Discursos faltos de probidad y honradez

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

El informe del Gobernador en nada abonó a la relación inmoral que mantiene con la Universidad Autónoma de Sinaloa. Es improbo cuando dice que es amigo de la comunidad universitaria.

Un Ejecutivo Estatal que lanza voces de amistad hacia una comunidad universitaria que ha golpeado sistemáticamente calificándola de corrupta, no puede merecerle el calificativo de honesto y probo en sus expresiones.

No ha habido respeto a los universitarios rosalinos cuando se ha recurrido furiosamente al uso faccioso de las instituciones estatales al extremo de fabricarle delitos a las autoridades universitarias por haberse atrevido a rechazarle el aborto legislativo con el nombre de Ley de Educación Superior de Sinaloa violatoria de la autonomía universitaria.

El discurso del pasado sábado debe tomarse como una burla porque así fue recibido por los universitarios que han demostrado pertenencia a la institución rosalina y que en una sola voz se le ha exigido al Ejecutivo Estatal le ponga un alto a la descarada agresión en contra de sus autoridades.

Miente cuando dice que su determinación es combatir la corrupción en la Universidad Autónoma de Sinaloa cuando bien lo sabe que la institución universitaria ha sido y es auditada por la Auditoría Superior de la Federación. También sabe que la Auditoría Superior del Estado no es competente para auditar los recursos propios de la Universidad Autónoma de Sinaloa porque así ha sido resuelto por Tribunales Colegiados de Circuito, pero aun así persiste en su desenfrenada obsesión de mantener esa agresión sistemática contra la UAS.

Se cuenta con nueve resoluciones de incompetencia contra la ASE y aun así el Gobierno del Estado sigue empeñado en ordenar a la Fiscalía Estatal y Jueces de Control que sigan con su postura ilegal imponiendo vinculaciones a proceso y sanciones cautelares a las autoridades universitarias a todas luces ilegales.

Si esa es la amistad que pregona el Gobernador hacia los universitarios, es preferible que guarde silencio, que sigan con ese descaro los juicios y que los jueces de control y la Fiscalía continúen haciendo sus desmanes. Toda ilegalidad será sancionada en su momento.

Los abusos de ese poder arbitrario se destaparon de manera vil y descarada en la pasada audiencia especial para determinar la ampliación del término de la investigación complementaria, cuando uno de los imputados sin tener su defensor el Juez la declaró abierta, admitió el debate de los presentes no obstante la evidente violación procesal y a un derecho fundamental cuando permitió que uno de los imputados actuara sin la presencia de su defensor. La irritación del público presente fue precisamente ante la perversidad del Juez de no permitir que los imputados hicieran uso del derecho a manifestarse y declaró cerrada la audiencia de manera arbitraria ocasionando el enojo de los asistentes.

La Fiscal sin pudor alguno, se manifestó diciendo que los asistentes a la audiencia pudieron haber incurrido en un delito y merecedores de una carpeta de investigación. Todo es posible ante una autoridad que actúa al amparo de la ilegalidad y todavía el Gobernador dice que los universitarios apoyan a autoridades universitarias corruptas.

Desde el gobierno del estado, se ha constituido una coalición de servidores públicos para delinquir en perjuicio del Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y de otras autoridades universitarias. Se ha removido temporalmente al Rector de su cargo cuando bien sabe el Gobernador del Estado que fue producto de una medida arbitraria e ilegal y que no tardará mucho en que las autoridades de amparo le concedan el derecho al Rector de retomar su puesto.

La ilegalidad brota del gobierno no de la UAS. El oscurantismo del gasto está en el gobierno y no en la UAS, la asignación de la obra pública estatal es producto de asignaciones ilegales y no en la UAS, pero la ASE peca de miope para auditar las irregularidades de quien le paga.

Los discursos gubernamentales falsos y tendenciosos carecen de sensibilidad política cuando en esas expresiones lo que se destaca es el odio hacia una autoridad universitaria que rechazó arrodillarse ante ese impuro poder estatal. La UAS se mantiene firme y su águila rosalina sigue surcando las alturas.

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