Despiértate de la oscuridad en que vives
Sarita García del Río
En la lucha contra los sentimientos negativos que te acechan, te enfrentas a un laberinto emocional que te envuelve como persona, amenazando con consumirte. La herida, el odio hacia ti misma, la culpa y la preocupación son sombras que empañan tu visión, haciéndote sentir perdida en la oscuridad de tu propio ser. Sin embargo, la oscuridad de tus pensamientos no te da derecho a humillar a otras personas ni a juzgar con dureza, pues el juicio no te ha sido conferido divinamente. Recuerda que no toda aquella que dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, aunque la misericordia de Dios sea infinita. La soberbia es muy mala consejera, sobre todo cuando te asesora en materia de humildad.
Aun en medio de esta tormenta, la luz de las demás personas brilla como faros de esperanza, aunque a veces parezcan distantes e inalcanzables. En este viaje, te encuentras enfrentando la resistencia y la conspiración silenciosa incluso en las relaciones más cercanas, cuando la comunicación honesta se ve ahogada por el miedo y por la negativa a reconocer que has tomado decisiones hirientes y te has comportado de manera inmadura. Eres incapaz de aceptarlo y te eriges en una especie de tribunal de justicia, cuya moralidad está completamente en entredicho. Como se dice, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Se sabe perfectamente que debido a que la soberbia te aconseja no vas a entender el idioma con el que se te está hablando, por eso es necesario que lo escuches para que te vayas acostumbrando a que el idioma que hablas es un idioma totalmente distinto al que pretendes imponer a quien no piensa como tú. Tu soberbia, tu altanería, tu grosería no es necesaria en un mundo donde se necesita perdón ante tanta injuria que has llevado por el mundo contra ti, contra los demás y contra tu propia familia. Perdónate a ti misma para empezar a perdonar a los demás, sé gentil contigo misma para que seas educada con los demás, escúchate a ti misma para que puedas escuchar a los demás. Pero sobre todo, muéstrate humilde ante ti misma para que encuentres la humildad que los demás desean ver en ti.
Ideas Centrales:
- Reconocer la oscuridad interior y evitar el juicio hacia una misma y hacia los demás.
- Buscar la luz en los demás como fuente de esperanza en momentos difíciles.
- Aprender a escuchar y aceptar otros puntos de vista, dejando de lado la soberbia y la altanería.
- Practicar el perdón hacia una misma y hacia los demás como camino hacia la paz interior y la humildad.
Esto es lo que debo hacer para alcanzar lo que dice este texto:
Cuestionamientos:
- ¿Estoy reconociendo mis sentimientos negativos sin juzgarme a mí misma o a los demás?
- ¿Estoy buscando la luz en los demás como fuente de esperanza en momentos difíciles?
- ¿Estoy practicando la escucha activa y el respeto hacia otras opiniones, dejando de lado la soberbia?
- ¿Estoy practicando el perdón hacia mí misma y hacia los demás como medio para encontrar la paz interior y la humildad?