Los secretos de Rocha-Obrador y el curso del magafraude electoral
Álvaro Aragón Ayala
En pleno curso el megafraude electoral para intentar asegurar el triunfo de los candidatos de Morena, el gobernador Rubén Rocha Moya y el presidente Andrés Manuel López Obrador celebraron el sábado por la tarde un encuentro “enigmático” en Culiacán en las oficinas de la Base Aérea Militar No 10.
La reunión secreta tuvo como pretexto abordar la agenda de salud de Sinaloa, el “avance” de los hospitales y la consolidación del programa IMSS-Bienestar, aunque el tema central fue evaluar cómo va el proceso electoral, las tendencias, y qué se está haciendo en Sinaloa para evitar la derrota de Morena.
López Obrador está sumamente preocupado por los pleitos cazados por el gobernador y el arrastre en Sinaloa de la coalición Fuerza y Corazón por México, cuyos candidatos a nivel nacional pueden obtener la mayoría de las posiciones en las dos cámaras, la de Diputados y la de Senadores, que, de ocurrir, pondría en riesgo su seguridad jurídica cuando llegue la hora del retiro Presidencial.
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El mandatario de la nación cedió a los caprichos del gobernador que impuso como candidato al Senado a Enrique Inzunza Cázarez, acusado de delitos sexuales, generando descontento y disidencia de morenistas notables y concentró la atención de los colectivos feministas de la Ciudad de México.
Obviamente que López Obrador quiso saber de viva voz que jugada cocina Rubén Rocha para garantizar el triunfo cuando menos de los diputados federales y Senadores que serán necesarios para que bloquen cualquier iniciativa que pretenda llevarlo a juicio.
El plan del gobernador es “reventar” al PRI, PAN, PRD y PAS para que no tengan representantes de casillas el 2 de junio. Quiere el camino despejado para perpetrar un megafraude electoral. Se niega a instalar un plan de seguridad electoral que garantice unas elecciones tranquilas y civilizadas.
Existe un antecedente negro: el 2 de junio del 2021, grupos armados secuestraron a decenas de operadores y estrategas electorales del PRI para evitar el voto de los simpatizantes del candidato a gobernador Mario Zamora Gastélum y de los candidatos priistas a alcaldías y diputaciones locales, y favorecer el triunfo del morenista Rubén Rocha.
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