Activistas critican decisión de la CRE de incluir en lista de energías limpias la producción de electricidad con gas natural
Reuters
El regulador energético mexicano incluyó en la categoría de energía eléctrica limpia y libre de combustible a la producida con gas natural, lo que ha sido criticado por activistas como un engaño para tratar de alcanzar ficticiamente los compromisos ambientales del país.
En un extenso documento publicado el viernes en el Diario Oficial (DOF), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) anunció modificaciones a varias normas relacionadas con los cálculos para medir la eficiencia de sistemas de cogeneración y los porcentajes de energía libre de combustibles.
En un apartado del acuerdo publicado, la CRE dice que se considerará energía eléctrica limpia la que aproveche el calor residual de un sistema que haya utilizado gas natural o combustibles más limpios.
En otro nuevo apartado, la CRE especifica que la “energía libre de combustible” será la energía eléctrica adicional generada por una central que use gas natural y sea producto de un tipo de tecnología de enfriamiento.
Hasta ahora, el gas natural había sido considerado un combustible de transición energética hacia fuentes renovables, pero no una fuente de energía limpia.
Ambientalistas levantaron la voz tras la formalización de los cambios legales en el DOF —que habían sido aprobados esta semana por el órgano de gobierno de la CRE— diciendo que el regulador avala procesos y combustibles que producen contaminantes, son un riesgo para la salud y contribuyen al calentamiento global.
“Con los cambios propuestos se estaría haciendo creer al mundo que nuestro país incrementa el porcentaje de energías renovables en nuestra matriz energética cuando en realidad no lo hace”, manifestaron cuatro organizaciones ambientalistas, entre ellas Greenpeace, en un comunicado conjunto.
En un apartado del acuerdo publicado, la CRE dice que se considerará energía eléctrica limpia la que aproveche el calor residual de un sistema que haya utilizado gas natural o combustibles más limpios.
En otro nuevo apartado, la CRE especifica que la “energía libre de combustible” será la energía eléctrica adicional generada por una central que use gas natural y sea producto de un tipo de tecnología de enfriamiento.
Hasta ahora, el gas natural había sido considerado un combustible de transición energética hacia fuentes renovables, pero no una fuente de energía limpia.
Ambientalistas levantaron la voz tras la formalización de los cambios legales en el DOF —que habían sido aprobados esta semana por el órgano de gobierno de la CRE— diciendo que el regulador avala procesos y combustibles que producen contaminantes, son un riesgo para la salud y contribuyen al calentamiento global.
“Con los cambios propuestos se estaría haciendo creer al mundo que nuestro país incrementa el porcentaje de energías renovables en nuestra matriz energética cuando en realidad no lo hace”, manifestaron cuatro organizaciones ambientalistas, entre ellas Greenpeace, en un comunicado conjunto.
“Este nuevo acuerdo no añadirá ni un solo magavatio (MW) de capacidad de energías renovables a nuestra matriz eléctrica ni reducirá ni una sola tonelada de bióxido de carbono adicionales”, añade el comunicado.
La Ley General de Cambio Climático establece el compromiso de alcanzar al menos el 35% de electricidad generada de fuentes limpias para 2024.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto un freno a una mayor presencia de empresas privadas y extranjeras de energía renovable y, en cambio, ha buscado favorecer a la generadora estatal, CFE, que produce la mayor parte de su energía de fuentes fósiles.
López Obrador, un nacionalista en materia energética, ha tratado de revertir una profunda reforma que abrió por completo el sector al capital privado y que apuntaba a que las empresas del Estado, CFE y la petrolera Pemex, fueran unos jugadores más del mercado.
Pero el mandatario asegura que la reforma, realizada entre 2013 y 2014 debilitó a CFE y a Pemex para, con el tiempo, hacerlas desaparecer, y ha propuesto la autosuficiencia energética de México como un tema de soberanía nacional.