Autosuficiencia alimentaria: una misión imposible para México
José Avila Muñoz
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que una de sus metas era lograr la autosuficiencia alimentaria para evitar presiones inflacionarias. Sin embargo, México tiene una balanza comercial superavitaria, es decir que exporta más de lo que compra al extranjero, ademas de que el país depende de las importaciones de granos básicos como el maíz, el trigo y el frijol.
En octubre de 2022, el presidente López Obrador comentó que busca la autosuficiencia alimentaria y energética, entre otras razones para que la inflación no aumente:
“En el caso de los alimentos no hemos logrado la autosuficiencia alimentaria. Tenemos que seguir con ese propósito. Por eso el plan de entregar los fertilizantes de manera gratuita. Somos autosuficientes en maíz blanco, pero no en maíz amarillo. Ya logramos la autosuficiencia en frijol, pero nos falta en arroz y también en cárnicos y en trigo harinero y, así, necesitamos seguir impulsando la actividad productiva, y lo vamos a seguir haciendo”, dijo el mandatario el 24 de octubre del año pasado en la conferencia matutina.
¿Qué ha pasado?
Entre las razones por las que han aumentando las importaciones de alimentos están una mayor demanda nacional y la fortaleza del peso frente al dólar, coincidieron Fernando Cruz, socio del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMS), y Luis Fernando Haro, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
De 2020 hasta 2022, la importación de alimentos ha aumentado en México y se espera que este año la tendencia continúe, sobre todo en el caso de granos básicos.
Los altos costos de producción también afectaron la rentabilidad de los productores en México. Sin embargo, hay una buen noticia: Se espera que las exportaciones también aumenten.
“Al primer semestre de 2023 tenemos importaciones por alrededor de 27,500 millones de dólares. Hay un estimado de que este año estemos cercanos a los 53,000 millones, contra los 50,000 millones que exportamos en 2022”, comentó el titular del CNA.
Misión imposible
Actualmente no hay un país en el mundo que no dependa de las compras al exterior.
Aunque México exporta productos como aguacate, berries, cerveza, también importa granos básicos como soya, trigo, frijol y productos cárnicos.
“No hay ningún país en el mundo que sea autosuficiente en todos los productos, pero sí podemos sustituir importaciones”, añadió Luis Fernando Haro.
Volumen y valor de importaciones de granos básicos
El aumento de la demanda nacional y el tipo de cambio han hecho que México aumente las compras del extranjero.
Prodcuto | Volumen ene-jun 2022 (miles de ton.) | Valor ene-jun 2022 (mdd) | Columen ene-jun 2023 (miles de ton.) | Valor ene-jun 2023 (mdd) |
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Maíz | 8,594 | 2,792 | 9,766 | 3,229 |
Soya | 3,372 | 2,147 | 3,355 | 2,039 |
Trigo | 2,643 | 1,100 | 2,800 | 1,008 |
Arroz | 503 | 240 | 461 | 252 |
Frijl | 30 | 41 | 96 | 117 |
Sorgo | 125 | 56 | 45 | 35 |
Fuente: CNA con información de GCMA y Banxico.
“En granos básicos cada vez estamos dependiendo más del exterior”, dijo el directivo, quien agregó que solo en 2020 se importaron 28 millones de toneladas de maíz y para este año se espera que la cifra baje a 20 millones. México tiene una dependencia de granos de alrededor de 49% de las importaciones; en el caso del trigo depende más de 56%, alrededor de 40% y 96% de la soya es importada y 86% de arroz.
En el caso de los granos, explicó Fernando Cruz, socio del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el tener un sistema de producción de minifundios —terrenos de menos de cinco hectáreas— de producción “no nos permite tener economías a escala y un gran crecimiento en el cultivo de granos”.
El Censo Agropecuario 2022 reveló que de las más de 4.4 millones de unidades de producción agropecuaria activas, 71.8% tienen hasta 5 hectáreas y 28.2% están por encima de esa medida.
“Es imposible lograr la autosuficiencia en el sentido de ser productivo en todo, y tener de todo. Eso en ningún país sucede”, sostuvo Cruz.
“El gobierno federal reculó y cambió el tema de que la autosuficiencia es para las personas que están en el medio rural para que puedan producir dentro de sus parcelas que sea suficiente para ellos mismos”, añadió.
Productividad
Si bien una opción para el país tiene que ver con sustituir importaciones, esto también se antoja complicado debido a un tema de productividad, coincidieron los entrevistados.
A diferencia de sexenios anteriores, en este ha disminuido la productividad del campo mexicano.
“Eso es por varias condiciones: 1. El presupuesto que antes estaba destinado para aumentar la productividad, transferencia de tecnología e innovación, hoy está enfocado en aumentar la productividad de los pequeños productores. 2. La inseguridad juega un papel muy importante. Se cobra derecho de piso a productores de limón, de mango y aguacate”, precisó Cruz.
Esa incertidumbre, producto de la falta del Estado de derecho, también ha mermado la inversión extranjera directa en el campo.
México cuenta con regiones como el sur-sureste, donde se puede producir maíz, “pero hay que hacerlo de una manera más moderna, con innovación tecnológica, con capacitación y asesoría técnica para que se pueda elevar la producción y hacerse de manera más eficiente”, sostuvo Haro.
Agregó que es necesario que los programas de apoyo se den sin distingo del tamaño del productor. “En México se condicionan los apoyos y únicamente se van a dar a los pequeños productores”, cuando los que compiten contra productores de países como Estados Unidos son los medianos y grandes negocios.
“En el sector agropecuario, la variación del PIB tuvo un crecimiento de 4.5%, en el sexenio de Felipe Calderón 1.5%, con Vicente Fox 1.9%. En esta administración, el PIB agropecuario ha crecido en promedio 0.7%. Los números no son nada halagadores”, lamentó.
Otra limitante para la productividad tiene que ver con las extensiones de terreno. Un productor no puede tener más de 100 hectáreas, cuando en Argentina o Brasil pueden sembrar hasta 10,000 hectáreas de un cultivo, apuntó Haro.
El presidente del CNA hizo un llamado al gobierno para que en el presupuesto 2024, el último de esta administración, se destinen recursos para aumentar la producción de alimentos, sin condicionar su entrega por tamaño del productor, o de algún otro tipo.