La sociedad un aliado de la verdad

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

La necedad gubernamental en mantener un conflicto contra la Universidad Autónoma de Sinaloa, que no le produce ninguna utilidad social ni política, es la característica de un gobierno soberbio y autoritario.

No se ha encontrado la forma de convencer al Gobernador para que dimensione la situación en que se encuentra y recapacite en cuanto a la conveniencia de seguir con esa diferencia que está muy lejos todavía de tener solución.

Mucho daño se ha hecho a la Universidad Autónoma de Sinaloa en el concepto social, pero no obstante la basura que le ha aventado a través de las semaneras del Gobernador y de algunos medios periodísticos, la credibilidad social de la Institución con el encargo de educar y formar a los profesionistas de la entidad sigue fuerte y firme.

La actividad sustantiva de la Institución Rosalina, que es la educar, no se ha distraído, a pesar de las continuas embestidas que representan los diversos procesos judiciales que tienen que atenderse por el capricho político de un gobierno que ha desviado su gobernabilidad en aras de arrodillar a las autoridades universitarias que se atrevieron a rechazar la Ley de Educación Superior de Sinaloa.

Las voces sociales cada vez se multiplican en la opinión de que el gobierno de Sinaloa se ha perdido en una batalla que no le ha proporcionado ninguna utilidad social ni política. Las recomendaciones que se escuchan por todos lados y que no son atendidas por el oído del Gobernador es que tiene que producirse un armisticio para encontrar la mejor salida del conflicto.

Son muchos meses de beligerancia, han sido tiempos de tensión suprema, pero a voluntad defensiva del conflicto hace posible que las energías se fortalezcan y que las ideas florezcan para construir los mejores argumentos jurídicos que quizá obediencia superior no convenzan a los Jueces de Control locales, pero si a los Jueces Federales de Amparo.

Las suspensiones definitivas contra la Ley de Educación Superior de Sinaloa han dolido y siguen causando estragos en los estados de animo del gobernante, ya que su creación absurda de pretender someter a los universitarios rosalinos por medio de ese aborto legislativo ha sido la peor de sus equivocaciones políticas.

Viene el Presidente de la República el próximo catorce de este mes, había audiencia programada para revisar las medidas cautelares ilegales impuestas al Dr. Jesús Madueña Molina y al DR. Robespierre Lizárraga Otero, pero por razones que los imputados y la defensa de los mismos todavía desconocen se reprogramó unilateralmente la mencionada audiencia por el Juez de Control para el día diecisiete de este mismo mes.

¿La reprogramación fue para evitar que se organizaran concentraciones de protesta de la comunidad uaseña ofendida por las tarugadas de un gobierno incapaz de conciliar como la de dar marcha atrás en la vigencia de la Ley de Educación de Educación Superior de Sinaloa?

Decisiones torpes ya que esa reprogramación arbitraria exhibe la complicidad evidente entre el Ejecutivo y las otras autoridades que han perdido su autonomía constitucional como el Poder Judicial y la Fiscalía Estatal. Habrá manifestación pública y pacífica para decirle al Presidente de la República que en Sinaloa hay un gobierno alejado de las masas sociales y que al atacar a la Universidad Autónoma de Sinaloa es ofender su régimen de autonomía en su vertiente de autogobierno, y que la defensa de la autonomía universitaria se llevará hasta sus últimas consecuencias. El desafío es y será alcanzar la victoria ante el autoritarismo y reivindicar a la Universidad de Buelna la esencia de sus valores en la educación que imparte y fortaleza de sus principios democráticos, transparencia y rendición de cuentas.

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