Rocha le contó mentiras y verdades a medias a AMLO

Antonio Quevedo Susunaga

La gran marcha estatal de ayer de la Universidad Autónoma de Sinaloa, con la fue recibido el presidente Andrés Manuel López Obrador, es para exigir respeto a la autonomía por parte del gobierno de Rubén Rocha Moya, quien trató de justificarse ante López Obrador.

En esta ocasión, no puedo estar de acuerdo con el presidente López Obrador, cuando afirma que en “Sinaloa tenemos un buen gobernante”.

La versión de Rocha Moya:” La presa Santa María, que tiene una inversión de 20 mil millones de pesos, será inaugurada, ya me dijo el presidente, el 18 de diciembre”.

El gobernador Rocha dijo que la presa Santa María, “es un tesoro para Sinaloa”, porque significa que la entidad tiene habilitado todo su territorio para seguir produciendo alimentos”. Esto es cierto.

Y terminarán la Presa Picachos, que también se inaugura en diciembre, en la que se está invirtiendo 6 mil millones de pesos. Esto permitirá beneficiar alrededor de 50 mil hectáreas, entre ambas presas.

En relación a la inyección del presupuesto federal, dice Rocha, que llegarán alrededor de 61 mil millones de pesos, de esta cifra, 25 mil millones de pesos vienen etiquetados a los programas sociales.

Rocha llevó reconocimiento de los pescadores y agricultores para el presidente, en realidad, no están muy contentos los productores agrícolas ni con Rubén ni con el presidente. Y esa inconformidad la quieren expresar los productores con una manifestación.

El tema de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el adeudo mayor que hay en el SAT, en donde la UAS debe 4 mil millones de pesos, de impuestos no enterados, pero lo que no le dijo Rocha, que ese problema de la universidad es una herencia desde que era él, rector de la UAS.

Y agregó: “tengo una relación institucional con la UAS, pero resultados de una serie de reportajes del Periódico Noroeste, se descubrió una serie de manejos muy turbios en el manejo de los recursos de la universidad y se documentaron cuando menos 618 millones de pesos sin licitación, facturas falsas, negocios fachada, o negocios de algún funcionario”

Esto que ha traído como consecuencias denuncias, no con el ejecutivo, sino que están vinculados a proceso en el poder judicial, desde el rector hasta varios funcionarios, ya no es rector porque está suspendido por el juez no por mí”.

Y se lava las manos, diciendo: “es muy común que digan que el gobernador manda en todas partes, eso no es cierto”. Eso se lo quiero enterar, porque hoy habrá en paralelo una marcha estatal de los universitarios en los 20 municipios.

Es importante precisar, que el gobernador no dijo, que este conflicto con la Universidad Autónoma de Sinaloa se inició, porque a través del Congreso del Estado, pretendió violar la autonomía universitaria con reformas a modo, que no diga verdades a media.

Tampoco dijo que a ese partido que menciona en la UAS, es el que lo ayudó a ganar la gubernatura, a él y al partido Morena.

Y es muy importante destacar que cuando dicen que el gobernador manda en todas partes, es porque en Sinaloa, no hay separación de poderes, el Congreso del Estado y la Fiscalía, responden a la consigna del gobernador.

Es muy preocupante que el gobernador se base en la información periodista del Noroeste, de la Revista Espejo y Animal Político para hacer sus acusaciones contra una institución como es la Universidad Autónoma de Sinaloa, no creo que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se haya tragado “esta píldora”, él es un político muy experimentado y sabe cuándo sus colaboradores le dicen “verdades a medias o mentiras”.

Y bajo el concepto de “combatir la corrupción en la UAS, ha entrelazado sus intereses de carácter político”.

Después de esta narrativa, el rector y la Universidad Autónoma de Sinaloa, debe presentarle un informe detallado al presidente de la república de lo que está sucediendo en dicha institución, con el fin de que el presidente obtenga una versión real y completa de este conflicto que está escalando en Sinaloa y que obviamente se complica si no hay una intervención del gobierno federal.

Ayer la marcha se concentró en la plazuela Obregón, frente a la Catedral, la próxima puede tomar el Palacio de Gobierno, el Congreso y el Aeropuerto. Las autoridades federales deberían intervenir para evitar que este conflicto se complique.

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