y en la fiscalía se sostiene la tesis de que el eje del conflicto contra la UAS fue por no aceptar la ley de educación superior de Sinaloa, tirada a la basura por inconstitucional, y también por la figura de Héctor Melesio Cuén Ojeda por lo que representaba para los universitarios rosalinos.

Una muerte que no arrodillará a los uaseños. La figura, el trabajo y la filosofía de defensa a la dignidad y la autonomía universitaria de Héctor Melesio Cuén Ojeda resplandece como esa luz que brilla en el horizonte rosalino.

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