Bancos. ¿Víctimas o compinches?
Juan Manuel Asai
México se convierte de manera inexorable en paraíso de la cibercriminalidad. Es uno de los países donde este tipo de delitos crece más rápido. Según analistas las cifras conocidas se quedan cortas ante la realidad de que los afectados simplemente no saben cómo defenderse. Entonces lo dejan pasar rezando porque no los asalten de nuevo, porque eso son, asaltos para sustraer el patrimonio usando armas digitales.
Los cuentahabientes de los bancos son víctimas de este tipo de delitos y la verdad es que los bancos se esmeran muchísimo en escurrir el bulto. Ponen a sus mejores empleados a buscar la manera de no asumir la responsabilidad e incluso llegan a acusar a las víctimas de los latrocinios que padecen. Es tal su afán de lavarse las manos que de inmediato surge la pregunta de si los bancos son víctimas o compinches, cómplices, secuaces. ¿Alguien tiene la respuesta?
Hay delitos digitales cada vez más graves como el robo de identidad para vaciar cuentas bancarias. Cuando hay denuncias, los bancos se limitan a realizar una investigación superficial, irresponsable, y si el ladrón usó los datos de la víctima entonces culpan a la víctima de no proteger su información confidencial, en lugar de reconocer que sus sistemas de seguridad fueron vulnerados y el patrimonio de los ahorradores no está seguro en sus arcas. La confianza se lacera.
¿Quién filtra los datos de las víctimas para hacer posible los fraudes? Los bancos dan a las víctimas el papel de sospechosos. En lugar de acompañarlos en el proceso o de orientarlos, los culpan. Un descaro inaudito. Los bancos tendrían que estar obligados por ley a colaborar con las víctimas, con las personas que le entregaron su dinero para su custodia, pero hay un vacío legal por el que se escurren los ciberdelincuentes y libran la sanción de los delitos.
En lugar de resolver en cuestión de horas, los bancos lanzan a sus cuentahabientes a la calle a rascarse con sus propias uñas y acudir a la Condusef o de plano a las fiscalías en procesos que resultan onerosos y largos y que en muchas ocasiones obligan a las víctimas de desistir: eso, que den su dinero por perdido, es justo lo que quieren.
¿Qué hace la Asociación ´de Bancos de México, ABM, ante el reto de la cibercriminalidad? Lo que hayan hecho hasta ahora es insuficiente. Se han quedado cotos. Esto tipo de actos criminales se incrementan y en los próximos meses el país atestiguará la salida del mercado del Citybank, dejando a Banamex a la deriva. Es un peligro para México.
MC, Máynez es lo que hay
La nota política de la semana es que ya hay un tercer precandidato a la Presidencia de la República, el ex diputado Jorge Álvarez Máynez que abandera a Movimiento Ciudadano y que competirá con Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum. Dicen, los pocos que lo conocen, que Jorge tiene potencial y será un buen candidato. Hay que darle el beneficio de la duda. Ese no es el problema. La cuestión es que arranca muy tarde y de mala manera, porque su destape cheleando tranquilos con Samuel y Mariana fue bochornoso.
Máynez tiene a su favor que hay un amplio sector de la ciudadanía que no se identifica ni con Xóchitl ni con Claudia. Hay espacio para que una tercera vía crezca en corto tiempo. ¿Puede competir para ganar? Cualquiera diría que no, que su participación será testimonial, pero el quehacer político está muy revuelto y rijoso, todo puede pasar. Sus contendientes tienen flancos débiles, incluso legales. ¿Podrá Máynez explicar qué tipo de gobierno haría si llegara a ganar? Si el MC hubiera podido fichar a Marcelo Ebrard otra historia se estaría contando, pero no. Álvarez Máynez es lo que hay. El MC tiene que respaldarlo hasta donde tope.