Se va la FIFA, pero deja un “desastre humanitario”

Gabriela Sotomayor

Lejos del sofocante desierto qatarí, Gianni Infantino, presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), se enfrentará a la crítica y “al bochorno” a su regreso a Suiza, especialmente en su ciudad natal, Brig, por negarse a indemnizar a los miles de migrantes que han muerto o han sido explotados durante los preparativos de la Copa Mundial 2022 en Qatar, acusa la ONG Avaaz.

Hace unos días, afiches colocados en camionetas que pasearon por toda la ciudad, mostraban leyendas como “Infantino: tus familiares fueron migrantes”, “Miles como ellos fueron víctimas de este Mundial”, y “Compénsalos ya”. También circularon fotografías que hacen mofa del funcionario deportivo. Infantino nació en Brig (cantón suizo del Valais) de padres que emigraron de Italia.

“Este Mundial, lejos de cumplir la promesa de Infantino de ‘restaurar la imagen de la FIFA’, ha sido un desastre humanitario. El presidente de la FIFA no ha mostrado el menor remordimiento ni ha hecho prácticamente nada para ayudar a las víctimas o a sus familias, pese a que este torneo genera beneficios por miles de millones de dólares. La organización demuestra una falta de compasión y una codicia vergonzosa.

“Hasta Qatar ha dado algún paso para enmendar estos problemas laborales, y hay miles de aficionados que quieren saber si Infantino hará lo mismo”, dijo a la prensa Bieta Andemariam, directora legal de Avaaz.

“La víspera de la inauguración del torneo, durante una conferencia de prensa, Infantino declaró que su experiencia como hijo de inmigrantes italianos en Suiza le otorgaba un profundo entendimiento de la realidad de los trabajadores migrantes y otras minorías en Qatar. La hipocresía de su discurso le valió una condena internacional”, agregó la activista.

Algunos equipos europeos de futbol y grupos defensores de derechos humanos y residentes de Brig ya han reaccionado contra la firme negativa de Infantino a indemnizar a los trabajadores del Mundial. Asimismo se espera que en Zurich, sede de la FIFA, ubicada en la suiza alemana, Infantino reciba duras críticas a su regreso de Qatar.

Al igual que Avaaz, Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch están exigiendo a la FIFA que establezca un fondo de compensación de al menos 440 millones de dólares para indemnizar a las víctimas del Mundial. Esta petición cuenta con el respaldo de 10 federaciones de futbol, la inglesa y la holandesa entre otras, así como de 73% de las personas que respondieron a una encuesta internacional, un porcentaje que asciende a 81% en el caso de Suiza.

La cifra de 440 millones de dólares se basa en la suma destinada a premiar a los equipos del Mundial. Representa, asimismo, un mero 6% de los 7 mil 500 millones de dólares que la FIFA prevé ganar con los partidos de este año. La federación ya ha anunciado que creará un fondo, pero no se ha comprometido a priorizar la compensación de los trabajadores como parte central del mismo.

“Las federaciones de futbol alemana y danesa ya han anunciado que no apoyarán la reelección de Infantino como presidente de la FIFA. Infantino tiene autoridad para dejar un legado distinto y marcar un nuevo rumbo para la FIFA y su relación con los derechos humanos. Destinar un fondo de compensación generoso a los trabajadores es un punto de partida crucial”, consideró Andemariam.

Se calcula que 6 mil 500 trabajadores migrantes del sur de Asia han muerto en Qatar desde 2010, cuando se decidió que el país acogería el Mundial. Según los expertos, es probable que muchas de estas muertes estén relacionadas con la construcción de infraestructuras para el torneo. La tasa de decesos seguramente sea aún más alta, pues esta cifra no incluye a muchos países que han enviado trabajadores, como el caso de Filipinas o algunas naciones africanas.

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