Estadísticas: Rubén Rocha, clon de Quirino

Álvaro Aragón Ayala

Arrancó el 2024 y Rubén Rocha Moya puso en operación el “sistema de la estadística” para intentar hacer creer a la sociedad que su gobierno fallido es un gobierno de resultados, logrando únicamente que los sinaloenses lo comparen con los gobernadores del PRI que usaron las estadísticas para ocultar la realidad y maquillar su quehacer gubernamental.

En el embellecimiento su imagen, Rubén Rocha semeja un clon de Quirino Ordaz Coppel, quien invirtió miles de millones de pesos en medios de comunicación para cuidar y proyectar su figura y para que le ayudaran a ocultar -no publicar- el robo del dinero público, sólo que al gobernador de Morena el sistema no le funciona por sus prematuros escándalos de corrupción.

Mitómano consuetudinario, Rubén Rocha recurre pues a la estadística para presentar datos falsos en materia de seguridad y prevención de delitos revelando su bipolaridad política al mentir para huir de la realidad, para halagarse, para compensar una especie de complejo de inferioridad y para “estafar” a la sociedad.

Sin autoridad moral, perseguido por las revelaciones del cartelrocharuiz.com, el gobernador compra la aceptación periodística para que lo ayuden a que la sociedad lo identifique como el mejor gobernador, comparado con Quirino Ordaz Coppel y Mario López Valdez, y ofrece los resultados de su gobierno con estadísticas manoseadas.

Rubén Rocha está inmerso en el perverso e intrigante mundo de la manipulación de datos y diseño de gráficos, en la difusión permanente de mentiras para, de manera engañosa, intentar revertir la pésima percepción que el pueblo tiene de él en lo personal y de su gobierno que mitifica la estadística gubernamental respaldada con datos falsos que tergiversan la realidad.

Clon de Quirino Ordaz Coppel en el manoseo y desaseo de estadísticas, Rocha Moya ofrece una excelente oportunidad para desentrañar los trucos rochistas en el manejo de datos, para analizar, contextualizar y comparar a detalle y llegar a la conclusión de que ha sido y es el peor gobernador de que se tenga memoria en la historia contemporánea de Sinaloa.

Tenía razón Mark Twain cuando decía que existen tres tipos de mentiras: mentiras, grandes mentiras y estadísticas, refiriéndose claramente a este tipo de padrones o tablas descriptivas para ocultar la realidad de los gobiernos que pretenden engañar a la sociedad describiéndose a sí mismos como un “milagro gubernamental”.

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