CIDE: reforma del pensamiento académico: del PRI a Morena

Carlos Ramírez

Detrás de la crisis del CIDE se encuentra en marcha una decisión de  reorganización –que no reforma– del sistema político priísta:

En el viejo  modelo del sistema político-ideológico del PRI existen los  https://worthcompare.com/h0pqomrxklx pilares corporativos ya conocidos –los sectores hoy inexistentes e inoperantes–, pero había también una  https://giannifava.org/cd9htli9o superestructura de élites que no formaban parte del PRI y que vivían del  entendimiento crítico –no opositor de  Tramadol 100Mg Buy Online alternativa–: eran los que pudieran caracterizarse como sectores  https://elisabethbell.com/zv94630 invisibles del priísmo.

Eran  varios los sectores: la iglesia, la embajada de EU, la oposición leal, entre otros. Y existió un sector  https://www.worldhumorawards.org/uncategorized/boc4gcao especial que fortalecía al PRI –en el enfoque de sistema político del ensayista y novelista marxista José Revueltas–: los estudiantes como  aparato ideológico del Estado priísta. El consenso-entendimiento se rompió en 1968 –Tlatelolco– y 1971 —halconazo–, pero  https://fotballsonen.com/2024/03/07/m4r8kxm1z sin modificar la estructura de financiamiento público a una educación que ya  Prescription Tramadol Online no capacitaba recursos para el Estado sino para la empresa privada.

La  estabilidad estudiantil se compraba con el financiamiento a una educación pública para  https://wasmorg.com/2024/03/07/5sw8xuck7n beneficio privado.

Y en eso  llegó López Obrador. Las críticas a la UNAM, la toma del control educativo del CIDE y la recuperación de El Colegio de México forman  parte de una reorganización morenista del sistema político priísta: reintroducir –como lo hizo el presidente Cárdenas en 1934 con su reformas constitucional para una educación pública  https://ncmm.org/odhdvkbe4s socialista— una  https://www.lcclub.co.uk/uyw8g9ep4j revinculación –por llamarla de algún modo– de la educación al modelo social del Estado, en sentido  https://www.jamesramsden.com/2024/03/07/hy6k8sza2 contrario a la reforma del proyecto neoliberal salinista de  https://www.mominleggings.com/lap8cxq8 deslindarse del contenido educativo de la educación pública, someterla a una dependencia del mercado y  https://fotballsonen.com/2024/03/07/xb0a7ua44 abandonarla al control de grupos de interés académico y estudiantil con prioridades  propias.

El  https://www.worldhumorawards.org/uncategorized/rj6ddmb48b plan de trabajo del director designado del CIDE, José Antonio Romero Tellaeche, se enfoca en ese sentido de  recuperación de la educación. Además de  Buying Tramadol Online Legal reconquistar el control de las instituciones en manos de  élites de poder interno, sus diez ejes  https://elisabethbell.com/t6u1s2opnrb estratégicos son:

1.- Asegurar la equidad de género.

2.- Replantear la misión, visión y objetivos del CIDE.

3.- Mejorar la relación con el gobierno federal.

4.- Transparentar el uso de recursos.

5.- Repensar las investigaciones bajo un enfoque de bienestar social.

6.- Diversificar el pensamiento.

7.- Actualizar el modelo de formación académica.

8.- Publicar bajo un nuevo enfoque.

9.- Renovar la administración.

10.- E impulsar la vinculación con el exterior.

El gobierno federal actual, en su papel de  dotar de recursos presupuestales al CIDE asume, en la lógica, la toma del  control del organismo que hoy está  dominado por burócratas, una élite académica que mantiene el poder férreo de plazas y recursos y profesores que la  asumen como centro educativo privado.

A ello se agrega otro dato inocultable: buena parte de los profesores del CIDE forman parte de la masa crítica contra el gobierno lopezobradorista, aunque con mayor intensidad a como criticaban a los gobiernos priístas y panistas que los financiaban sin exigir cuentas de resultados en la relación educación-sociedad.

El enfoque oficial contra la UNAM y sus acusaciones de neoliberalización de la llamada máxima casa de estudios se debe aplicar al modelo de reorganización educativa del CIDE como un centro de estudios que opera con financiamiento público; en contra, los profesores y alumnos que dominan el organismo quieren plantear una autonomía absoluta que se basa en la no rendición de cuentas y un modelo muy aparecido a lo que sería una autogestión educativa o autogobierno con cargo a las finanzas públicas, porque los disidentes no quieren buscar financiamiento privado para asumir la independencia total de la estructura de gobierno interno.

Y, en efecto, el modelo de reorganización de las relaciones del CIDE con el patronazgo gubernamental va a extenderse hacia otro centro de estudios con autonomía autogestionaria: El Colegio de México. Y el segundo paso en ambas será también polémico: la gratuidad de la educación, pues hoy las colegiaturas en CIDE y Colmex son altas, contribuyen al elitismo y filtran la población estudiantil con expresiones a veces de segregación social.

En este escenario, la reforma del CIDE no dará marcha atrás.

Con Información de Indicador Político

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