Abandono escolar, escuelas dignas y evaluación, retos de Mario Delgado en la SEP

Dulce Soto

Claudia Sheinbaum nombró a Mario Delgado, actual líder nacional del partido Morena, como el próximo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), un perfil más político que técnico para esta dependencia.

A diferencia de la línea que la futura presidenta de México había seguido con las secretarías de Ciencia (de próxima creación) y Medio Ambiente, donde colocó a especialistas en esas materias, en el caso de la SEP nombró a un economista que en los últimos procesos electorales se encargó de dirigir a Morena de manera exitosa , pues en su dirigencia se han concretado la mayor parte de los triunfos.

Si bien, Delgado ya fue secretario de Educación cuando Marcelo Ebrard fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en los últimos años se ha desempeñado más como operador político. Ha sido senador y diputado federal.

Y por ello, al ser considerado más un operador político que un especialista en educación, expertos en la materia cuestionan las habilidades técnicas que se requieren ante lo que consideran “una crisis educativa en el país” y los retos que implica dirigir una dependencia como la SEP.

“Eso va a implicar grandes retos. Desde cómo va a ser capaz de llevar la relación con el sindicato magisterial, cómo va a atender temas fundamentales que están pendientes en esta administración, como la consolidación del plan y programa educativo de la Nueva Escuela Mexicana, la mejora de los libros de texto y el retorno a la evaluación de los aprendizajes”, menciona Teresa Gutiérrez Cortés, directora de monitoreo de indicadores educativos en Mexicanos Primero.

La virtual llegada de Mario Delgado a la SEP ha causado división y polémica entre el magisterio: mientras que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha celebrado el nombramiento, la organización sindical disidente agrupada en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha rechazado la designación.

A la par, organizaciones civiles que impulsan el derecho a la educación consideran que es urgente que el próximo titular de la SEP implemente una verdadera política educativa, debido a que consideran que el país atraviesa por “una crisis en materia de educación” que urge soluciones contundentes.

También demandan que permanezca en el cargo hasta alcanzar los resultados deseados, al asegurar que en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador esta dependencia se utilizó como “trampolín político”.

En cinco años del gobierno actual han sido titulares de la SEP tres funcionarios. De 2018 a 2021, Esteban Moctezuma estuvo al frente de la secretaría y después fue nombrado embajador de México en Estados Unidos. En el cargo lo sustituyó Delfina Gómez, quien renunció en 2021 para competir por la gubernatura del Estado de México. En su lugar llegó la actual secretaria de Educación, Leticia Ramírez.

“En este sexenio tuvimos tres titulares de la SEP, más o menos cada uno de dos años. Y eso también te habla de la falta de prioridad que es la educación en este país. Entonces, nos gustaría ver a un secretario que se quedara durante el sexenio, que le dé continuidad a los programas que demuestren tener resultados positivos e implementar una política educativa de mediano y largo plazo”, subraya Fernanda García, directora social e incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Los retos educativos

Entre los problemas educativos a atender en el próximo sexenio, especialistas en educación coinciden en que la prioridad debe ser disminuir el abandono escolar, mejorar los aprendizajes de los estudiantes y garantizar que todas las escuelas del país cuenten con infraestructura básica, como agua potable, luz eléctrica y baños. Además de mejorar las condiciones de los docentes.

Actualmente México tiene los niveles más bajos de matriculación y los peores resultados en el aprendizaje de Matemáticas, Lectura y Ciencias desde 2006.

También consideran necesario que se cumplan las promesas en materia de educación que Claudia Sheinbaum hizo durante su campaña electoral y que incluyen retomar las escuelas de tiempo completo, programa que se eliminó en este sexenio.

“Esas escuelas desaparecieron durante esta administración sin haber hecho una evaluación profunda sobre su utilidad o sobre su impacto”, subraya Teresa Gutiérrez.

Por su parte, Fernanda García mencionó que, además, es urgente que México aplique de nuevo evaluaciones educativas. En 2019 se eliminó en el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) y, aunque esta función quedó a cargo de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), ya no se aplica evaluaciones, solo pruebas diagnósticas.

Aunque estas pruebas permiten conocer al inicio de un curso el nivel de aprendizaje de los alumnos, no existen datos nacionales sobre cómo confluyen un grado escolar. Esta falta de datos, sostiene, impide el diseño de una política educativa con base en evidencia y datos.

El único mecanismo que aportaba alguna información al respecto es el examen Comipems, por medio del cual se asignan lugares a los estudiantes en las escuelas de nivel medio superior según su puntaje, evaluación que Mario Delgado ha prometido eliminar.

“Eliminar el Comipems podría ser dar un paso atrás en ese sentido de tener herramientas que te permitan generar evidencia y tener un diagnóstico. Hoy, digamos, la única prueba para todo el país que se tiene estandarizada es la prueba PISA, que depende de un organismo internacional, pero México no tiene hoy esas herramientas”, señala.

Evaluación de programas

Las especialistas en educación apuntan que también es importante evaluar los programas educativos lanzados en este sexenio, como La Escuela es Nuestra, para conocer su alcance real, modificar lo que no funciona y construir estrategias educativas que vayan más allá de otorgar becas o construir más planteles.

“No solamente son construir más preparatorias o dar más becas. Si bien son programas pueden ser parte de la solución, no necesariamente es lo que necesita la comunidad educativa, porque los datos demuestran que uno de cada cuatro alumnos que dejó de estudiar fue por razones económicas, pero el 75% restante fue por temas de salud, de cercanía de la escuela, falta de interés o haber reprobado materias”, explica Fernanda García.

La organización Educación con Rumbo consideró crucial que se presente una estrategia clara de implementación y evaluación en materia educativa y sea consistente con las propuestas de campaña de la presidenta electa.

La organización ha dicho que en el apartado de educación de los “100 pasos para la Transformación” de Sheinbaum se delinearon algunas de sus acciones, pero señalaron que la realidad se concreta en el diagnóstico, en el presupuesto, su asignación focalizada hacia donde están los problemas y en los resultados, por lo que se dijeron dispuestos a trabajar en conjunto.

“Reiteramos la disposición de Educación con Rumbo, su infraestructura técnica y humana para trabajar de manera coordinada, corresponsable y con dialogo permanente y propositivo con la Secretaria de Educación Publica y se aseguren las condiciones óptimas para que niños, niñas y adolescentes puedan ejercer su derecho humano a una educación de calidad de manera integral”, refirió la directora general de la organización Paulina Amozurrutia en un comunicado.

Oportunidad para negociar presupuesto

La experta de Mexicanos Primero agrega que un beneficio de que Mario Delgado sea un perfil político es que pueda tener habilidades de diálogo y negociación, tanto con los sindicatos como para el presupuesto de la SEP, que ha disminuido en los últimos años en términos reales.

“Vamos a tener que ver cómo utiliza esas habilidades de negociación el secretario para poder negociar un mayor presupuesto”, resalta.

Por ejemplo, Educación con Rumbo señala que Sheinbaum destacó la construcción prioritaria de más escuelas de educación media superior, así como continuar con la Beca Universal para Educación Básica, que implica cubrir a más de 14 millones 492,611 niñas y niños que durante esta administración no tuvieron ese beneficio y que generó una erogación de 27,168 millones 981,840 millones de pesos; por lo que implicará por lo menos otros 55,000 millones de pesos más.

“Nos gustaría conocer el presupuesto asignado para alcanzar este objetivo, esperando que se priorice adecuadamente la inversión en educación durante este periodo presidencial”, señaló la coordinadora del Observatorio de Investigación de Educación con Rumbo Patricia Ganem.

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